El juicio contra el pastor evangélico Lorenzo Rosales por participar en las manifestaciones del 11 de julio en la ciudad de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, concluyó la víspera con una petición fiscal de diez años de prisión.
Las autoridades anunciaron la noche del martes que se dictará sentencia firme el 5 de enero de 2022 contra todos los detenidos en esa localidad oriental cubana, entre los que se encuentra el líder religioso.
En el caso de Rosales, está acusado por desacato, desorden público e instigación a delinquir, todos delitos comunes que están imputando las autoridades a las personas que reclamaron libertad y el fin del régimen.
Marilidegnis Carballo, esposa de Rosales y pastora junto a él de la Iglesia Monte de Sión, que el régimen se niega a legalizar, relató que en el juicio los testigos presentados fueron "en su mayoría" policías.
"Se contó una historia que no fue la que verdaderamente vimos y vivimos ese día", señaló la mujer en un audio al que accedió DIARIO DE CUBA. "Se le atribuye a los detenidos toda la violencia, intenciones de vandalizar, privar de la vida", dijo.
"Los testigos de la Fiscalía dijeron que sintieron miedo y terror porque el pueblo iba con palos, piedras y botellas, pero eso no es verdad", aclaró Carballo, cuyo hijo adolescente, David, también fue detenido con violencia junto a Rosales, aunque excarcelado días después.
La pastora contó que la Fiscalía intentó probar en todo momento que los militares "fueron los únicos lesionados, los únicos agredidos" y que los detenidos "instigaron al pueblo para que arremetieran contra los funcionarios" del Estado.
"Mi esposo es inocente, su actuar de aquel día no tiene nada que ver con los delitos de los que se le acusa", concluyó Carballo.
En días pasados varios ministros evangélicos visitaron la casa de Rosales en Palma Soriano y estuvieron en vigilia para intentar participar en el juicio, dijo a Radio Televisión Martí el líder del Ministerio Cristiano Rehobot, el pastor Jorge Luis Pérez.
"Nos solidarizamos con la causa del pastor Lorenzo, injustamente preso en la cárcel de Boniato, junto a presos comunes. Un hombre pacífico, un hombre de bien, y que sabemos que todos los cargos que se le imputan son falsos", expresó el hombre.
Asimismo, el pastor apostólico Carlos Alberto Montoya viajó desde La Habana hasta Palma Soriano y se encuentra allí en espera de la vista oral.
Desde la vecina ciudad de Santiago de Cuba, el pastor Alain Toledano denunció en octubre los maltratos y abusos de los que ha sido objeto Lorenzo Rosales en la tristemente célebre prisión de Boniato.
Igualmente, el apóstol Mario Jorge Travieso, del Ministerio Viento Recio, en Las Tunas, apuntó que la esposa del pastor Lorenzo solamente podía llevar dos testigos al juicio, y que podía participar una sola persona de la familia, mientras que la Fiscalía llevó 17 personas que testificaron contra del acusado.
"Allí vemos con las garantías que se celebrará el juicio, y quiero poner en alerta a todos los pastores y a las iglesias evangélicas", destacó.
A inicios de diciembre, ciudadanos británicos acudieron a la Embajada de Cuba en Londres para entregar una carta por la liberación de Rosales.
Scot Bower, director de la ONG Christian Solidarity Worldwide, transmitió en Facebook el momento en que él y tres personas más intentaban convencer a los funcionarios de La Habana para que recibieran las 3.000 firmas a favor de la excarcelación de Rosales.
Esa organización, que monitorea el estado de la libertad de conciencia a nivel internacional, reportó en 2020 al menos 203 violaciones a la libertad religiosa en Cuba, cifra que, todo indica, ha crecido durante 2021.
