Ciudadanos británicos acudieron este martes a la Embajada de Cuba en Londres para entregar un documento que pide la libertad de Lorenzo Rosales, pastor evangélico detenido el pasado 11 de julio en Palma Soriano, Santiago de Cuba, y que aún continúa preso.
Scot Bower, director ejecutivo de la organización no gubernamental (ONG) Christian Solidarity Worldwide (CSW), transmitió en vivo vía Facebook el momento en que él y tres personas más intentaban convencer a los funcionarios de La Habana para que recibieran más de 3.000 firmas a favor de la excarcelación de Rosales.
En un punto, los diplomáticos cortaron bruscamente la comunicación mediante el intercomunicador de la embajada. Luego los británicos insistieron sin éxito. "Esta es la situación de los derechos humanos en Cuba", ironizó Bower. Él y sus acompañantes pasaron los papeles bajo la puerta de la sede diplomática.
En octubre el líder evangélico Alain Toledano dijo que Rosales estaba siendo maltratado físicamente en la prisión de Boniato, y que había recibido "una paliza".
"Lo que conocemos es que ha sido agredido físicamente", dijo Toledano a Radio Martí. "Militares se pusieron de acuerdo para afectarlo a él, mandando reclusos que lo golpearan", añadió.
"El régimen cubano ve tan amenazante que sus ciudadanos ejerzan sus derechos humanos que ha detenido a cientos, incluyendo al pastor Lorenzo Rosales, durante una marcha pacífica el 11 de julio", denunció en julio el Departamento de Estado norteamericano en sus redes sociales.
Un informe de Prisoners Defenders publicado este martes indica que en los últimos 12 meses han formado parte de su lista de presos políticos y de conciencia 805 cubanos, mayormente varones.
"562 casos pertenecen a la represión relacionada con el 11J en Cuba", señaló la organización en el documento. Recordó que son 23 "los casos de menores de edad (14, 15, 16 y 17 años de edad durante la detención) que están siendo procesados penalmente con penas solicitadas de numerosos años de prisión para muchos de ellos".
Christian Solidarity Worldwide es una ONG que monitorea el estado de la libertad de conciencia a nivel internacional. En 2020, reportó 203 violaciones a la libertad religiosa en Cuba, cifra que, todo indica, ha crecido durante 2021.
