La historiadora del arte cubana Carolina Barrero denunció el recrudecimiento de un operativo policial en los bajos de su vivienda en La Habana por más de dos meses, así como robo y chantajes de la policía política, después de que lograra burlar el cerco que le mantienen y llegar al domicilio de la escritora Katherine Bisquet y la artista Camila Lobón.
"He regresado a mi casa por mis propios pies. Abajo han vuelto la patrulla, los policías y los agentes de siempre. He confirmado que se han llevado mi laptop. Aunque de tanto insistir parezca ya parte de lo cotidiano, nada de lo que sucede aquí es legal. Ahí están los cientos de presos, las golpizas, la opresión constante a quienes quieren manifestarse en libertad por el reconocimiento de la pluralidad", denunció Barrero en su perfil de Facebook.
En otra publicación en la propia red social, la activista miembro del grupo 27N, escribió: "Ahí están, con una chulería y un cinismo flagrantes. Son la definición encarnada de la banalidad del mal. De la forma en la que el mal se cuela por los resquicios de la frivolidad".
"¿Acaso se preguntan por qué están aquí? ¿Me creerán una criminal, una prófuga? ¿Sabrán ellos que también tienen el poder de decir no? Todo esto empezó el día después del último acto de repudio en INSTAR, el 23 de junio. Probablemente se tratara en ese momento de una represalia personal del agente que nos atiende, por exponer su proceder encubierto, la manera en la que claramente enviaban una comitiva orquestada de ciudadanos a molestar. Luego detuvieron a Hamlet Lavastida en Villa Marista, vino el 11J y la conveniente prisión domiciliaria continuó", lamentó.
"Ahora quieren usar nuestros derechos como moneda de cambio. Quieren comprar nuestro silencio y nuestra 'tranquilidad' con darnos de vuelta la libre movilidad. Pero qué tranquilidad se puede tener en un país que desprecia y oprime a sus ciudadanos. Mienten, amenazan, viven del tráfico del miedo y la corrupción", denunció.
"Hoy pueden tenerme presa en mi casa, mañana en la prisión del Guatao, nada de eso cambia el absurdo, el abuso, el delirante atentado a los principios más básicos del derecho civil. Pensar diferente no es un delito, todo lo contrario, es la savia pura de la sociedad", concluyó.
Hace seis días, Barrero logró llegar a la casa de la escritora Katherine Bisquet y la artista Camila Lobón, sus amigas. Dos días después las tres activistas denunciaron amenazas de los agentes de la policía política con "complicar" el caso del artista Hamlet Lavastida, detenido desde el mes de junio, si Barrero no regresaba a su vivienda.
En una denuncia sobre la situación que padece la historiadora del arte en Facebook, la también activista Anamely Ramos consideró que el objetivo de la Seguridad del Estado cubana con Barrero es aislarla, "vencerla por desgaste, anular su sentido cívico. Y finalmente conseguir que se vaya".
"Este es el sitio policial que le mantienen a Carolina Barrero. Ahora mismo la patrulla en la entrada de su casa, sumamente agresivos. Totalmente arbitrario e innecesario. ¿A qué le temen? ¿No les da vergüenza mantener esa violencia contra una mujer pacífica?", cuestionó Ramos.
Sobre el robo sufrido por la historiadora del arte, la curadora denunció que "no son policías ni agentes, son ladrones".
Carolina Barrero fue acusada recientemente de "incitación a delinquir", el mismo presunto delito que el aparato represivo del régimen cubano le imputa al artista Hamlet Lavastida. Anteriormente fue acusada por otros presuntos delitos por la policía política, entre ellos desacato. Ha sido sometida a reclusión domiciliaria, a una detención en la que fue desnudada con violencia y golpeada, y sometida a diversas amenazas.
Pobres esbirros por una jabita de m.....y un "carnecito" tienen que estar de " planton" en casa de cada disidente....