El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria (UNWGAD, por sus siglas en inglés) emitió un informe donde advirtió que el arresto y detención en abril de 2020 de la activista cubana Keilylli de la Mora fue arbitrario y violatorio del derecho internacional.
Según el informe, emitido el pasado 19 de julio y publicado esta semana, el régimen cubano encarceló a la activista miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y del movimiento Consenso Ciudadano sin ningún fundamento legal y concluyó que su detención se debió al ejercicio de su derecho a la libertad de expresión y asociación en relación con su activismo.
El organismo también recomendó que La Habana proporcione a De la Mora una compensación y otras reparaciones, de conformidad con el derecho internacional.
De acuerdo con la ONU, la privación de libertad de De la Mora contraviene los artículos 3, 8, 9, 10 y 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como los Principios y Directrices Básicos de las Naciones Unidas sobre los Recursos y Procedimientos relacionados con el Derecho de Toda Persona Privada de Libertad a Recurrir ante un Tribunal, además del Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión, las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela) y las Reglas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de las Reclusas y Medidas No Privativas de la Libertad para las Mujeres Delincuentes (Reglas de Bangkok).
La organización humanitaria Human Rights Foundation (HRF), que presentó el caso ante la ONU, celebró la resolución, puesto que supone una condena tácita a la campaña de hostigamiento e intimidación del régimen cubano contra De la Mora.
"Lamentablemente, su caso es solo uno entre cientos. Los arrestos y detenciones arbitrarios se han disparado como resultado de las mayores protestas a favor de la democracia en la Isla en la historia reciente", declaró el director legal de HRF, Roberto González.
"Con esta decisión, junto con la reciente acumulación de condenas internacionales contra el régimen, el régimen de Cuba debe comprender que, si continúa privando a su pueblo de sus derechos y libertades más básicos, la comunidad internacional seguirá haciéndolo responsable", apuntó.
Keilylli de la Mora fue detenida el 12 de abril de 2020 por quitarse brevemente su nasobuco a unos metros de su casa. La Policía cubana la acusó bajo los cargos de "propagación de epidemia" y luego la joven fue golpeada, sometida a un juicio en el que se le negó asistencia legal y condenada a prisión por supuesto desacato, resistencia y desobediencia.
En marzo de 2021 fue excarcelada en libertad condicional después de una intensa campaña internacional en su favor. En prisión sostuvo varias huelgas de hambre e intentó suicidarse en al menor tres ocasiones. También sufrió diversos abusos y vejámenes a manos de las autoridades penales.
"Estuve siempre en un régimen cerrado hasta el día de hoy. Tuve que aguantar a presas que me gritaban opositora 'singada'. Venían a provocar hasta a mi cama, tuve que aguantar a las guardias, un supuesto motín que decían que era por mi culpa", contó De la Mora tras su excarcelamiento, y denunció el acoso que también sufrió su esposo durante su estancia en prisión.
Durante sus ingresos hospitalarios, las autoridades carcelarias la mantuvieron esposada a la cama y con un tratamiento que incluía inyecciones desconocidas para la reclusa, con el objetivo de mantenerla sedada. Además, De la Mora ha denunció que era golpeada para evitar que protestara.
Su encarcelamiento generó la preocupación de organismos internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de funcionarios del Gobierno estadounidense. La CIDH le concedió medidas cautelares de protección.
Miguelito Día卐 CaLenin