La prisionera política Keilylli de la Mora Valle fue excarcelada el miércoles bajo libertad condicional, dijo la activista en una transmisión en video presentada por José Daniel Ferrer, coordinador nacional de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
"Estuve siempre en un régimen cerrado hasta el día de hoy. Tuve que aguantar a presas que me gritaban opositora 'singada', disculpen la palabra. Venían a provocar hasta a mi cama, tuve que aguantar a las guardias, un supuesto motín que decían que era por mi culpa", dijo De la Mora, quien denunció el acoso de las autoridades que también sufrió su esposo durante su prisión.
"Puse carteles el 29 de octubre, estando el jefe de la cárcel allí, y me llevaron a una celda. De la forma en que me trasladaron me astillaron un diente. Hombres de tropas especiales (que acudieron para sofocar el supuesto motín) me forcejearon y me llevaron hasta la celda como si fuera un puerquito, me taparon la boca", contó la activista de UNPACU y promotora de Cuba Decide.
Dijo que el 22 de enero hizo otro intento de suicidio por la vigilancia telefónica a la que estaba sometida. La activista se enterró una aguja, fue traslada al hospital y a raíz del hecho estuvo 20 días en aislamiento.
Por órdenes de la segunda jefa de la cárcel los teléfonos del destacamento en el que se encontraba fueron retirados, añadió. "Las presas me cogieron un odio, no podían verme, porque según las orientaciones, yo era la culpable", afirmó.
"Estuve al límite hermanos. Llamé llorando a mi papá, porque era demasiado", dijo la activista al describir el hostigamiento que sufría por parte de otras reclusas.
"El día de hoy fue lo más extraño del mundo", añadió. Según el testimonio fue sacada del régimen cerrado en el que se encontraba para un supuesto turno médico.
Fue trasladada a una casa de visita de la Seguridad del Estado donde le dijeron que había salido, no por las presiones de ningún activista, sino por las gestiones de la policía política, "que hicieron todo lo posible por sacarme", señaló.
"Estoy de condicional, amenazada, tengo que trabajar, el día 29 de este mes tengo que presentarme ante el juez de ejecución", afirmó.
De La Mora Valle fue sancionada el 7 de mayo de 2020 a privación de libertad por los presuntos delitos de "propagación de epidemias", "desacato", "atentado" y "desobediencia", en un juicio sumario que se efectuó a puertas cerradas y sin derecho a abogado.
El 4 de junio, día en que entró a la cárcel, inició la primera de varias huelgas de hambre que sostuvo durante su encarcelamiento.
Durante sus ingresos, las autoridades carcelarias la han mantenido esposada a la cama y con un tratamiento que incluía inyecciones desconocidas para la reclusa, con el objetivo de mantenerla sedada. Además, De La Mora ha denunciado que era golpeada para evitar que protestara.
Su encarcelamiento generó la preocupación de organismos internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de funcionarios del Gobierno estadounidense. La CIDH concedió a De la Mora Valle medidas cautelares de protección.