"Después de que traté de sacarlo del tumulto de los mismos policías que le estaban dando golpe, uno de ellos le puso la pistola en el pecho. Y yo, como madre, me le puse adelante y le dije: 'si le tiras a él, tienes que tirarme a mí que soy la mamá'", relató Mariceli Busutil sobre la violencia policial contra los manifestantes pacíficos en La Habana en las protestas que se produjeron entre el 11 y el 13 de julio.
Busutil detalló en un video la brutalidad de los agentes contra su esposo y sus hijos, tanto en la calle como en las cárceles y las unidades policiales, tras las protestas del 11J en La Güinera, Arroyo Naranjo.
En un video subido a Facebook por el activista José Díaz Silva, presidente del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), la mujer dijo que defendió a su hijo Mario Raúl Sosa Basutil, a quien "mordió un perro" y "le dieron una mano de golpes".
Mario Raúl Sosa Busutil tiene 21 años y es padre de un niño de un año. "La Policía y los 'boinas negras' le echaron los perros y lo mordieron todo; un policía jaló por el revólver para dispararle. Cuando yo lo vi, me metí en el medio y le dije que tenía que matarme a mí primero", reiteró Busutil.
Añadió que esposo, Raúl Sosa Martínez, de 51 años, está detenido desde el día 13 de julio, después de las manifestaciones en La Güinera. "Me dijo que le dieron una golpiza brutal y lo mandaron para el Combinado del Este acusado de desorden público y desacato".
"Mi esposo, cuando empezó la manifestación, había salido a buscar qué comer, y el dron lo captó. El día 13 lo vinieron a buscar aquí, a la casa. Primero se lo llevaron a él y después a mi hijo", dijo Busutil a Radio Televisión Martí.
Aseguró que también a su hijo de 18 años, Yerandi Sosa Busutil, "le dieron una golpiza brutal, lo llenaron de moretones y heridas. Se lo llevaron para la prisión Ivanov. en el Cotorro, y allí otra vez lo golpearon. Como seis (vasijas) de orine que tenían se los vaciaron en la frente. Después que se le bajó la hinchazón de los golpes, pasados nueve días, lo soltaron con una fianza de 2.000 pesos y a esperar juicio acusado de desorden público y desacato", de Busutil.
"A mi hija, Yanelis Sosa Busutil (de 23 años), que es madre de dos niñas, teniendo cargada a la de dos años, la Policía le echó un perro y la mordió toda. Una de las mordidas se la dio en un seno. De milagro no le mordió la niña porque ella trato de que eso no sucediera. Hoy tiene las marcas de las mordidas", denunció Busutil.
"Lo que hizo la Policía, los 'boinas negras' y una banda de civiles comunista fue horroroso. Nos dieron golpes, nos echaron los perros y trataron de matarnos. Llegaban a las casas y sacaban a las familias a palo y golpes, le dieron al que estuvo en las protesta y al que no", dijo.
"La gente estaba exigiendo libertad, 'Patria y Vida'. Demostraron que aquí no hay Gobierno sino una banda de asesinos. A mi esposo lo tienen preso en el Combinado del Este, a mi hijo con una fianza y a los otros por poco me los matan. Yo nunca pensé que este sistema hiciera eso, pero demostraron que son unos asesinos", agregó Mariceli Busutil.
"En estos momentos La Güinera está muy tranquila, la están arreglando", dijo. "En todo el tiempo que llevaba La Güinera, nunca le habían hecho una calle, nunca habían puesto nada de comer. Ahora está teniendo una mejoría que para qué. Están arreglando las calles, están tirando las aceras, están haciendo las calles nuevas, y los fines de semana te ponen un carro con lo que es comestibles, refrescos y una serie de cosas", contó a Radio Televisión Martí.
"Policías de vigilancia yo no he visto ninguno, pero dice mi hija que sí, que los están tirando vestidos de civil para la calle", concluyó Busutil en su testimonio a la citada fuente.
El Gobierno de Cuba niega la violencia policial contra los manifestantes del 11J, las desapariciones y las torturas, pese a los testimonios, videos e imágenes de la represión en la Isla.
En el barrio La Güinera falleció el único cubano reconocido por las autoridades: Diubis Laurencio Tejeda. Familiares y vecinos de Tejeda dijeron a DIARIO DE CUBA que no era ningún delincuente, y mostraron su repudio por la manera que este joven de 36 años cayó abatido por la bala de un policía.
Esto demuestra la mentira en que se sostiene ese régimen y los abusos a los que es capaz de llegar, para mantenerse en el poder. Los cubanos, con o sin ayuda, no vamos a tener más remedio que sacar a esta banda de delincuentes y asesinos del poder, como sea. Es que nadie los eligió. Esto que hacen no es ni legal ni nada que se le parezca, aunque digan que sí o lo nieguen por la televisión o descaradamente delante de la opinión pública internacional. Ellos saben que es contrario al derecho internacional y a las normas democráticas de cualquier país civilizado. Pobre familia, qué más le vamos a decir, si todos estamos de momento atados de pies y manos y con la boca amordazada por la fuerza. Hasta en el foro, la mayoría de los participantes emplea seudónimos, ¿por qué?, porque la dictadura lleva hasta el extranjero su represión asquerosa.