El preso político cubano Denis Solís habló por teléfono este jueves con su familia desde la prisión Combinado del Este, en La Habana, y les dijo que ya han comenzado los trámites para su liberación, que le corresponde en el mes de julio.
"Estábamos un poco estresados, preocupados por Denis, pero hoy llamó. Gracias a Dios llamó", dijo el tío de Solís, Vladimir González, a Radio Televisión Martí.
En la llamada, Denis Solís les dijo que fue sometido a varias pruebas de Covid-19, pero que había dado negativo. "Ahora las llamadas van a ser cada tres días", añadió el tío.
"No lo dejaban llamar porque el Combinado estaba en cuarentena", agregó.
El joven cantante cubano, miembro del Movimiento San Isidro (MSI), también dijo a sus familiares que el reeducador que lo atiende en prisión le anunció que ya le había ido a buscar los documentos de libertad.
"Vamos a ver qué pasa. Debe salir el 9 de julio", concluyó González.
En mayo pasado Solís estuvo incomunicado con sus familiares por más de 15 días, denunció su tío a DIARIO DE CUBA. Las autoridades pusieron como pretexto la situación ante el Covid-19, pero González consideró que era una forma de castigo. "Están silenciándolo", dijo.
La curadora de arte Anamely Ramos, miembro del MSI, dijo este jueves en una publicación en Facebook que están esperando la salida del joven activista de la cárcel.
"Hace siete meses que Denis Solís fue detenido arbitrariamente y condenado en un juicio sumario, mientras estaba incomunicado, a dos días de que se lo llevaran. Después de eso ha pasado de todo. Pero lo importante es que solo queda un mes para que Denis salga. Y lo estamos esperando", escribió.
"Lo importante, además, es que seguimos dando todo para que ningún joven cubano tenga que pasar lo que Denis pasó. Para que tengamos el derecho a tener derechos", añadió.
Denis Solís fue arrestado el 11 de noviembre del año pasado, acusado de un delito de desacato y sancionado a ocho meses de cárcel.
La detención de Denis Solís y su juicio relámpago por expulsar a un policía que entró a su casa sin autorización ni mostrar orden judicial para ello provocó que los miembros del MSI y otros activistas reclamaran su liberación.
Luego de sufrir varias detenciones y hostigamiento por concentrarse ante la estación policial de Cuba y Chacón en La Habana Vieja, los activistas organizaron un plantón en la sede del MSI, y luego de seguir sufriendo acoso a manos de las autoridades, varios de ellos se declararon en huelga de hambre y sed.
El plantón fue interrumpido por el régimen cubano, que asaltó la vivienda invocando un inexistente caso de Covid-19. La solidaridad con los activistas generó una concentración de cientos de personas ante el Ministerio de Cultura el 27 de noviembre para exigir el fin de la violencia por razones políticas y el respeto a la libertad de expresión en Cuba.
