El Museo Nacional de Bellas Artes negó este miércoles la petición de artistas cubanos que solicitaron retirar sus obras hasta que el artivista Luis Manuel Otero Alcántara sea liberado del Hospital Calixto García de La Habana, donde se encuentra secuestrado desde el pasado 2 de mayo.
La institución hizo mención a la petición sin nombrar a Otero Alcántara, ni las demandas de los más de 20 artistas cubanos. "El Museo Nacional de Bellas Artes ha conocido la petición de algunos artistas cubanos consistente en que sus obras, que son parte de la colección del Museo, no se exhiban al público y se retiren del sitio web de la institución", comenzó el comunicado.
"El Museo no acepta una demanda que no se aviene con la vocación de servicio de nuestra institución ni con el interés del público al que se debe", afirmó la institución tras explicar las políticas de adquisición de obras y decir que "ninguna coyuntura ajena al campo museal puede pretender violentar este proceder museológico".
Según el comunicado, el Museo Nacional de Bellas Artes adquiere las obras con fondos del presupuesto estatal "sin ninguna consideración extrartística para conformar una colección patrimonial de altísimo valor. Lo que ha importado, definitivamente, es el respeto a la valía de las obras, el apego a los contextos históricos, y la comprensión de las libertades asociadas a la naturaleza del arte. Tal modo de actuar es parte de una política cultural inclusiva y transparente, que concede la más alta prioridad al acceso del público a las mejores realizaciones de la cultura cubana y universal".
"El Museo adquirió las obras de estos creadores y les da un uso legítimo y provechoso para la ciudadanía. Al hacerlo, se establece una nueva relación entre el legado patrimonial preexistente y las prácticas artísticas de la actualidad", agregó.
Desde el 24 de mayo, un grupo de artistas cubanos, cada vez más amplio, demanda al Museo Nacional de Bellas Artes la retirada de sus obras hasta que Luis Manuel Otero Alcántara sea liberado del Hospital Calixto García y esté seguro en su residencia permanente en la calle Damas 955, San Isidro, La Habana Vieja.
La iniciativa comenzó con los artistas Tania Bruguera, Sandra Ceballos, Tomás Sánchez, Marcos Castillo, el dúo de artistas Celia y Yunior y Reynier Leyva Novo. Las otras demandas al Bellas Artes en apoyo a Otero Alcántara son que haya "garantía de acceso a sus familiares, amigos y colegas a su residencia, para comprobar su estado de salud físico y mental" y la "eliminación del cerco policial que tiene desde noviembre de 2020".
La familia de la pintora cubana Amelia Peláez también se sumó a esta iniciativa. "En la Fundación Amelia Peláez valoramos los derechos humanos por encima de todo. Luis Manuel Otero Alcántara está siendo detenido ilegalmente por el régimen cubano y pedimos su liberación junto con la liberación de todos y cada uno de los presos políticos de conciencia que tiene el régimen", señaló un comunicado.
"Apoyamos al 27N, al Movimiento San Isidro y a todos los cubanos del mundo que quieren una Cuba diversa y democrática liderada con respeto, compasión y coraje por un Gobierno elegido por nuestro pueblo", agregó la Fundación Amelia Peláez.
La prensa oficialista llamó "mercenarios" a los artistas que piden la liberación de Otero Alcántara y solicitan al Museo Nacional de Bellas Artes la retirada de sus obras.
Más de 20 creadores apoyan las demanda de libertad y el cese del hostigamiento de la policía política a Luis Manuel Otero Alcántara, entre ellos César Leal, Jorge Luis Marrero, Sandra Ramos e Ibrahim Miranda. Tomás Sánchez dijo que "la criminalización de la diferencia no es ni será un camino para la convivencia" en Cuba.
Ya escribí el otro día que hay que ir y desmontar esas obras y llevarselas personalmente para sus casas. Si no, ahí seguirán en el museo.
Otro de tantos motivos que justifica una intervención antiterrorista en la finca
El Museo de Bellas Artes, que no es una isla independiente, sino pertenece al MINCULT del régimen, con las obras de estos artistas incrementa el prestigio de su colección, pero al mismo tiempo a esos artistas en medios oficiales se les llama mercenarios, pagados por el enemigo, y a algunos, como Tania Bruguera, se les acosa y detiene por protestar injusticias; obras de otros, como las de Tomás Sánchez, las exhiben, no en museos, sino en las paredes del edificio del propio Comité Central. ¿En qué quedamos? ¿Son mercenarios o no lo son? ¿Están pagados por campañas del enemigo o simplemente se solidarizan con un colega secuestrado? Cuando conviene, la política del régimen de "contra la revolución nada" o se viola o resulta ambivalente.
Mariquita, mariquita, lo que se da no se quita. Jajajaja !!!!