'Nos han sometido más por el engaño que por la fuerza'

El activista Evert Oscar Matos, a quien la policía política de Holguín tuvo detenido cuatro días tras sacarlo por la fuerza de su casa en Moa, y que fuera liberado bajo fianza el pasado viernes, denunció que lo acusan por los presuntos delitos de "propaganda enemiga" y "otros delitos contra la Seguridad del Estado".

Aparentemente, el aparato represivo del régimen quiere además imputarle que recibe financiamiento del exterior a partir de unas recargas telefónicas que recibiera. 

"Intentan valerse de que tengo recargas en mi tarjeta. Las pruebas de las que intentan servirse: tienen mi teléfono en su poder, que no espero que me devuelvan. Aunque tengo entendido que las pruebas arrebatadas sin mi autorización es una violación y no pueden ser tenidas en cuenta en un juicio", denunció a DIARIO DE CUBA.

Matos sufre hostigamiento debido a las denuncias que hace en sus redes sociales de la situación de vulneración de derechos que viven los cubanos. Comenzó a publicar en diciembre diversas denuncias, incluyendo las protestas de los habitantes de Moa por las condiciones de vida que sufren, en el canal de YouTube titulado "El Caimán Libre". 

El pasado 16 de enero, varios uniformados, dirigidos por un oficial de la policía política que se identificó como el mayor Parra, se presentaron en su vivienda y lo arrestaron con violencia. En una directa de Matos en su muro de Facebook se aprecia el arribo de los agentes a su apartamento. La transmisión de lo ocurrido se interrumpe cuando el presunto mayor le arrebata el teléfono. 

"Me forzaron a salir de la casa a empujones. Les dije que era una arbitrariedad, que estaban violando mis derechos y que estaban allanando mi domicilio. El jefe de Sector me seguía dando empujones y me dijo que me callara. (...) Cuando les dije que se van a hacer famosos porque los saqué por las redes cometiendo violaciones in fraganti, me dicen: 'Eso a nosotros no nos va a hacer nada'."

Posteriormente, los agentes hicieron un registro en la vivienda. "Dicen que efectuaron el registro con dos testigos que no llegué a verles la cara. Ocuparon hasta dos cables de unos cargadores que no sirven. También dos memorias, una pañoleta rota que tiene la bandera de EEUU, dos líneas de teléfono que había comprado en la promoción de fin de año, mis tarjetas de banco, un montón de papeles viejos, algunos carentes de valor. Hasta los recibos de la electricidad", señaló.

"En Instrucción penal, el instructor Jorge me dijo que ellos no habían violado nada, pues como mi papá es el dueño de la casa y les había dicho que no tenía nada que esconder, que podían registrarla, se basan en eso. Mi papá no estaba en la casa, está viviendo con su esposa, y a mí no me explicaron, ni me enseñaron orden", denunció.

"A mi familia le llenaron la cabeza de cosas, los intimidaron con mi caso, con hacerme tocar fondo. Mi familia, como la más común de Cuba, es prácticamente ignorante de que somos sujetos de derecho y de que nos los han vulnerado. El cubano siempre como que está predispuesto por inducción a rebajarse, a aguantar, y aunque le lata fuerte el corazón en el pecho tiene ese miedo sembrado en el ADN a reclamar, a preguntar por qué, a exigir".

Durante la detención, los represores no permitieron a Matos comunicarse con sus familiares hasta que decidieron imponerle una fianza de 1.000 pesos antes de liberarlo. Fue entonces que le dijeron que los llamara para que fueran de Moa a Holguín a pagarla.

Asimismo, Yanet Rodríguez, miembro de la Red en Defensa de los Derechos Humanos, que tuvo a su cargo la presentación de un recurso de Habeas Corpus a favor de Matos ante la Fiscalía Provincial mientras estuvo en paradero desconocido, también fue citada y amenazada por la Seguridad del Estado.

Matos confesó que comenzó su activismo para exponer realidades y compartir en sus redes declaraciones con las que se identificaba.

"Me sentí asqueado con las tiendas en MLC, con todo lo que se estaba haciendo, me fui al parque de la WiFi e hice mi primera directa. Sentí que me aliviaba enormemente. Y cuando vi las muestras de complicidad, de identificación de la audiencia, se evidenció que no estoy solo, que ningún cubano está solo, que lo que nos falta es estar más cohesionados".

Para ello, pidió el apoyo a su canal para ponerlo a disposición de la "legítima oposición en Cuba para contrarrestar la campaña de desinformación de la radio, la televisión y la prensa cubanas contra el pueblo. Así nos han sometido más por el engaño que por la fuerza durante más de seis décadas. Es hora de que tengamos un canal propio, de que tengamos voz, de volver a sentir la necesidad de vivir con decoro y con dignidad".