La Seguridad del Estado cubana liberó al líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, tras mantenerlo ocho horas detenido el miércoles por el simple hecho de salir de su casa y desafiar el cerco policial que por más de seis meses existe alrededor de la sede nacional de la organización opositora en Santiago de Cuba.
Poco después de ser liberado, Ferrer contó a DIARIO DE CUBA que uno de los agentes del operativo de vigilancia lo encaró y ofendió cuando él salió a la calle y se dirigió a la esquina de su cuadra, tras percatarse de que se estaba reforzando la vigilancia debido a que los activistas Roilán Párraga Ferrer y Fernando González Vaillant estaban preparándose para salir a distribuir los alimentos que allí preparan para ancianos y personas necesitadas de la ciudad.
"Estaban listos para robarles la comida, por eso salí y un agente que se hace llamar Michel me encaró para decirme que qué hacía yo allí", contó Ferrer, quien le ripostó que eran él y el resto de los militares de civil apostados en el lugar quienes hacían algo ilegal y violatorio de los derechos de los ciudadanos.
"Este esbirro llamó a otro, llamado Alexis Atié, alias Abdiel, quien me dijo que tenía que volver a mi casa, reconociendo que ellos allí tienen una zona de seguridad y para eso tienen acordonado el perímetro alrededor de la sede nacional. Les dije que todo eso era un delito, porque su cerco es para robar los alimentos de las personas necesitadas", señaló.
Finalmente, los policías políticos llamaron a dos agentes policiales y les ordenaron detener al líder opositor. Como no pudieron explicarle qué delito había cometido, cargaron con él entre cuatro personas.
"Me tiraron de cabeza dentro de la patrulla policial", relató el opositor, y lo despojaron de su teléfono móvil. Luego lo condujeron a una zona en las afueras de Santiago de Cuba, conocida como El Chorrito, y tras varias horas el jefe de enfrentamiento provincial, llamado Lázaro Ollanier, lo condujo hasta Puerto Boniato.
"Allí trató de negociar conmigo a partir de la prohibición de entrada al país de mi hija, ocurrido ayer. Dijo que no quieren enfrentamiento contigo, pero es que tienen un 'perímetro de seguridad' cerca de mi vivienda Le dije que eso era criminal, que mientras el país está que da pena ellos impiden alimentar a viejitos que nos cuentan que la comida que les dan en los comedores es pésima. Me tuvo que reconocer que eso era verdad, que ellos iban a ser más flexibles, pero como siempre todo es culpa del 'bloqueo'".
"También me dijo que mientras repartiéramos comida no había problema, pero que no podían permitir nuestras acciones de protesta, aunque reconoció que ahora aparecían menos grafitis en las calles. Le aclaré que eso era resultado de la cantidad de coordinadores de la organización que me han metido en la cárcel, o que han obligado a salir del país. Que lo poco que nos queda de nuestro ínfimo financiamiento hay que dedicarlo a alimentar a las personas que están pasando hambre", señaló.
Finalmente, Ferrer fue dejado en libertad sin multa ni heridas. Al regresar a su vivienda, supo que poco después de su detención la Policía acosó y decomisó sus productos a cinco vendedores por cuenta propia de su cuadra.
"No puede olvidarse que este asedio de más de seis meses, el operativo policial permanente, es debido al incremento del activismo de nuestra organización", subrayó el líder opositor.
