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Represión

Tras una campaña en redes las autoridades cubanas revierten dos sanciones marcadas por el racismo y la homofobia

Una pareja de cubanos fue multada y apercibida con una carta de advertencia mediante un arbitrario procedimiento policial.

La Habana
Elier Crespo, el ciudadano multado.
Elier Crespo, el ciudadano multado.

Tras una breve campaña en redes sociales y gracias a la actuación de la Alianza Unidad Racial, una organización independiente integrada principalmente por juristas, fue retirada tras cuatro días de reclamaciones una multa de 2.000 pesos al miembro de la Alianza Afro-Cubana Elier Crespo y una carta de advertencia a su pareja, Yasmani Licea, impuestas por agentes policiales que mostraron un accionar homófobo y racista.

El origen de las sanciones data del pasado 7 de noviembre, cuando ambos ciudadanos se encontraban esperando el transporte público en el Parque de la Fraternidad de La Habana Vieja para regresar a sus viviendas, y sin aparente justificación dos agentes policiales les pidieron identificación y les revisaron sus pertenencias, entre las que encontraron una botella de ron ya empezada en la mochila.

El hallazgo de la bebida alcohólica motivó a que los agentes asumieran que ambos estaban consumiéndola en la calle, pese a que no realizaron comprobación ni mostraron evidencia de ningún tipo, denunció la Alianza Afro-Cubana en su página de Facebook.

A continuación, ambos ciudadanos fueron arrestados y trasladados a la estación policial de Cuba y Chacón, donde uno de los oficiales ofendió verbalmente a Crespo llamándole "infeliz" al descubrir que este había anotado su número de identificación (338837) para posteriormente denunciar la arbitrariedad del proceso.

Dentro de la estación Yasmani Licea fue coaccionado para que firmase la multa de 2.000 pesos, ante lo que se negó mientras un oficial le decía: "¿Tu eres hombre o mujer? Deja la mariconería y firma".

La Alianza Unidad-Racial denunció el actuar homofóbico del oficial, "supuesto protector de los derechos de cada ciudadano sin distinción de color de la piel, sexo, orientación sexual", quien infringió el Art.42 de la Constitución, que indica que "todas las personas iguales ante la ley, están sujetas a iguales deberes, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de sexo, género, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o cualquier otra distinción lesiva a la dignidad humana. La violación de este principio está proscrita y es sancionada por la ley".

Posteriormente, el 9 de noviembre, Elier Crespo se dirigió con el acompañamiento de la Alianza Unidad-Racial hacia la Fiscalía Municipal de La Habana Vieja, donde "se le negó recibir la carta de reclamación, violando así el artículo 61 de la Constitución de la República de Cuba, que regula el derecho de cada ciudadano de emitir quejas, peticiones, solicitudes y recibir la adecuada respuesta dentro del tiempo que fija la ley", indicó la organización.

"Cualquier tipo de violencia policial, sea verbal, física, psicológica es altamente inexcusable. Debe quedar claro que la función policial debe en todo momento observar los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad, así como la prohibición de tratos crueles o degradantes contra cualquier persona", añade la nota.

Ante el actuar discriminatorio de los oficiales cubanos, cada vez más común, la organización recordó que en el mundo los abusos policiales han desatado numerosas protestas en los últimos meses, por lo que esperan que "las autoridades correspondientes tomen medidas frente a la violaciones y abusos cometidos por agentes del orden público contra personas por motivos de su orientación sexual o color de la piel".

"Basta de racismo, homofobia y violación de la Constitución, es del c... que te acusen injustamente y te quieran multar para colmo", escribió Elier Crespo en sus redes sociales.

La activista antirracista Aracely Rodríguez Malagón, quien también fue víctima de abusos policiales durante el mes de julio, afirmó que "eso no se puede permitir", pues "es un ejemplo más de tantos que ocurren a diario".

La abogada Deyni Terry Abreu, una de las que asesoró a Crespo y Licea en sus reclamaciones, escribió que "la Policía tiene que entender que el uniforme es parte del reglamento y no puede convertirse en un arma de coacción. Si tanto criticamos a la policía de otros países, qué hacemos reproduciendo patrones dictatoriales y abusivos".

Raúl Soublett López, coordinador de la Alianza Afro-Cubana, agradeció públicamente a la Alianza Unidad-Racial, a Terry Abreu y a la presión en las redes sociales para que "finalmente se hiciera justicia en este caso de violación".

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