El descontento contra el chavismo se manifiesta en pueblos y ciudades medianas

Los nombres de Nirgua, Tucupido, Tucupita, Valle de la Pascua, Guanare o Chivacoa, tal vez le digan poco o nada al lector internacional. Son poblaciones de Venezuela, pueblos o ciudades intermedias, en las que ahora se manifiesta el descontento social, potenciado por la escasez generalizada de gasolina y su impacto en aspectos claves como distribución de alimentos, atención sanitaria y hasta traslado de cadáveres.

Durante los últimos días de este mes vienen registrándose manifestaciones pacíficas, en general, en poblaciones que se distinguían por registrar una votación e identidad mayoritariamente chavista.

"Se trata de poblaciones en las que antiguamente el chavismo obtuvo ventajas de diez a uno en votaciones y en donde existen redes de control social a través de las cajas o bolsas CLAP de alimentos que reparte el Estado entre los más pobres", asevera a DIARIO DE CUBA el politólogo Luis Francisco Cabezas, quien además de analista es un veterano activista social venezolano.

Un aspecto llamativo en esta ola de protestas es la ausencia de rostros conocidos de la dirigencia política opositora regional o municipal. No son manifestaciones convocadas por el liderazgo político democrático, al menos no el que conducen figuras como Juan Guaidó, Henrique Capriles o María Corina Machado.

Este lunes el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) documentó 76 protestas en Venezuela. Se trata de una cifra bastante elevada. En agosto pasado, según esta ONG especializada, en el país se registraron 25 protestas cada día. Hace un año, en septiembre de 2019, el promedio fue de 24 por cada día.

Venezuela estuvo prácticamente diez semanas sin suministro de gasolina entre marzo y mayo pasado. En ese momento, el Gobierno de Nicolás Maduro aprovechó el inicio de la crisis del Covid-19, ya que los primeros casos en Venezuela se registraron el 13 de marzo, y justificó la ausencia de combustible como una restricción sanitaria para evitar que la población se movilizara.

En aquel ciclo no se registró un volumen significativo de protestas. Al contrario, en este nuevo ciclo del país expetrolero sin combustible, está a flor de piel el malestar social. Se combinan la ausencia de gasolina, el control militar de las pocas estaciones de servicio en funcionamiento y un mercado negro controlado por uniformados que coloca cada litro de gasolina entre tres y cinco dólares.

Desde el 1 de junio pasado, el régimen venezolano decretó una dolarización de la gasolina. Según el Gobierno el precio tope por cada litro es de 0,5 dólares. La aguda escasez ha profundizado problemas ya existentes con la distribución de alimentos, el transporte sanitario y hasta el traslado de cadáveres.

Junto a la falta de gasolina, en Venezuela se ha extendido la ausencia de gas doméstico (también en manos del Estado), los constantes cortes eléctricos que tienen una duración variable entre cuatro y ocho horas y junto a ello cortes en el suministro de agua potable y del servicio de internet.

Marino Alvarado, defensor de derechos humanos y un conocedor a fondo de las provincias venezolanas, detalló a DIARIO DE CUBA lo que a su juicio son las cinco características principales de las protestas que se vienen realizando fuera de las grandes ciudades de Venezuela.

"Son esencialmente pacíficas; están relacionadas con reclamos por servicios públicos y contra las irregularidades en distribución de gasolina; es notable la amplia participación de mujeres; no existe una coordinación entre las distintas manifestaciones ni se evidencia una conducción política", sostiene Alvarado.

Para Alvarado resulta llamativo el comportamiento de los manifestantes. No hay una confrontación con las fuerzas militares o policiales y, al contrario, se trata de dialogar con los uniformados "para que entiendan razones de las protestas". Esto, sin embargo, no ha impedido en algunos casos que la respuesta oficial sea la represión.

A juicio de este activista, las protestas se vienen produciendo en pequeñas poblaciones donde la crisis se expresa con más contundencia.

Dejando en evidencia lo denunciado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, sobre las distintas arbitrariedades por parte del régimen de Maduro, la noche de este domingo en Nirgua (estado Yaracuy) cinco personas detenidas por manifestarse fueron acusadas de "terrorismo" por parte de la Fiscalía General.