'Bajanda, perra': esbirros y turbas castristas contra activistas pacíficos en Cuba

Dos menores son violadas por agentes en La Habana: "qué hacían solas". Dos jóvenes han sido asesinados por policías en lo que va de año: "eran ladrones", "algo habrán hecho". Arrestan a activistas pacíficos que querían celebrar el día de la rebeldía nacional: "nada nuevo", "más de lo mismo", "como siempre". ¿Se acostumbraron tanto los cubanos a la violencia policial que la ven como algo normal?

Tras detenciones arbitrarias realizadas en días anteriores, este 10 de octubre de 2020 un grupo diverso de activistas firmó una declaración para hacer constar que no se acostumbran a la violencia policial, y que salían a la calle porque "si se meten con uno, se meten con todos".

Se dirigían a la sede del Movimiento San Isidro (MSI), donde se iba a celebrar un concierto para inaugurar el espacio luego de una remodelación. Pero allí les esperaba otro tipo de "actividad cultural".

'Vamos pal concierto' a las 4:20 PM

El matrimonio compuesto por la actriz Iris Ruiz y el poeta Amaury Pacheco salió de su casa en Alamar sin dificultades. No había vigilancia policial, como puede verse en la directa que realizara la pareja en Facebook.

Tomaron un taxi y a la salida del túnel vieron que les seguía el teniente Santos en una moto. "Sigue directo para Cuba y Chacón", gritaba el oficial al taxista, relató Iris.

"Eh, ¿y ese tipo quién es?", preguntó el chofer a la pareja de activistas. El agente de la Seguridad "parecía un loco, gritando solo en la moto".

Desde el taxi Amaury increpó al teniente Santos y se negó a ir a la estación. Luego le pidió al chofer que parará, pero no esperó a que este lo hiciera y se lanzó del auto. El chófer del taxi dio un frenazo. Iris también se bajó. Pagaron al taxista y siguieron a toda carrera por el césped que bordea la salida del túnel. Iris pensó que podían haber sido atropellados. Al llegar arriba, ya en la calle, trataron de hacer una directa, pero no les funcionó internet en el celular.

La policía especializada los detuvo en las inmediaciones del bar Cabaña. Allí también estaba el oficial Santos, que había detenido al taxista y lo conducía a la estación de Cuba y Chacón.

Iris y Amaury fueron llevados a la estación policial, retenidos hasta las 8:00 PM y luego devueltos a su casa. "Nadie nos interrogó ni nos dijo nada", explicó Iris, y señaló que lo que sí le pidió Santos fue que le diera el teléfono, alegando que en una detención anterior ella lo había grabado.

Tras ser llevados de vuelta a casa, el oficial Santos les devolvió los carné de identidad y el teléfono, pero se quedó vigilándolos toda la noche en un círculo infantil aledaño a la vivienda del matrimonio.

Mientras estaban en la estación, Iris y Amaury lograron ver al científico Oscar Casanella, que también había sido detenido.

Violencia verbal y física

Otros activistas sí lograron llegar hasta la sede del MSI, pero la encontraron cerrada y en la calle había "un acto cultural". El productor Michel Matos realizó una directa llegando al lugar, acompañado por la activista Kirenia Yalit Nuñez, la productora Aminta de Cárdenas, y las artistas Tania Bruguera y Camila Lobón.

"Un vocero con un micrófono comienza a envalentonar a esa masa, a esa horda paramilitar" contra nosotros, contó Michel.  Una turba, compuesta mayormente de señoras mayores, se abalanzó sobre ellos. "No eran personas del barrio", señaló la artista Camila Lobón, de 25 años, la más joven de las detenidas.

Se trataba de personas llevadas por la Seguridad del Estado para realizar un acto de repudio.

"Agreden a Tania, empujan a Camila, a mí me arrebatan el teléfono celular, un hombre de la Seguridad me agarra por el cuello, con una especie de llave, me empieza a alejar de la multitud, me llevan hasta la esquina. Pierdo de vista a las personas con las que venía. Me esposan y me llevan hasta unos almacenes. Desde allí, a través de las rejas, veo cómo la multitud grita y empuja a Tania, Camila, Aminta y Kirenia", recordó Michel.

Michel fue sacado del almacén, le cambiaron las esposas, y al hacerlo, un oficial le torció el dedo pulgar de la mano izquierda. "Todavía lo tengo dañado, no lo muevo muy bien, lo tengo adolorido. Ya se bajó la inflamación, pero me duele mucho", dijo el productor, miembro del MSI.

"A Tania fue a quien más agredieron fisicamente, le pegaron, le halaron los pelos", relató Michel. "Aquello era intolerable, un vomito de odio ahí vertido. Fue un momento muy tenso. Nos manejamos bien, hasta donde pudimos, pero cada uno en su interior supongo que tenía un estado nervioso producto de aquello".

'Bajanda, perra'

¿Qué pensará Chocolate MC de que usen su música como referencia para agredir a activistas pacíficos siendo el reguetonero uno de los exponentes urbanos que se ha manifestado en contra del régimen? Un hombre en el acto de repudio gritó a Tania Bruguera: "bajanda, bajanda, perra, mercenaria, cochina, gusana", y luego siguieron los usuales gritos colectivos de "Fidel", como si el dictador no estuviera tan muerto como la propia revolución.

¿Qué pensará Pablo Milanés de que sus canciones sean usadas en estos falsos eventos culturales que sirven de pantalla para reprimir? Sabemos lo que piensa su hija, la cantante Haydée Milanés:  "No hay justificación para un trato violento e irrespetuoso, y mucho menos cuando se trata de personas pacíficas. No podemos olvidar que la libertad de expresión y de pensamiento es un derecho fundamental", dijo la artista ante la represión de este fin de semana, y sobre todo para condenar el trato dado a la curadora Anamely Ramos, otra de las detenidas en esa jornada represiva.

Reguetón a todo volumen y ventanillas cerradas como tortura

Para unos no era la primera vez, pero nadie se acostumbra a un mitin de repudio. Kirenia Yalit ha sido víctima de otros actos similares, pero confesó que nunca con tanta agresividad. "Para mí que estaban tomando… La pretensión era agredirnos físicamente. Yo recibí varios empujones porque me quedaba detrás tratando de proteger a Aminta", que iba con una muleta por una lesión reciente.

Expulsadas del barrio de San Isidro por una masa de gente que gritaba el himno nacional, las cuatro activistas fueron introducidas juntas en una patrulla, en una "aparente manera de salvarnos porque la turba estaba enardecida", recordó Kirenia. Aunque en realidad "ellos [los policías] estaban permitiendo que llegaran a la agresión física".

La periodista de CiberCuba Iliana Hernández realizó una directa en Facebook mientras llegaba al lugar. Presenció cómo Michel Matos era llevado a los almacenes esposado, y se encaminó hacia la turba, se abrió paso y al llegar junto a la patrulla gritó: "democracia". También fue arrestada.

La presencia de los activistas en San Isidro debió tomarles por sorpresa, pues al parecer no había oficiales de la Seguridad de rango en el operativo, apuntó Kirenia. Retuvieron a los detenidos en las inmediaciones del lugar hasta que apareció la teniente coronel Kenia, "relativamente famosa" entre los activistas.

"La patrulla dio una vuelta y nos dejaron bajo el sol a las cuatro metidas ahí", indicó Kirenia, quien sufrió al día siguiente dolores de columna por el tiempo prolongado en una postura incómoda. También señaló el agobiante calor porque tenían las ventanas cerradas.

Michel fue encerrado en una patrulla bajo el sol una hora y media: "Fue un rato muy desagradable, apabullante. Toda mi ropa se empapó terriblemente de sudor, porque te trancan y cierran las ventanas del vehículo. Comencé a sudar y sudar, sientes que vas a colapsar… A veces el de la Seguridad venía y yo le pedía que bajara la ventanilla de adelante, y él decía que eso no se podía hacer".

Entremedias podía escuchar alguna conversación entre policías: "¿Tú sabes por qué nosotros estamos aquí? Porque no le meten una bola de años a esta gente". A lo que Michel reaccionó diciéndole a los oficiales que ellos, los activistas, no estaban haciendo absolutamente nada, que habían asistido a una casa privada, mientras que las fuerzas del orden eran las que estaban convocando a un acto violento al enviar a hordas para repudiarlos. "Los policías me mandaban a callar".

La escritora Katherine Bisquet fue arrestada violentamente al llegar a casa de Anamely Ramos, como pudo verse en una directa realizada por el profesor Osvaldo Hernández. Katherine reconstruyó su detención en un artículo publicado por la revista El Estornudo, donde narró el mismo modus operandi de la policía al encerrarla en una patrulla cerrada, con el añadido de música reguetón a todo volumen.

Una oficial de no más de 20 años le dijo a Katherine: "Para que veas que en esta patrulla no te tratamos mal, te voy a poner música".

"Subió el volumen lo suficientemente como para que el resto de los policías ya en la calle pudieran escuchar. Mientras las jóvenes oficiales movían el culo, reían y hacían cuentos afuera, yo permanecía en la patrulla, ahogándome de calor con las ventanas cerradas. Era su momento de descanso, pensé. Tenerme encerrada allí mientras esperaban órdenes. Yo solo rumiaba una delgada brisa de aire que entraba cuando alguna de ellas abría la puerta para coger algo o cambiar el tema de la casetera del carro. Trataba de recordar esa brisa, de retenerla en la mente, pensaba en un verso. Le pedí algo con qué escribir a una de las oficiales para apuntar aquellas palabras que se mezclaban con el sudor que me chorreaba por las piernas. El bolígrafo que hay no tiene tinta. Coño, pensé, hoy al menos no podrán poner multas. Hasta entonces conservaba la calma, el humor, la vida", contó la poeta.

Para Oscar Casanella, después del momento de la detención, el otro más desagradable vivido ese día fue cuando estuvo una hora dentro de una patrulla, esposado con las manos a la espalda, sudando: "pensé que me iba a desmayar", recordó el activista. El vehículo estaba aparcado frente a unos carteles de Fidel y Raúl Castro: "esto no puede ser casualidad, esto parece una tortura física y psicológica".

La periodista de Cubanet Camila Acosta, una de las firmantes de la declaración, contó en una directa los pormenores de su detención. A ella también la retuvieron dentro de una patrulla por un tiempo prologando. Como tiene problemas en los riñones, pidió ir al baño, pero los agentes se negaron. Entonces la periodista decidió orinar dentro de la patrulla.

Uno de los logros de ese día fue la difusión en tiempo real de lo que estaba ocurriendo a través de las directas en Facebook. Lo que contribuyó a que las detenciones fueran denunciadas de inmediato en las redes sociales y la prensa independiente. Todos los activistas arrestados fueron liberados horas después.

Se pone en evidencia de que las nuevas tecnologías son fundamentales para la protección de los activistas y para documentar los atropellos que se viven en la Isla. La policía política también lo sabe. Por eso le devolvieron el teléfono totalmente roto a la periodista Camila Acosta. Algo que para ella solo enciende más su ímpetu: "mi rebeldía es proporcional a la represión", escribió en su cuenta de Facebook.