En la mañana del sábado la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Mayarí, Holguín, devolvió las mangueras incautadas siete días antes a una familia de campesinos pobres en el barrio rural de Colorado.
Los hermanos Yasmany y Luis Alberto Torres Carballosa, que fueron citados desde el día anterior para que se presentaran en la Unidad de la PNR, las recibieron de vuelta sin ninguna explicación sobre la causa de la incautación, ni sobre los resultados de la supuesta investigación al respecto.
"El policía que nos atendió fue muy amable. Muy diferente a los anteriores. Aquellos otros nos amenazaron con quitarnos todo, como un chantaje. Y hubo uno la semana pasada que se burlaba de nosotros en la estación, como si quisiera provocarnos para que perdiéramos la cabeza y aplicarnos el famoso 'desacato a la autoridad'. Ahora fue muy diferente, un policía como debe ser, respetuoso con uno, que no nos trató como a delincuentes", declaró Yasmany a DIARIO DE CUBA.
"Es un gran alivio recuperar nuestras mangueras —explicó Luis Alberto—. Primero porque son nuestras y las compramos legalmente en la tienda; segundo porque nos hacen mucha falta para regar los sembrados; y tercero porque ya no venden más desde hace varios años y sabe Dios cuándo volveríamos a tener posibilidad de comprar otras".
"Fue un abuso lo que pasamos, sin haber hecho nada para merecerlo, y estoy seguro de que haberlo denunciado por todos lados ayudó a recuperarlas. Yo mismo lo divulgué por varias vías en internet", consideró.
Según el campesino, "a nadie más le han devuelto nada y son muchas las personas que han sufrido registros de la Policía en las últimas semanas".
"Mucha gente me criticó, dijo que era peor quejarse porque luego la policía se podía ensañar en nosotros, pero yo siempre creí que cuando uno tiene la razón no es buena idea quedarse callado con lo mal hecho", opinó.
En el momento de la incautación, la dueña de la propiedad, Cecilia Carballosa Beltrán, manifestó en su declaración sentirse "bajo asedio policial" en su hogar "por dos días seguidos".
"No tenemos nada deshonesto, somos solamente campesinos pobres y Testigos de Jehová. No cometemos delitos por convicción religiosa, únicamente trabajamos para sobrevivir", dijo en esa ocasión.
Según el testimonio del periodista de DIARIO DE CUBA en ese territorio, Osmel Ramírez Álvarez, que es yerno de la afectada, "la familia está muy aliviada y agradecida por las muestras de solidaridad recibidas por muchas vías, entre los vecinos de la comunidad y por internet".
"Es muy positivo que la policía rectifique un error, ya sea por voluntad propia o presionada por la opinión pública, cosa que ahora es posible gracias a internet", dijo Ramírez.
"Pero ojalá no fuese solo en un caso puntual, sino que lo hicieran siempre que se equivoquen. Y mejor aún sería que abandonara esa horrible práctica de aterrorizar al pueblo con operativos en los barrios en busca de ilegalidades, en un país donde prácticamente todo es ilegal si se quiere interpretar así", concluyó.
