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El MININT suspende las visitas familiares y limita la entrada de alimentos a los prisioneros

Solo dejará pasar productos en envases originales y prohíbe las comidas preelaboradas ante la epidemia del nuevo coronavirus.

La Habana
Cárceles cubanas.
Cárceles cubanas. AP

La Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones del Ministerio del Interior de Cuba decidió suspender las visitas familiares y limitar la entrada de los alimentos que reciben mensualmente los reclusos en medio de la crisis de coronavirus, según informó Martí Noticias.

El medio, que recibió declaraciones de familiares de presos y activistas de derechos humanos, precisó que los productos alimenticios enviados a los reos ahora tienen que estar sellados en sus envases originales y quedaron prohibidas las comidas preelaboradas.

Desde Santiago de Cuba, Ovidio Martín Castellanos, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), quien estuvo hasta febrero en la prisión de Aguadores de esa provincia, afirmó que la medida será devastadora para los prisioneros, quienes dependen de la "jaba" familiar con comida.

"Los presos sobreviven con lo que les llevan los familiares porque la alimentación que provee la prisión es mínima y de pésima calidad", comentó.

Yamilka Abascal, esposa del preso político José Rolando Casares Soto, miembro de la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana, quien cumple una condena de cinco años por el "delito de desacato" en San Juan y Martínez, Pinar del Río, indicó que desde hace diez días no habla con su esposo porque la pandemia complica las comunicaciones desde el penal.

Según Abascal, las autoridades "permiten nada más entrar confituras y productos en conserva".

"En realidad no hay nada como para que uno pueda llevarle todas las cosas que necesita", aclaró la joven.

En enero, el Tribunal Municipal de San Juan y Martínez, en Pinar del Río, negó la libertad condicional a Casares, a pesar de haber cumplido ya, más de la mitad de la condena y violando lo que estipula la normativa.

En Holguín, Ramón Zamora, quien recibe denuncias desde las prisiones, agregó que ahora los familiares tendrán que ir a las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) para comprar alimentos y, subrayó, la mayoría de ellos no cuentan con ese dinero.

"Va a ser dificilísimo que muchos puedan abastecer a su familiar dentro de la prisión para que se pueda alimentar", indicó.

Según reportes desde la isla, los presos apenas tienen acceso al agua y productos de higiene personal. 

Graciela Suárez, madre del preso político Humberto Real Suárez, de 51 años, quien está recluido en la prisión provincial de Agüica, donde ya cumplió 24 años de una condena de 30, dijo: "Puede ir un familiar y llevarle los alimentos en un saco con el nombre de él y dejarlo allí a los oficiales. Lo que va a ser muy difícil es conseguir qué llevarle. Lo que dejan (entrar) son las cuatro cosas que no hay en el país. Qué le voy a llevar yo a mi hijo".

En Sibanicú, Camagüey, Jiordan Marrero Huerta, quien atiende a los reclusos del territorio agramontino, se unió al reclamo a las autoridades para que liberen a los presos políticos.

"Hoy más que nunca debemos exigirle a la dictadura comunista que ponga en libertad a los prisioneros políticos cubanos", concluyó.

Con las últimas medidas tomadas por el Gobierno ante la Covid-19 la situación se complica para muchos presos políticos que han sido trasladados a grandes distancias de sus residencias. Es el caso de la activista Aymara Nieto, que fue enviada a una prisión en Las Tunas, a 600 kilómetros de donde reside, lejos de sus hijas menores de edad.

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