La independiente Fundación para los Derechos Humanos en Cuba advirtió este lunes que la disminución "notable" de las detenciones en la Isla "no se debe a que las autoridades se hayan vuelto más benévolas, sino a la mayor eficacia de las denuncias de cada vez más ciudadanos con acceso a tecnologías digitales".
"Los represores y sus líderes partidistas y estatales desean mantener el mismo nivel de control represivo, pero atenuando su exposición pública", sostiene el comunicado de prensa emitido por el grupo defensor de los derechos humanos.
La organización con sede en Miami también mencionó otras causas que han obligado al régimen cubano a cambiar sus métodos represivos contra activistas pacíficos, periodistas independientes, opositores políticos y voces críticas en general.
Se refiere a "la creación en el exterior de bases de datos personalizadas con la información sobre los represores", las sanciones internacionales contra el Gobierno cubano y algunos de sus jerarcas, y la deportación a la Isla de varios represores que se habían establecido en EEUU.
Según la Fundación, las detenciones en Cuba disminuyeron "notablemente" en los últimos tres años. Mientras que en 2016 se reportaron 9.942 arrestos arbitrarios, en 2018 fueron 2.873, de acuerdo con los datos compilados por la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
La reducción de las detenciones en casi un 71% también se debe al reajuste de los métodos represivos empleados por el régimen, tras la repulsa mundial que generaron las condenas dictadas contra 75 opositores y miembros de la sociedad civil independiente, durante la ola represiva conocida como "Primavera Negra", en 2003.
Durante años, el Gobierno "se enfocó en miles de breves detenciones arbitrarias y sanciones prolongadas, sin dejar de utilizar amenazas, golpizas, actos de repudio y otras formas de coerción de alta visibilidad", argumenta el comunicado de la Fundación.
Sin embargo, en la actualidad la "presión" sostenida contra el régimen ha generado un cambio en la "metodología represiva".
Entre las nuevas tácticas, la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba menciona las prohibiciones de salida del país (las llamadas "regulaciones" migratorias) y el recrudecimiento de medidas administrativas contra personas que no militan en organizaciones opositoras, pero que se consideran voces críticas.
Asimismo, se incluye el arresto arbitrario de activistas y periodistas independientes dentro de sus propias casas, la fabricación de delitos comunes para condenar a prisión a líderes políticos, así como las amenazas contra figuras prominentes de la sociedad civil o "personas incómodas" para que abandonen el país.
A principios de diciembre, el Centro Cubano de Derechos Humanos, con sede en La Habana, ya había denunciado el mismo cambio de las herramientas de "contención" de activistas disidentes y líderes políticos.
"Noviembre fue un mes en que cambiaron las tácticas represivas de la dictadura y comenzaron a usar una vieja fórmula para sustituir las detenciones: mantener encerrados en sus casas a los disidentes, con la presencia de oficiales de la policía política y patrullas policiales, para no permitirles salir", reza un informe divulgado por el grupo.
En ese nuevo contexto la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba pidió a las organizaciones internacionales y la sociedad civil que "diseñen ajustes a sus propios indicadores de manera que puedan medir y dar seguimiento adecuado a las nuevas herramientas de la represión" en la Isla.
El grupo defensor de los derechos humanos sugirió mantener y actualizar los registros de las personas inmovilizadas en sus casas, "reguladas" dentro de una provincia o dentro de su propio país.
Además, pidió que se registren los casos de activistas o disidentes que han sido criminalizados "bajo supuestas causas comunes y/o aplicando la llamada 'peligrosidad social preventiva'", y abogó por que se establezcan bases de datos sobre represores cubanos, quienes deberían ser sancionados internacionalmente con métodos como "la negación de visados y la prohibición de remesas".
