El coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Carlos Amel Oliva Torres, fue detenido por cuarta vez en menos de diez días en Santiago e impedido de trasladarse a La Habana para procesar una visa hacia Santo Domingo.
"Así regreso a mi hogar luego de una nueva detención, la cuarta en menos de diez días. Esta vez fui arrestado en la terminal de ómnibus nacionales de Santiago de Cuba cuando intentaba abordar un vehículo con dirección a La Habana para tramitar la visa de República Dominicana con el objetivo de asistir al II Foro de Jóvenes Iberoamericanos que tendrá lugar en octubre de este año", declaró Oliva Torres a DIARIO DE CUBA.
Tanto el líder del Frente Juvenil de la UNPACU como el activista Ernesto Oliva Torres fueron acreditados oficialmente para participar en ese evento.
Según relató, fue trasladado a la segunda unidad de la PNR y allí le fueron decomisados todos los documentos pertinentes a su solicitud del visado, el dinero que llevaba para el viaje y su teléfono móvil.
"Recientemente en la Oficina de Trámites del Carné de Identidad se me comunicó que ya no estaba 'regulado' y decidí no publicar al respecto hasta que hubiese salido del país porque pensé que podría ser una maniobra de la dictadura para bajar la temperatura a este tema y luego impedirme salir de otra manera", explicó.
"A juzgar por los hechos, estoy en lo cierto. Desde diciembre de 2016 el régimen cubano me impone la condición de salir definitivo de mi país para quitarme la restricción de viaje, pero yo sigo aquí, de pie ante la injusticia y la represión. Sin odio, pero de pie. De algo estoy seguro, la dictadura ataca lo que le preocupa. Su constante represión hacia mí me asegura que les molesta mucho mi trabajo en favor de la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos en Cuba", consideró.
Katerine Mojena, esposa de Oliva Torres y también activista, quiso denunciar a DIARIO DE CUBA el recrudecimiento de la represión contra la organización de la que forman parte, que atribuyó a la "marcha de los girasoles".
"También porque sabemos que el régimen en la agudización de la actual crisis se siente débil y temeroso de que el pueblo salga a las calles", manifestó.
"Así como se intensifica la lista de regulados, también se multiplica la de activistas multados para luego ser llevados a prisión", condenó Mojena y puso como ejemplo más reciente el caso de Ovidio Martín Castellanos.
"Carlos Amel Oliva Torres, su papá Carlos Oliva Rivery y su hermano Ernesto Oliva Torres también han sido excesivamente multados en los últimos días y amenazados con ir a prisión si continúan negándose a pagarlas. Casi un centenar de activistas se encuentran en la misma situación con respecto a las multas", sostuvo.
Para la activista, la represión actual es "peor que la de 2003 incluso, ya que en aquel entonces se contaba con el apoyo de la Unión Europea y ahora mismo se reúnen y firman acuerdos a espaldas de la sociedad civil independiente", concluyó.
Como señaló reciente en un post en Facebook, Mojena aclaró que "no hay en UNPACU un código que prohíba a los activistas pagar multas. Las multas impuestas por el régimen son parte de la justificación que utilizan para enmascarar la sanción política con una común. Lo mismo sucede con desorden público, atentado, etc.",
"Ir a prisión por impago de multas es igual que ir por desacato o cualquier delito fabricado. A partir de la primavera de 2003, Fidel (y ahora su miserable continuidad) decidió no condenar más por motivos políticos para evitar condenas enérgicas de la comunidad internacional. Y vaya que el dictador no se equivocó porque es una cortina de humo que dificulta que se reconozcan prisioneros de conciencia a todos nuestros hermanos encarcelados por hacer oposición pacífica. En fin, pagas hoy y mañana te encierran por otro delito", añadió.