El régimen suspendió finalmente la multa de 2.000 pesos impuesta al padre del periodista de DIARIO DE CUBA Osmel Ramírez Álvarez, después de que el reportero colocara en el patio de su vivienda una cerca que protege la intimidad de su familia mientras, al parecer, dificulta la vigilancia de la policía política.
"Fue una batalla difícil con los organismos oficiales involucrados, y comunicativa, denunciando por los sitios digitales y las redes sociales", comentó Ramírez Álvarez, quien también escribe para la publicación en internet Havana Times.
"Si la multa hubiese salido a mi nombre, como era con toda seguridad el objetivo de los represores, habría sido imposible quitarla. Pero, por suerte, mi propiedad está a nombre de mi padre y él tiene 72 años, con una mísera pensión de apenas diez dólares al mes, (242 pesos), por 44 años de trabajo. Fue el argumento más fuerte, sumado a la presión en la denuncia pública. Cualquier pequeña victoria es buena, sin lugar a duda, porque es un gran desafío y riesgo promover la democracia y el periodismo libre en este país", concluyó el periodista independiente.
Después de que Ramírez Álvarez colocara en su vivienda la cerca que impide la visibilidad, comenzó el hostigamiento de inspectores del Gobierno.
Los inspectores intentaron multar al periodista por la valla, pero una funcionaria de Planificación Física determinó que tenía derecho a guardar la privacidad de su patio.
Finalmente, el motivo utilizado para imponer la multa de 2.000 pesos fue la casa de la madre de la hija mayor de Ramírez Álvarez, que está en un solar donado por la familia.
"Esa vivienda fue coordinada antes de construirse con el propio técnico, como es habitual en el campo, pues se permutó una casa rústica de otra finca a la nuestra. El propio técnico alegó que, mientras los propietarios no tuvieran objeción, no había conflicto y se evitaba un trámite burocrático extenso", aseguró Ramírez Álvarez.
Aunque el Gobierno ha retirado la multa mayor, Ramírez Álvarez aún tendrá que pagar otra, de 200 pesos, impuesta por supuestas "irregularidades" encontradas por los inspectores en su vivienda.
Osmel Ramírez Álvarez ha sido detenido dos veces y encarcelado tres días en cada ocasión como represalia por sus reportes críticos, que revelan la realidad social del territorio en el que reside y de los abusos contra productores de tabaco y otros campesinos.
También ha sido citado en numerosas ocasiones, la última injustamente, como "sospechoso" por carteles antigubernamentales que aparecieron poco antes del "referendo constitucional" del 24 de febrero.
Como otra forma de represión, el régimen le impide viajar al exterior desde el 10 de noviembre de 2017.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió en abril pasado una medida cautelar a favor de Ramírez Álvarez y otros dos periodistas de DIARIO DE CUBA, por considerar que "se encuentran en una situación de gravedad y urgencia".