El periodista de DIARIO DE CUBA Osmel Ramírez Álvarez y el excandidato opositor a las "elecciones" para delegados del Poder Popular Confesor Verdecia Ellcok fueron citados por la Policía de Mayarí, Holguín, el pasado 14 de febrero, como "sospechosos" de poner carteles contra el Gobierno de Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel.
Entre el 11 y el 12 febrero, los barrios de Guayabo y Guatemala, en el municipio Mayarí, amanecieron con numerosos carteles contra el Gobierno, la crisis económica y el referendo constitucional.
Tanto Ramírez Álvarez como Verdecia Ellcok fueron citados sin que existieran evidencias en su contra.
"Me interrogaron sobre dónde estaba la noche de los carteles, que fue la del 10 para el 11", dijo el periodista.
"Tomaron huellas digitales, palmares y de olor a un grupo de seis en ese momento, pero dijeron que eran muchos más. Solo a mí no me tomaron la muestra de olor. Pensé, por ese detalle, que me creían el autor intelectual, y otros también opinaron que era para sembrar dudas sobre mí", añadió.
Desde noviembre de 2017, Osmel Ramírez ha sido detenido o citado en varias ocasiones. Dos de los arrestos duraron 72 horas. En el primero de ellos, las autoridades realizaron un aparatoso operativo en su barrio, allanaron su vivienda y confiscaron todos sus equipos y materiales de trabajo. Aún se niegan a devolvérselos a pesar de que no existe ningún proceso en su contra.
También desde noviembre de 2017 el periodista tiene prohibido viajar al exterior, sin explicación alguna.
El 14 de febrero fue citado además el opositor Confesor Verdecia, "que intentó ser en las elecciones pasadas candidato a delegado de su circunscripción y le impidieron participar", recordó Ramírez Álvarez. Asimismo, "Daniel Tauler, un trabajador de la bodega de El Cocal; Pedro Carballosa, empleado de la imprenta municipal; un chofer de la Empresa de Materias Primas que visitaba a un amigo esa noche, conocido como El Moro, y otro joven".
Por su parte, Verdecia Ellcok comentó a DIARIO DE CUBA que "el barrio de Guayabo se llenó de policías y 'segurosos'" tras la aparición de los carteles.
"Yo me enteré temprano porque vivo en El Cocal, un barrio ubicado al lado, y pedí una bicicleta para ir a ver los carteles y tratar de fotografiarlos. Pero cuando llegué, pasadas las 8:00 de la mañana, ya estaban borrados", comentó.
"Los que pudieron verlos me dijeron que decían 'Abajo la dictadura Castro-Díaz-Canel'" y cosas contra la Constitución y criticando la escasez de alimentos", detalló.
En la localidad de Guatemala, "se dice que pusieron un cartel al otro día que decía: 'Preferimos a Trump con sangre que a Canel con hambre'".
"Me citaron porque soy opositor, porque digo públicamente que votaré NO en el referendo y, según me dijeron, soy sospechoso también por haber ido a ese barrio después del incidente", se quejó Verdecia Ellcok. "Algo así como que el criminal vuelve al lugar del crimen".
"Son unos estúpidos. Si yo decido poner un cartel, hago hasta un vídeo mientras lo pongo; no les tengo miedo", concluyó.
En ninguno de los casos la Policía tenía ni un solo indicio razonable para llegar al punto de citar, interrogar y tomar huellas, señalaron los afectados.
Los carteles anónimos constituyen uno de los actos de protesta cívica contra el régimen más habituales.