El periodista de DIARIO DE CUBA Osmel Ramírez Álvarez, residente en Mayarí, Holguín, es nuevamente víctima de represión, esta vez mediante multas.
Al poner tejas oscuras en la cerca perimetral de su vivienda, al parecer afectó la capacidad de los agentes de la Seguridad del Estado de espiar su vida personal, y comenzó el acoso de los inspectores.
"Ahora la represión es también mediante el asedio con inspectores y multas. Apenas una semana transcurrió y se presentó el inspector el 25 de abril. Emitió una 'carta de advertencia' en la que decía que tenía que bajar mi cerca de 1,80 metros a 1,20 metros de altura, tanto en la parte frontal como en la lateral, y que sea traslúcida. Me daban un plazo de siete días, so pena de una multa de 500 pesos", declaró Ramírez Álvarez, también colaborador de Havana Times.
"Fui a la oficina de Planificación Física y la funcionaria de Atención a la Población me dijo que conocía mi casa y que mi cercado estaba bien. Pero al mes volvió el inspector insistiendo en la multa. Pedí que fuéramos ambos a la oficina y allí estaba el jefe de inspectores, un tal Enrique, que nos atendió a mi padre y a mí", relató.
"Fue grosero, maleducado y prepotente conmigo; se negó a mostrar la normativa escrita. Enseguida me percaté de que era él el funcionario encargado de reprimirme por esta vía, por su actitud hostil e injustificada", continuó el periodista independiente.
"Acudí a la directora y, aunque no me atendió personalmente, por medio de la funcionaria de Atención a la Población me comunicó que la cerca estaba bien y que no sería molestado nuevamente", añadió.
"Sin embargo, no se quedaron con esa. El pasado día 24 enviaron a dos inspectoras igualmente de Planificación Física para inspeccionar mi vivienda en busca de cualquier irregularidad para multarme", denunció Ramírez Álvarez.
"Enseguida encontraron una justificación para imponer 200 pesos. Les dije que el propietario de mi casa es mi padre, Gregorio Ramírez Segura, y a su nombre fue puesta la multa", indicó.
"El mencionado jefe de inspectores, del que sospecho vínculos con la Seguridad del Estado por su actitud contra mi persona, daba vueltas en una motocicleta visitando las casas que están en la finca de mi padre (que yo siembro), en busca de posibles multas", señaló Ramírez Álvarez.
"Como consecuencia de su pesquisa, envió nuevamente este 29 de julio a tres inspectores (los dos anteriores más el técnico del consejo popular), para multarnos esta vez con 2.000 pesos por la casa de la madre de mi hija mayor, que está en un solar que le donamos", agregó.
"Esa vivienda que fue coordinada antes de construirse con el propio técnico, como es habitual en el campo, pues se permutó una casa rústica de otra finca a la nuestra. El propio técnico alegó que, mientras los propietarios no tuvieran objeción, no había conflicto y se evitaba un trámite burocrático extenso", aseguró Ramírez Álvarez.
Según su testimonio, un funcionario de Planificación Física le reveló que ha escuchado mi nombre "varias veces" en la oficina.
"Me dijo que hay un interés marcado en encontrar motivos de multas en mi propiedad. Que de Enrique siempre se ha sospechado que trabaja con la Seguridad del Estado", advirtió el periodista.
"En todo caso, es un funcionario hipócrita porque pretendía multarme por la cerca de mi casa y la de la suya es más alta, no es traslúcida y afecta el ornato público", criticó.
"Pero resulta que el verdadero propietario del lugar donde vivo es mi padre, que es un pensionado y gana apenas 242 pesos. En espera de un mísero incremento de 58 pesos, recibe ahora estas dos multas en mi nombre, que suman 2.200 pesos. Porque en realidad, están dirigidas a mí como otra forma de represión por ser periodista independiente", concluyó.
Osmel Ramírez Álvarez ha sido detenido dos veces y encarcelado tres días en cada ocasión como represalia por sus reportes críticos, que revelan la realidad social del territorio en el que reside y de los abusos contra productores de tabaco y otros campesinos.
También ha sido citado en numerosas ocasiones, la última injustamente, como "sospechoso" por carteles antigubernamentales que aparecieron poco antes del "referendo constitucional" del 24 de febrero.
Como otra forma de represión, el régimen le impide viajar al exterior desde el 10 de noviembre de 2017.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió en abril pasado una medida cautelar a favor de Ramírez Álvarez y otros dos periodistas de DIARIO DE CUBA, por considerar que "se encuentran en una situación de gravedad y urgencia".