Hay patrones que se repiten entre los atletas cubanos que competirán bajo otras banderas en los Juegos Olímpicos de París: la lejanía de sus familias y la libertad que dicen sentir al integrar otras delegaciones. Es el caso de la judoca María Celia Laborde, quien abandonó la comitiva cubana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, en 2014. En entrevista con el medio digital OnCuba afirmó: "Compitiendo por EEUU tengo menos presión, me siento más libre. Ahora tengo menos estrés, más libertad y el poder de elegir qué quiero y no quiero hacer".
Su comentario llega poco después de que el triplista Jordan Díaz, residente en España, se refiriera al mismo tema y dejara entrever que las autoridades deportivas cubanas imponen castigos luego de un resultado negativo, "a partir de una exigencia que no siempre salía bien", dijo.
Laborde es ciudadana estadounidense desde 2021, pero llegó ocho años antes a ese país. "Salí del hotel con algunas pertenencias, tomé un avión desde Veracruz al aeropuerto de Reinosa y de ahí cogí un bus hacia la frontera del mismo lugar, donde pedí asilo político", comentó sobre su fuga del equipo cubano.
Diez años pasaron entre ese momento y su llegada a París, con 33 años y ubicada en el puesto 11 del ranking mundial. Esta será su primera vez en unos Juegos Olímpicos, luego de perderse las ediciones de Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020 a raíz de su decisión de desligarse de las autoridades deportivas cubanas.
"Durante todos esos años tuve una vida sencilla. Debuté como instructora en un club en el estado de Illinois, llamado Arena Training Center, y trabajé de entrenadora en otros espacios, como el Rothwell MMA, en Wisconsin, donde actualmente radico. También anduve por muchos territorios para impartir clases en diferentes campos de entrenamientos, y tuve mi momento en la compañía Amazon. Es decir, todo lo que hice fue trabajar", comentó Laborde.
La atleta subrayó que, en 2014, "tenía prácticamente asegurado el boleto olímpico, pero ya sabemos las razones por las cuales no pude asistir". "Realmente soñé muchas veces con obtener la clasificación a París y estar en unos Juegos Olímpicos. La preparación ha sido excelente. Me veo cerca del podio. Intenté corregir hasta los detalles más mínimos, porque las nimiedades son las que te pueden llevar a perder un combate", destacó.
Laborde dijo que, después de París tiene previsto hacer una visita a Cuba, toda vez que ya se cumplieron los ocho años de castigo que impone el régimen a quienes abandonan delegaciones oficiales. "Me quedan muchos familiares, principalmente mi papá y mi abuela, ella me crió, porque mi madre murió cuando era una niña. Los extraño mucho, como también a algunos vecinos que todavía quedan en mi barrio, allá en la provincia Guantánamo", dijo.
María Celia Laborde competirá este 27 de julio en la división de los 48 kilogramos y, como si fuera una premonición, afirmó: "Mi papá suele decirme que todo es posible, que todo lo que te propongas lo puedes lograr, porque las limitaciones solo están en tu cabeza. Esa frase camina conmigo".
Es ella una de las promesas que ha perdido el deporte cubano y han ganado las federaciones de otros países en los últimos años. La precariedad de la vida en la Isla, que se refleja también en el deterioro de las instalaciones deportivas y las pésimas condiciones para entrenar, son los motores de un éxodo de atletas que, lejos de atenuarse, empeora.
...y ya creo que termino su actuacion en Paris...de regreso a la libertad...
Increíble, está loca por regresar al barracón, no entiendo algunos cubanos, todavía tengo la recurrente pesadilla que estoy en Cuba y no me puedo ir, no sé, al parecer mi familia y yo somos diferentes, ninguno, nunca, nadie ha regresado a la isla, Cuba desapareció, se hundió en el mar, hay que terminar de entenderlo, la Cuba que dejamos ya no existe.
y mas dinero ya no te van a dar un pomo de refresco de pipa con una jaba de mangos cuando ganes una medalla.