"Independientemente de la situación en la que estamos ahora, uno es cubano. Y aunque estemos 20 años en este país, 50, 100 años, el corazón y la mente de uno están con la tierra", dijo el estelar pitcher cubano y ex Grandes Ligas José Ariel Contreras en entrevista concedida recientemente al programa Más allá de las fronteras. Crónicas del beisbolista cubano, coordinado por la Federación Profesional Cubana de Béisbol (FEPCUBE).
En la entrevista, en la que el ex New York Yankees y ex Chicago White Sox repasó los momentos más importantes de su carrera, dijo que a los 18 años nunca se había subido a la lomita. "Me daba miedo pichear. Tenía miedo de darle un bolazo a alguien", le dijo al periodista Daniel de Malas, CEO del medio deportivo Swing Completo.
Contreras contó: "Un día me vio Jesús Guerra y me dijo, 'Vamos conmigo que en dos años tú estás en el equipo Cuba'. Y así fue, en dos años no estaba en el equipo Cuba grande, pero estaba en el sub 23 y fuimos a Japón a la Copa Intercontinental".
"Antes de eso yo nunca jugué al beisbol organizado, era una cosa de barrio. Yo jugaba voleibol y quería llegar al equipo nacional… En mi casa no teníamos electricidad, teníamos un radio Siboney, de pilas, y eso era para oír Deportivamente, la pasión por el deporte estuvo siempre", destacó.
Ya en el equipo Cuba, Contreras se convirtió en una de las figuras principales y va, como todos, a torneos internacionales y empieza a chocar con el beisbol profesional, distinto al amateur que se jugaba en la Isla. "Nosotros veíamos a los profesionales como extraterrestres, pero yo empiezo a chequear, empezamos a ver videos y dije 'No, espérate, esta gente les tira a las bolas altas también'", confesó.
En cuanto a su forma de lanzar, dijo que el tenedor fue lo que hizo la diferencia en su carrera. "Pero mi arma era la recta, porque si yo no organizo la recta no puedo tirar el tenedor. La primera vez que tiré tenedores en la serie nacional fue en un juego contra Sancti Spíritus y ponche dos veces a Gurriel, el papá, Lourdes, que yo creo que es uno de los mejores peloteros cubanos de todos los tiempos", subrayó.
Después de convertirse en una de las estrellas del equipo Cuba, a finales de la década de los 90 comienza a hacerse fuerte la idea de irse de la Isla. "Yo nunca pensé salir de Cuba. Primero, por mi papá, que era más revolucionario que Fidel. Los scouts venían a hablar conmigo y a mí eso me molestaba, pero ya en el año 99, cuando le picheo a Baltimore en La Habana, empiezo a creer que sí. Ya yo sabía que yo podía, desde el año 95, cuando hice el equipo Cuba", dijo.
"Entonces sale Liván y mete mano y sale el Duque y yo dije, 'pero si Liván estaba conmigo aquí ayer', y mi papá empieza a enfermarse y yo dije, 'Ya no puedo esperar más'. Ya tenía 30 años y en el año 2002 dije 'Es el momento, hay que hacerlo'", contó.
Sobre las condiciones de su salida y el trato que le dieron las autoridades deportivas de la Isla comentó: "Si a mí me arreglan la casa en el momento en que me la tenían que haber arreglado, y me le dan mantenimiento al carro, yo todavía estuviera en Pinar del Río".
"Cuando yo me fui en el 2002 le dieron esa casa a Casanova y él pudo empezar a vivir ahí en el 2013, cuando yo fui y lo ayudé a tirar la placa. Y si se demoraron 11 años para arreglarle la casa a Luis Giraldo Casanova, conmigo se hubiesen demorado 50", resaltó.
"Son muchos casos así y es triste, pero a la vez es bueno, porque así llegamos a las Grandes Ligas", valoró Contreras, quien poco después de llegar firmó un contrato millonario con los New York Yankees.
"A mí no me fue tan bien en Nueva York por ajustes que tenía que hacer con la zona de stricke, que es mucho más pequeña, ajustes con los bateadores, que son más selectivos, no le tiras a cualquier cosa", dijo y, tras su salida del equipo, en el que no rindió como ellos esperaban, "lo mejor que me pasó a mí en las Grandes Ligas fue llegar a Chicago", celebró.
"A los muchachos nuevos, decirles que esto es un negocio, y tienen que buscar lo mejor para ellos y la familia. Pero también tienen que estar donde puedan jugar su beisbol tranquilos y no se pueden casar con una organización", aconsejó al tiempo que valoró que "la gente se enfoca en la parte física y la parte técnica, y no se enfocan en la parte mental, que es lo que yo creo que te va a llevar a otro nivel".
Sobre FEPCUBE, el desarrollo del equipo y su compromiso con el mismo, dijo: "Vienen cosas grandes y nosotros vamos a triunfar".
Al cierre, José Ariel Contreras, nacido en Pinar del Río y hoy residente en Atlanta, recomendó a todos los jugadores de beisbol: "Si no puedes jugar a full, ese día no vayas al estadio".
