La postemporada de la edición número 63 de la Serie Nacional de Béisbol de Cuba comenzó este jueves con los enfrentamientos Pinar del Río-Sancti Spíritus y Santiago de Cuba-Industriales, equipos que buscarán en una serie al mejor de siete partidos un cupo para las semifinales.
Este viernes arrancan los duelos Granma-Matanzas y Las Tunas-Ciego de Ávila, siempre comenzando en casa de los primeros por concluir mejor ubicados en la tabla de posiciones de la fase clasificatoria.
Los pinareños fueron, sin discusión alguna, los mejores de un campeonato cubano de béisbol marcado por la bajísima calidad, en el que la ofensiva llevó las riendas ante la ausencia de lanzadores de nivel. La mayoría de estos jugadores han emigrado o se encuentran contratados en ligas profesionales foráneas, a través de la estatal Federación Cubana de Béisbol (FCB).
Bajo el mando de Alexander Urquiola, los líderes vencieron a todos sus rivales en los cotejos bilaterales para imponer un récord en Serie Nacionales en torneos de 75 partidos. Sería una sorpresa si los espirituanos lograran eliminarlos de la competencia.
Un punto a favor de los llamados Gallos es la forma en que terminaron, al vencer en 12 de sus últimos 15 desafíos, con seis éxitos consecutivos. Esa actuación les permitió apoderarse del octavo puesto y del último cupo a los playoffs.
El antes llamado Clásico del béisbol cubano entre habaneros y santiagueros luce como el más parejo de todos, no solo porque los orientales apenas lograron una victoria más en la fase regular, sino también por las estadísticas casi parejas que dejaron ambos durante todo el campeonato.
Los orientales, que vencieron 3-2 en el duelo particular en esta campaña, fueron derrotados por los capitalinos en las semifinales del año pasado y eso le agrega morbo al choque más esperado de todos por la rivalidad histórica.
Santiago de Cuba, con un palmarés de ocho títulos, no alcanza uno desde 2008 e Industriales, máximo ganador de la pelota cubana con 12 trofeos, ganó el último en 2010.
Granma, segundo en el ordenamiento general, se ve superior a Matanzas (séptimo) por todo lo visto en estos tres meses, en los que su poderosa ofensiva conectó 86 cuadrangulares y anotó 572 carreras. Sin embargo, los Cocodrilos se están artillando en estos últimos días.
Con un equipo que para nada se parece al que se proclamó campeón en la II Liga Elite del Béisbol Cubano, repleto de estrellas y jugadores que residen y juegan en otros países, los matanceros clasificaron in extremis.
Sin embargo, el anuncio de la llegada de varios de sus principales lanzadores pudiera emparejar este pareo entre dos de los mejores equipos de la década.
Para finalizar, el enfrentamiento entre Ciego de Ávila y Las Tunas, actuales campeones nacionales, favorece en el papel a estos últimos con un conjunto que ha cambiado poco con relación a años anteriores y goza de una artillería que implanta el terror sobre la arcilla.
Los avileños tienen en sus filas una mezcla de atletas jóvenes y jugadores de experiencia, que les dio buen resultado durante toda la temporada, y pudieran forzar al menos a una decisión en seis o siete partidos sin descartar un resultado sorpresivo.
Según informó la Comisión Nacional de este deporte, se volverán a retomar los partidos nocturnos en algunos estadios de Cuba, a pesar de la grave crisis económica y los extensos apagones que se mantienen en la Isla.