Después de finalizados los penúltimos duelos particulares en el accidentado campeonato cubano de béisbol, y cuando apenas faltan tres fechas para finalizar el calendario regular, cuatro equipos ya tienen seguro sus boletos a la postemporada.
A las selecciones de Pinar del Río (46-24) y Granma (44-26) se unieron esta semana las de Santiago de Cuba (42-30) y Las Tunas (41-23), esta última a pesar de acumular ocho desafíos suspendidos que se jugarán una vez vencido el almanaque.
Los santiagueros lo lograron al derrotar a Industriales en tres de los cinco partidos que disputaron, en lo que un día fue "el clásico de la pelota cubana", pero que ahora apenas reunió un pequeño grupo de fieles en el Coloso del Cerro.
Por su parte los tuneros, campeones de la ultima edición, ganaron uno de los únicos dos choques que pudieron jugar con Artemisa por el impacto de las lluvias y aseguraron su estancia en los playoffs por séptima campaña consecutiva.
Tanto Industriales como Ciego de Ávila y Matanzas, empatados todos con balance de 39-33, solo necesitan un triunfo más en los tres partidos que les quedan para pasar a la siguiente fase y la pelea sigue centrada en el último cupo.
Las mayores posibilidades las tiene Sancti Spíritus (37-35) al ocupar la octava plaza después de tres victorias consecutivas y no depender de nadie para lograr su objetivo.
Por detrás están los elencos de Guantánamo (36-35) y Villa Clara (36-36), quienes han hilvanado cadenas de triunfos de cuatro y cinco, respectivamente, para mantenerse con opciones.
Artemisa (33-36), con tres partidos suspendidos por los temporales que han atacado a la isla por estos días, es otro de los conjuntos aún con opciones de colarse en zona clasificatoria.
Esta última semana ha estado marcada por la enfermedad de varios altletas de diferentes equipos, supuestamente infectados por el virus Oropouche, trasmitido por mosquitos y con síntomas parecidos al dengue.
La Comisión Nacional no informó oficialmente de eso ni detuvo los juegos, y algunos equipos tuvieron que salir al campo diezmados, al punto que Industriales tuvo que utilizar a un jugador de cuadro en la receptoría y Camagüey a otro como lanzador abridor de un partido.
El bateo colectivo del campeonato continuó en ascenso y ya se promedia para .300 exactos con siete equipos por encima de esa marca. Los lanzadores permiten 5.36 carreras limpias cada nueve entradas y la defensa se mantuvo con un average de .966, la peor del siglo.
Alfredo Despaigne (GRA) sigue siendo el mejor bateador del torneo al liderar los cuadrangulares (19), el promedio de embasado (.570), el slugging (.735) y, por supuesto, el OPS (1.305), que es la suma de los dos últimos.
El matancero José Amaury Noroña está al frente de las anotadas (78) y las impulsadas (75) y el más alto promedio de bateo lo tiene el pinareño William Saavedra (.411) desde hace varias jornadas.
Desde el montículo hay seis lanzadores con ocho victorias, el espirituano Yankiel Mauris archiva 11 salvamentos, el artemiseño Yuniesky García 71 ponches, y el novato avileño Ediel Ponce es líder en efectividad con un impresionante promedio de carreras limpias de 2.15.