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Béisbol

La Federación Cubana de Béisbol, entre el ansia de ganar y el necesario circo sin pan para el pueblo

Los números de la actual Serie Nacional reflejan qué puede esperarse de la participación en el Premier 12 de un equipo compuesto por peloteros destacados en ese torneo, a los que el Gobierno no puede desechar.

Madrid
Ilustración.
Ilustración. Diario de Cuba

La estatal Federación Cubana de Béisbol se encuentra ante un nuevo dilema: por una parte, quiere hacer un buen papel en el Torneo Premier 12, que se disputará del 10 al 24 de noviembre; por la otra, necesita convencer a los peloteros que juegan en la Isla de que vale la pena seguir haciéndolo.

Para lo primero, necesita de los peloteros que no juegan en Cuba —muchos de ellos contratados en el exterior sin la mediación de la FCB— y, gracias a ello, no solo tienen cubiertas sus necesidades económicas, sino que se han desarrollado como atletas.

A mediados de abril, el presidente de la entidad estatal, Juan Reinaldo Pérez Pardo, anunció la intención de contar para ese torneo con peloteros contratados en el exterior por su cuenta, incluidos aquellos que militan en Grandes Ligas. 

El anuncio de Pérez Pardo demostró la intención de las autoridades de normalizar aquello que solo era anormal en un país como Cuba hasta marzo del año pasado: la inclusión en las selecciones nacionales de los peloteros emigrados.

La FCB se vio obligada a dar ese giro a la normalidad —leve y sin renunciar a la discriminación política— de cara a la quinta edición del Clásico Mundial de Béisbol y luego de que las selecciones cubanas eslabonaran una cadena de fracasos en la arena internacional.

Esa decisión, que captó titulares en medios de prensa cubanos y extranjeros, contribuyó al regreso de Cuba a las semifinales del Clásico por primera vez desde 2006. De paso, Cuba ascendió al puesto ocho en el ranking del orbe y aseguró su boleto para el Premier, un torneo que animarán los 12 mejores equipos de ese escalafón.

Sin embargo, en la mencionada conferencia de prensa de abril Pérez Pardo tuvo que aclarar que la prioridad en la convocatoria la tendrán aquellos atletas que se destaquen en la Serie Nacional y la Liga Élite del Béisbol Cubano, dos competencias que ponen en evidencia el bajo nivel de la pelota que se juega en Cuba en la actualidad, pero que sirven para entretener a los amantes de la pelota en la Isla.

¿Puede Cuba hacer un buen papel en el Premier 12 con un equipo compuesto por los peloteros que se destacan en los torneos domésticos?

En temporada actual del campeonato cubano los lanzadores toleran más de cinco anotaciones por juego completo, por lo que solo puede esperarse que en un torneo de la categoría del Premier 12 reciban un castigo despiadado.

Frente a este pitcheo, el promedio colectivo de bateo en la Serie Nacional es .299. ¿Qué pasará cuando los peloteros que están conectando a placer frente a un pitcheo débil en la Isla tengan delante a lanzadores potentes, varios de ellos de la MLB?

También llama la atención que los mejores bateadores en la temporada actual son veteranos de más de 40 años —algunos desechados en su mejor momento a la hora de conformar selecciones nacionales. ¿Podrán, en este punto de sus carreras, tener un buen desempeño en el Premier 12 o les sucederá como a Frederich Cepeda, uno de los mejores peloteros de Cuba hasta hace diez años, pero con un desempeño decepcionante en el cajón de bateo en sus últimas apariciones internacionales?

Al hablar de los números colectivos de la actual Serie Nacional de Béisbol de Cuba, no podemos dejar fuera la defensa: se fildea para un lamentable .965 con 1.099 errores cometidos hasta el 21 de mayo.  ¿A qué se puede aspirar en el Premier 12 con semejante desempeño defensivo?

Sin embargo, ignorar a esos peloteros que animan los torneos domésticos —garantía de circo sin pan, para los cubanos— también sería contraproducente. 

Esos peloteros garantizan que el Gobierno pueda seguir entreteniendo a los amantes del béisbol dentro de Cuba, aunque los estadios no se llenan. Pero los incentivos para jugar en la Isla son cada vez menos. El equipo Matanzas, ganador de la II Liga Elite del Béisbol Cubano, nunca fue premiado con la participación en un evento en el exterior.

Han pasado casi cuatro meses desde que los Cocodrilos se coronaron, pero la FCB no volvió a hablar de la desconocida Copa Antillana del Caribe, disputada en Puerto Rico, en la que participaría el campeón de la Liga Elite, según anunció Pérez Pardo en noviembre del año pasado. El presidente de la FCB habló de ese torneo, luego de que Cuba quedara fuera de la Serie del Caribe realizada en Miami. No ha aparecido hasta la fecha ningún certamen fuera de la Isla para el equipo de Matanzas.

La Serie de Estrellas que inventó la FCB al final de la Liga Élite, con elencos de México y Venezuela cuyos peloteros estaban fuera de forma deportiva, no les dio a los atletas la posibilidad de comprar fuera de Cuba lo necesario para cubrir sus necesidades y las de sus familias.

Sin lugar a dudas, la FCB necesita estimular de alguna forma a esos peloteros para que los aficionados en la Isla tengan algún aliciente, en medio de una crisis para la que no se ve alivio a corto ni a mediano plazo. Pero el principal estímulo para esos peloteros es integrar la selección nacional y disputar un torneo fuera. En otras palabras, viajar.

Sin embargo, para aspirar a ganar esos torneos, la FCB necesita a los que han emigrado y han desarrollado todo su potencial. Los mejores exponentes cubanos del béisbol están fuera y la lista crece. En estos momentos, la FCB podría armar al menos dos equipos nacionales competitivos con peloteros radicados fuera.

Pero más allá del dilema que enfrenta la FCB, hay que preguntarse cómo responderán los peloteros de la Isla en el sistema de Grandes Ligas —contando con que no estén lesionados y reciban permiso de los equipos con los que están contratados— ante un nuevo llamado de las autoridades deportivas cubanas.

En 2023, fiel a su tradición, el régimen no incluyó a ningún pelotero de Grandes Ligas en su selección de atletas del año. La FCB tampoco los tuvo en cuenta para conformar su selección de peloteros del año, ni siquiera aquellos que integran su bautizado Team Asere en el Clásico.

En el equipo Todos Estrellas de esa competencia fueron incluidos tres cubanos: el lanzador Luis Miguel Romero, el tercera base Yoan Moncada y el jardinero Randy Arozarena, quien no representó a Cuba, sino a México.

Ninguno de los dos primeros, que estuvieron entre los atletas de MLB convocados por la FCB para la competencia, fue incluido en su selección de mejores peloteros cubanos de 2023.

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