Pinar del Río venció este fin de semana a Ciego de Ávila y es el único equipo que no ha perdido un duelo particular en el campeonato cubano de béisbol, cuando se va a disputar el último tercio de la etapa clasificatoria del torneo.
Los Vegueros han arrasado con todos sus contrarios desde que se lanzó la primera pelota, el pasado 9 de marzo. Los occidentales descansan tranquilos en lo más alto de la tabla de posiciones del campeonato, con balance de 32-15, a dos juegos y medio de ventaja de Las Tunas, vigentes campeones nacionales.
Al batir a nueve de los 15 contrarios que enfrentarán en el calendario, es solo cuestión de tiempo que aseguren un puesto en la postemporada, fase de la que estuvieron ausentes en la campaña pasada.
El regreso de los pinareños —segundos con más coronas en Series Nacionales y que no alcanzan una desde hace una década— ocurre en un momento de crisis en la pelota cubana, cuando las mejores figuras han abandonado el país o están contratadas en ligas foráneas.
Ellos mismos no pueden contar con el trío de Raidel Martínez, Liván Moinelo y Frank Abel Álvarez (Liga Japonesa) ni con el dúo de Erlys Casanova y Frank Luis Medina (Liga Italiana), considerados sus cinco mejores lanzadores.
Sin embargo, la buena labor de algunos jóvenes y el empuje ofensivo que les han dado veteranos como William Saavedra (líderes de los bateadores) y el ex Grandes Ligas Alexei Ramírez (máximo impulsador), han podido compensar esas ausencias.
El conjunto verdeamarillo es el más ofensivo con .333 de average en un campeonato en el que se promedia para .296 y es segundo en efectividad de sus lanzadores con 4.39 carreras limpias permitidas cada nueve entradas.
La actuación de los más occidentales ha provocado que los aficionados de esa provincia abarroten el estadio, algo que no ocurre en otros parques de Cuba, debido a la baja calidad del torneo y a los interminables problemas con los que tiene que lidiar el cubano de estos tiempos.
Al último partido de esta semana en el estadio Latinoamericano de La Habana, por ejemplo, solo asistieron un poco más de 200 personas, apenas el 0.4 por ciento de la capacidad a pesar que los Industriales están en la batalla por un puesto en los playoffs.
Atrasos en la transportación, juegos con un árbitro de menos y suspensión total de los partidos nocturnos, son solo algunas consecuencias que ha traído esta semana una nueva oleada de la crisis energética en Cuba, que según palabras de los mismos dirigentes se mantendrá al menos hasta finales del mes de junio.
Otra vez se ha detenido la gran mayoría de las competencias regionales y nacionales, y aunque el béisbol siempre será la última opción por tratarse del deporte nacional, en los próximos días su normal funcionamiento se podría ver afectado.
A partir de este martes comenzarán nuevas subseries particulares y los Vegueros enfrentarán a Villa Clara, un elenco que acumula cinco triunfos seguidos y se ha acercado a solo dos juegos de la zona de clasificación.
En otros duelos interesantes los sublíderes de Las Tunas enfrentarán a Matanzas (octavos) e Industriales (sextos) se las verá con Camagüey (quintos).
Granma y Ciego de Ávila, ubicados en los escaños tres y cuatro, jugarán contra Mayabeque e Isla de la Juventud, respectivamente, escuadras que están fuera de la zona privilegiada.
Por último, están pactados los enfrentamientos Cienfuegos-Guantánamo, Artemisa-Holguín y Sancti Spíritus-Santiago de Cuba.