Justo cuando Lázaro Martínez y Cristian Nápoles se abrazaron con sus medallas de plata y bronce en el National Athletics Centre de Budapest hace menos de un mes, una idea me removió el piso: Cuba se llevaba dos preseas en el triple salto del Campeonato Mundial de Atletismo, a pesar de que sus mejores triplistas ni siquiera se presentaron en la capital húngara.
En el registro de ausentes estaban Pedro Pablo Pichardo, Jordan Díaz y Andy Díaz, quienes han logrado el crédito suficiente en los últimos años para ser considerados los exponentes cubanos de mayor calibre en la actualidad.
Pichardo es campeón olímpico, mundial y europeo, y posee los récords nacionales de Cuba y Portugal. Además, su nombre aparece en la corta lista de seis mortales que han superado la barrera de los 18 metros en la historia de la disciplina.
Jordan, por su parte, ganó los Mundiales Sub-18 (Nairobi 2017) y Sub-20 (Tampere 2018), y logró el título en los Juegos Olímpicos de la Juventud en la cita de Buenos Aires 2018. Esos resultados llegaron compitiendo por Cuba, pero desde hace tres años reside en España y allí es recordista nacional.
La otra bala cubana del triple que triunfa lejos de su tierra es Andy Díaz, quien quizás no ha tenido el mismo impacto mediático, aunque acaba de ganar la Liga de Diamante por segunda vez.
El cubano ha logrado una notable estabilidad en sus marcas, superando los 17,60 metros de manera consistente desde el 2021 hasta la fecha y consagrándose como recordista nacional de Italia, donde se estableció después de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Andy no es un niño. El próximo 25 de diciembre cumplirá 28 años y ya acumula suficiente experiencia en la alta competencia internacional para ser considerado uno de los triplistas más curtidos de la actualidad. Su carrera al más alto nivel tuvo como punto de partida el Mundial Sub-20 de Eugene, Estados Unidos, hace ya nueve años.
Entonces ocupó la cuarta posición en una lid dominada, precisamente, por su compatriota Lázaro Martínez, quien era el mayor talento del triple salto cubano. Después, Andy se mantuvo por debajo del radar, hasta que en 2017 consiguió un registro personal de 17,40 metros, lo cual le abrió las puertas al Campeonato Mundial de Londres. Allí concluyó en una meritoria séptima posición, pero eso no fue sinónimo de estabilidad; de hecho, la inconsistencia marcó su trayectoria hasta 2019.
Ese año, el espirituano comenzó a dominar cómodamente la barrera de los 17 metros, aunque su nombre nunca sonó tanto como en las últimas tres temporadas. En 2021, saltó 17,63 metros e impuso el mejor registro de su vida poco antes de viajar a la cita estival en la capital japonesa, donde no pudo concursar por una lesión.
Un año más tarde, ya separado de la Federación Cubana de Atletismo, se fue por encima de los 17,30 en siete eventos diferentes, y en la presente temporada rompió el récord nacional de Italia, su nueva residencia tras quedarse en Europa en el verano del 2021. Tanto en 2022 como en 2023 ha quedado campeón de la Liga de Diamante, con victorias en seis paradas.
La progresión de Andy está estrechamente vinculada a Fabrizio Donato, triplista italiano que ganó la medalla de bronce en la especialidad durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Ellos se conocieron en los Mundiales bajo techo de 2018 y crearon una especie de conexión, la cual fue fundamental para que Andy pensara en Italia como su destino tras quedarse en Europa en el verano del 2021.
"Durante el viaje de regreso de los Juegos Olímpicos de Tokio me buscó en Instagram pidiendo ayuda y le tendimos la mano. Se convirtió en mi tercer hijo. Espero que pueda vestir la camiseta azurra para participar en un Mundial y en los Juegos Olímpicos", dijo en una entrevista con el medio Alessio Porcu a principios de año el italiano, que ha hecho carrera como entrenador después del retiro.
Donato no solo acogió a Andy en su casa, también comenzó a trabajar con él para su regreso inmediato a la alta competencia con el club Libertas Livorno. Y el cubano no lo ha hecho quedar mal, de hecho, podría decirse que el alumno ha superado al maestro.
Donato implantó récord nacional de triple salto para Italia el 7 de junio de 2000, cuando se estiró hasta 17,60 metros en Milán. No podía imaginar el saltador oriundo de Frosinone que su plusmarca caería 23 años después, a manos de un cubano que es su discípulo.
En la Golden Gala Pietro Menea, de Florencia, a principios de junio, Andy voló hasta los 17,75 metros, distancia a la que ningún otro italiano ha llegado, ni siquiera Donato, quien estableció como tope personal un 17,73 bajo techo. Antes, en mayo, el cubano ya había avisado con un 17,80 en Qatar, que no se tuvo en cuenta porque saltó con 2,6 m/s de viento a favor.
Andy no ha ocultado el papel protagónico que ha tenido Donato en sus éxitos recientes.
"Es una leyenda de nuestra disciplina y poder entrenar con él es un honor, vivir bajo su mismo techo, ¡era como de la familia! Siempre estaré agradecido a Fabrizio por todo lo que hizo. Me recibió como a un hijo y ahora me está haciendo crecer como deportista. Su consejo es muy importante para mí. Su familia me acogió como a uno más, sin preocupaciones, me encontré en casa con ellos con una espontaneidad que me abrió el corazón. Este amor tiene una energía para mí que me hace darlo todo cada día que entreno y compito. Me emociona simplemente hablar de ello. Tuve mucha suerte", dijo a Sport Club.
Las palabras de Andy no dejan el más mínimo margen de dudas: junto a Donato forma una dupla implacable que, sin hacer muchos estruendos, se ha colocado en la élite del triple salto. El cubano ganó la Liga de Diamante en 2022 con victorias en las paradas de Silesia, Lausana y la final de Zurich.
Recientemente, ha reeditado la corona tras salir airoso en las reuniones de Florencia, Xiamen y Eugene. En estas dos últimas pruebas celebradas en China y Estados Unidos, Andy superó al reinante campeón del mundo, el burkinés Hugues Fabrice Zango.
De esta forma, Andy es el tercer exponente del atletismo nacido en Cuba que gana la Liga de Diamante en temporadas consecutivas. Antes solo lo lograron las discóbolas Yarelis Barrios (2010-2011) y Yaimé Pérez (2018-2019).
Los otros cubanos que han ganado el prestigioso evento al menos en dos ocasiones son el vallista corto Orlando Ortega (2016 y 2019, ambas en representación de España), y el triplista Pedro Pablo Pichardo (2018 y 2021, ambas en representación de Portugal).
Luego de perderse las dos últimas citas del orbe por su inhabilitación para competir en lides internacionales durante dos años tras cortar vínculos con la Federación Cubana, Andy Díaz mira a los Juegos Olímpicos de 2024 como su próximo gran reto, aunque su presencia es una incógnita.
De acuerdo con World Athletics, el cubano quedará libre para representar a Italia en eventos internacionales a partir del 3 de agosto del 2024, y el torneo de atletismo en París comenzará el 1 de agosto.
Las competencias de triple salto en la capital francesa se efectuarán el 7 (clasificaciones) y el 9 (final) de agosto. Los plazos están muy justos y no se sabe cómo se tratará el caso de Andy. Si se desbloquea su situación, es muy probable que veamos una final olímpica con cinco triplistas nacidos en Cuba, quizás la prueba más contundente del tremendo nivel y tradición de la escuela cubana de la modalidad.