Después de los tropiezos que tuvo la nueva Liga Élite del Béisbol Cubano (LEBC) antes de su inicio, este domingo venció su primera semana de enfrentamientos de un calendario de 50 partidos por equipo, de donde saldrá el representante de la Isla a la Serie del Caribe Gran Caracas 2023.
En medio de aluvión de críticas por el atraso de dos semanas y otros problemas que hemos mencionado en comentarios anteriores, los seis conjuntos contendientes disputaron las tres primeras subseries particulares en un entorno que ha ido mejorando con el paso de los días.
Presionados por la prensa y los aficionados en las redes sociales, los directivos no han tenido más remedio que dedicarle un poco más de su tiempo a este torneo que se supone sea el mayor espectáculo deportivo de Cuba. Aunque aún quedan (y quedarán) muchísimos aspectos por mejorar, han ido pegando parches sobre la marcha para que la nave del béisbol no se les hunda por completo.
Una página oficial más operativa, el anuncio de los lanzadores abridores de los próximos partidos y el encadenamiento de algunas emisoras radiales que permanecieron en silencio durante las primeras jornadas por falta presupuesto, se han unido a una leve mejoría en la alimentación de los atletas y en las condiciones de alojamiento. Este tema ya estaba provocando molestias y los había impulsado a hacer declaraciones al respecto en las televisoras provinciales, y había puesto nerviosos a los organizadores.
Poco a poco los estadios han ido acogiendo más público, sobre todo en los territorios de los equipos que han comenzado mejor. Aunque todavía es muy pronto para medir el impacto de este campeonato, el gusto de los cubanos por el béisbol y las pocas opciones de entretenimiento de un país en crisis y con largos apagones, deben estimular su asistencia a los partidos.
Con el paso de los días también ha ido en aumento la ofensiva, a pesar que muchos aficionados y periodistas fueron optimistas en los primeros desafíos, cuando el pitcheo se llevó el protagonismo y las estadísticas arrojaban un mayor equilibrio, algo inusual en los campeonatos nacionales.
Pese a la concentración de la calidad al eliminarse diez equipos para este evento selectivo, el promedio de bateo colectivo después de siete jornadas es de .284, los lanzadores permiten 3.70 carreras limpias cada nueve entradas y la defensa presenta un average de .976.
Los Ganaderos, apoyados en un insólito pitcheo que muestra un PCL de 1.17, han ganado cuatro de sus cinco juegos y comandan la tabla de posiciones empatados con Agricultores (5-2), seguidos por Tabacaleros (4-3), Centrales y Cafetaleros (2-4), y Portuarios (2-5).
Para la próxima semana estaremos hablando de los líderes individuales en este torneo de béisbol cubano, en espera de que vayan acumulando más comparecencias al bate, aunque es válido exaltar a algunos que han comenzado con buen destaque.
Son los casos de Alexquemer Sánchez (AGR), primero en promedio de bateo con .533 y en OPS 1.266, y de Yaser Julio González (TAB), quien es primero en dobles (5) y en total de bases recorridas (19), colíder en impulsadas (7), segundo en hits (11), promedia al bate para .393, y es tercero en OPS (1.098).
Con respecto a los lanzadores, llaman la atención los 11 ponches que propinó el joven Franky Quintana (TAB) y el excelente Whip que muestra el desconocido Ernesto Góngora (CAF) con 0.13.
El próximo martes comenzarán nuevos duelos. El líder Ganaderos recibirá a Cafetaleros en Sancti Spíritus, los Agricultores se medirán con Portuarios en Bayamo, y Centrales jugará con Tabacaleros en Villa Clara.
