Entre escándalos y el malestar de los aficionados, dio inicio este fin de semana la nueva Liga Élite del Béisbol Cubano, después de un atraso de dos semanas por la demora en la llegada de los uniformes de los atletas y de parte de los implementos necesarios para su normal funcionamiento.
Aún sin toda la logística requerida (faltan los spikes, cascos, y guantillas) —pese a que la marca Teammate y el propio presidente de la Federación Cubana de Béisbol, Juan Reinaldo Pérez, aseguraron que estaba garantizada— se dio la voz de "Play ball" en tres estadios del país, ante la presión popular y la necesidad de completar el calendario de juegos antes del comienzo de la Serie del Caribe en febrero de 2023 en Caracas, Venezuela, donde el ganador de la liga debe representar a Cuba.
Dos barridas y un partido suspendido por lluvia fue el balance de los primeros duelos del que se supone sea el mayor espectáculo del béisbol cubano por la concentración de la calidad, al bajar de 16 equipos en la Serie Nacional a solo seis en este nuevo experimento.
Lo cierto es que, a pesar de un pobre apoyo de la fanaticada en los estadios, estos primeros enfrentamientos no decepcionaron. Se pudieron apreciar juegos reñidos con muy pocos errores al campo, un aspecto del juego que ha golpeado muy duro en los últimos torneos nacionales.
Apenas cuatro pifias se cometieron en estos primeros cinco desafíos. Esto es un consuelo para los fanáticos, hambrientos de presenciar un espectáculo con una calidad medianamente decente.
Los Agricultores, equipo formado por peloteros de las provincias de Las Tunas y Granma, impusieron su favoritismo en el Latinoamericano al vencer en par de ocasiones a los Portuarios (Industriales y Mayabeque), con una ofensiva que produjo 24 hits entre los pleitos de sábado y domingo.
Marcadores de 6-3 y 4-2 reflejan que hubo batalla todo el tiempo, sobre todo en el primer juego, que fue necesario llevar a extrainnings y fue decidido por un jonrón de Rafael Viñales con dos corredores en las almohadillas.
En el Cristóbal Labra de la Isla de la Juventud, los locales Tabacaleros (Pinar del Rio, Artemisa, y la Isla) —también con el primer partido definido en diez capítulos— derrotaron dos veces a Centrales (Matanzas, Villa Clara, y Cienfuegos) con pizarras de 3-2 y 4-2.
La única subserie que no se pudo completar por las inclemencias del tiempo fue la de Cafetaleros (Santiago de Cuba, Holguín, y Guantánamo) y Ganaderos (Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, y Camagüey). El único partido que disputaron lo ganaron estos últimos 1-0 y fue decidido por un cuadrangular del veterano Yordanis Samón.
Aún es muy temprano para valorar el impacto que tendrá esta liga en los cubanos, aunque muchos vaticinan un fracaso total. La imposición de esos nombres horribles por parte de la Comisión Nacional, después de eliminar una encuesta popular en la que los aficionados habían escogidos sus preferidos; los errores de los directivos en la organización del evento, y la misma situación del país sumido en una de sus peores crisis económicas, son factores que atentan contra el torneo, pero jamás se debe subvalorar la pasión que este deporte desata en la Isla.
A partir de este martes comenzarán nuevos enfrentamientos. Tabacaleros se quedará en la Isla de la Juventud para enfrentar a Agricultores en duelo de invictos; Ganaderos será anfitrión en Ciego de Ávila para chocar contra Centrales, y Portuarios viajará a Santiago de Cuba para jugar con Cafetaleros.