El equipo cubano cayó por tercera ocasión consecutiva en la IV Copa Mundial Sub-23 de Béisbol que tiene lugar en Taiwan, del 13 al 23 de octubre, en un partido en el que logró pisar el home, pero terminó cediendo 2-3 ante Holanda.
Esta vez, el pitcheo abridor por Cuba no lució tan bien como en los dos partidos previos y permitió la primera anotación de los holandeses en la misma primera entrada, según la nota del portal estatal Cubadebate.
Con dos hits y un fly de sacrificio, el equipo holandés fabricó la primera carrera frente a los envíos del derecho espirituano Roberto Hernández. Pero la ofensiva cubana respondió en el cierre del propio inning de apertura, cuando, con dos hombres en circulación (Cristhian Hidalgo y Yuri Marcos Fernández), Guillermo García conectó un imparable por el centro del terreno para darle a Cuba sus dos primeras carreras en el campeonato, después de 14 ceros.
La ventaja mínima de una carrera para Cuba duró exactamente un inning. Hernández consiguió contener a la ofensiva holandesa en el segundo episodio, pero en el tercero regaló dos bases por bolas y toleró dos sencillos, que dieron el empate a Holanda.
Con el abrazo a dos carreras por bando en el marcador, vino a encargarse del montículo el pinareño Leodán Reyes, para quien esta salida constituyó su debut en eventos internacionales. El líder en ponches del último campeonato cubano de la categoría consiguió impedir que los holandeses tomaran ventaja en el tercero y dominarlos en la cuarta y quinta entrada.
En el sexto, el equipo holandés logró colocar hombres en primera y tercera base mediante dos hits que hicieron saltar del box a Reyes. Con Naikel Cruz en el montículo, los holandeses lograron elaborar un doble robo que hizo lucir mal a la defensa cubana y trajo la carrera del desempate.
Por su parte, la tanda cubana no pudo descifrar los envíos de Aaron de Groot, sustituto del abridor holandés Koen Postelmans, lesionado en uno de sus dedos. De Groot, a la postre ganador del partido, lanzó cuatro entradas y un tercio en los que propinó cuatro ponches.
Jefrem León sacó los últimos seis outs del encuentro, tres de ellos por la vía del ponche, y se anotó juego salvado.
Tras sufrir su tercer revés consecutivo, el conjunto cubano está obligado a derrotar a México, siguiente rival, y a Australia (el partido del 15 de octubre fue suspendido por lluvia en el primer inning).
Sin embargo, esas dos hipotéticas victorias no le bastarían al equipo de Cuba para pasar a la Superronda. Necesita, además, que los rivales que ya le han vencido dentro del grupo, pierdan en sus siguientes desafíos.
Como señaló en DIARIO DE CUBA el periodista Enrique del Pozo, en septiembre, pasar a la Superronda representa un reto difícil para los cubanos, teniendo en cuenta que fueron ubicados en un grupo muy fuerte.
"En una llave donde además estarán Corea del Sur, Países Bajos, Puerto Rico, Australia y los actuales subcampeones mexicanos, las cosas no parecen fáciles para un conjunto que además de sufrir la emigración de varios de sus atletas, acude con la desventaja de la falta de juegos en sus campeonatos nacionales", expresó Del Pozo, aunque consideró que la escuadra cubana se robustecía con la presencia de los lanzadores Cruz, Marlon Vega y Frank Abel Álvarez, y de los bateadores Pedro Pablo Revilla y Guillermo García.
Los cinco peloteros están contratados en ligas foráneas, a través de la estatal Federación Cubana de Béisbol (FCB). Cruz se milita en la Liga Mexicana, los cuatro restantes están contratados en Japón.
El mentor cubano Alain Álvarez manifestó la aspiración de alcanzar una medalla, a finales de septiembre, cuando quedó definido el equipo.
"El propósito ahora es buscar una medalla, meta sin duda exigente por la calidad de los rivales", dijo entonces Álvarez, quien se desempeñó como coach en el pasado Campeonato Panamericano, en el que Cuba terminó en segundo lugar y obtuvo el pasaje para Taiwán 2022.
De lograr ese objetivo, lo que parece cada vez menos probable, Cuba estaría mejorando su actuación en la edición pasada, realizada en Hermosillo, México. Allí, los representantes de la Isla terminaron en la cuarta posición, lo que no constituyó el peor resultado del béisbol cubano en tiempos en que sufre una debacle. Sin embargo, la participación de ese equipo en el torneo de México será más recordada por la fuga de 12 peloteros, nada menos que la mitad del elenco.