El equipo sub-23 de béisbol cubano sufrió su segunda derrota, esta vez a manos del elenco de Corea del Sur, con pizarra de 0-4, en la IV Copa Mundial de la categoría, que tiene lugar en Taiwán hasta el próximo 23 de octubre.
Por segunda ocasión en el torneo, el pitcheo rival le colgó siete ceros al equipo cubano, que no fue capaz de producir en los momentos claves y ya lleva 14 entradas sin pisar el home (en el evento se juegan partidos de siete innings).
No obstante, el marcador puede resultar engañoso respecto al desarrollo de un partido que fue cerrado hasta el último out y en el que el pitcheo de la Isla tuvo una actuación meritoria.
Según la nota del medio deportivo estatal Jit, el abridor, Oscar Hernández, de Villa Clara, maniató a la batería sudcoreana hasta el tercer inning, cuando tuvo que venir en su auxilio el pinareño Frank Abel Álvarez, quien selló la entrada y liquidó otras dos, antes de cederle el box a Andy Vargas.
El capitalino, que no había tenido una buena salida en el primer partido ante Puerto Rico, esta vez exhibió gran forma y propinó escón de ponches en el sexto capítulo. Pero en la parte baja del séptimo, se le llenaron las bases después de una decisión controvertida relacionada con el conteo, de acuerdo a la nota de Jit. En esas circunstancias, el tercer bate de Corea del Sur disparó un jonrón por el jardín izquierdo que dejó al campo al conjunto cubano.
Sobre la decisión de mantener a Vargas en la lomita pese a tener las bases llenas, el mentor Alain Álvarez argumentó, en declaraciones a Jit , que era "el hombre que debía asumir el rol".
"Estaba muy bien, muy controlado. Ya tenía las bases llenas y dio muestras de control. Al final lo obligaron a tirar el lance en zona y, bueno, fue mejor en este caso el bateador de ellos. Pero pienso que era el hombre que debía asumir el rol; lo había hecho muy bien. Era más difícil traer a otro pitcher en otra situación, sobre todo debutando, para estos momentos. Él ya estaba con el calor del juego; además, lo hizo muy bien", sostuvo Álvarez.
A diferencia de sus declaraciones posteriores a la primera derrota ante Puerto Rico, esta vez el mentor cubano expresó preocupación sobre el desempeño ofensivo del equipo, que tuvo hombres en bases en cinco de las siete entradas frente a Corea del Sur. Sin embargo, como sucedió en el juego anterior, no apareció la conexión necesaria en el momento oportuno y el conjunto sigue sin producir carreras.
"Tuvimos la oportunidad de irnos adelante en varias ocasiones y no dimos el batazo oportuno, y al final dio al traste con la derrota una vez más. Ya tendremos que pensar en algunos reajustes que podamos hacer dentro de la alineación para el próximo partido y tratar de no bajar la guardia", dijo Álvarez.
"Tendríamos que analizar primero dentro de la alineación en estos momentos quiénes son los que más ajustados están. Evidentemente, habría que hacer un movimiento dentro de la misma y hemos optado por todo. No ha funcionado el toque de sacrificio para adelantar tampoco. Es decir, que no solo es un tema de impulsar carreras, sino de otros aspectos tácticos que no han funcionado y tendremos que hacer su ajuste oportuno", explicó.
Álvarez también se refirió a situaciones como los traslados prolongados a los terrenos de juego, pero reconoció que esas adversidades han sido parejas para todos los equipos.
El próximo desafío de Cuba será ante Holanda y como abridor está anunciado el derecho espirituano Roberto Álvarez, quien inició ante Australia, pero el partido fue suspendido por lluvia.
Álvarez tendrá que hacer los mencionados ajustes muy rápido, en aras de pasar a la Superronda, que, como explicó el periodista de DIARIO DE CUBA Enrique del Pozo en septiembre, es el primer reto del equipo cubano.
"En una llave donde además estarán Corea del Sur, Países Bajos, Puerto Rico, Australia y los actuales subcampeones mexicanos, las cosas no parecen fáciles para un conjunto que además de sufrir la emigración de varios de sus atletas, acude con la desventaja de la falta de juegos en sus campeonatos nacionales", señalaba Del Pozo, aunque consideró que la escuadra cubana se robustecía con la presencia de los lanzadores Naikel Cruz, Marlon Vega y Frank Abel Álvarez, y de los bateadores Pedro Pablo Revilla y Guillermo García.
Los cinco peloteros están contratados en ligas foráneas, a través de la estatal Federación Cubana de Béisbol (FCB). Cruz se milita en la Liga Mexicana, los cuatro restantes están contratados en Japón.
De alcanzar una medalla de cualquier color en la competencia, Cuba estaría mejorando su actuación de la edición pasada, realizada en Hermosillo, México. Allí, los representantes de la Isla terminaron en la cuarta posición, lo que no constituyó el peor resultado del béisbol cubano en tiempos en que sufre una debacle. Sin embargo, la participación de ese equipo en el torneo de México será más recordada por la fuga de 12 peloteros, nada menos que la mitad del elenco.