El equipo cubano de béisbol debutó con derrota de 5-0 ante el conjunto de Puerto Rico en el la IV Copa Mundial Sub-23, que tiene lugar en Taiwán del 13 al 23 del presente mes.
El abridor por Cuba fue Naikel Cruz, quien, de acuerdo a la nota del medio deportivo estatal Jit, lanzó tres entradas sin recibir anotaciones. Pero en la cuarta entrada, después de un error del inicialista Pedro Pablo Revilla, los boricuas conectaron tres imparables y marcaron las dos primeras carreras, que sacaron a Cruz del box.
El derecho Marlon Vega salió como relevista y frenó la batería rival hasta el séptimo inning, cuando permitió un doblete que trajo a dos corredores al home.
Vega fue sustituido por Andy Vargas, quien dejó la casa llena antes de ser reemplazado por el zurdo Alex Guerra. Un wild pitch de este fue la luz verde que necesitaba el corredor de tercera base para anotar la quinta carrera de Puerto Rico en el encuentro.
Pero si el desempeño del pitcheo cubano dejó que desear, pues los lanzadores Vega y Cruz, dos de las principales figuras del elenco, no lograron mostrar su mejor versión, más preocupación deja la sequía ofensiva que exhibió el conjunto.
Los cubanos llegaron a llenar las bases en la parte baja de la séptima entrada, pero los emergentes Carlos Monier y Bryan González se poncharon de manera consecutiva
Sin embargo, el mentor Alain Álvarez no mostró inquietud al respecto en sus declaraciones a Jit después del partido.
"No me preocupa este inicio silencioso de la ofensiva porque es normal la presión que ejerce un primer juego en las filas del plantel. Para el segundo choque debemos esperar que los muchachos salgan diferentes y seguiremos con el plan que diseñamos desde Cuba", expresó Álvarez
El pitcher anunciado para abrir por el conjunto cubano en el desafío de hoy, ante Australia, es el derecho espirituano Roberto Álvarez, quien destaca por su velocidad.
Esperemos que el mentor Álvarez tenga razón y que la ofensiva cubana logre producir en su segundo partido del torneo en el que los de la Isla aspiran a una medalla, de acuerdo a las afirmaciones del propio Álvarez a finales de septiembre pasado, cuando quedó definido el equipo que asistiría al Mundial.
"El propósito ahora es buscar una medalla, meta sin duda exigente por la calidad de los rivales", dijo entonces Álvarez, quien se desempeñó como coach en el pasado Campeonato Panamericano, en el que Cuba terminó en segundo lugar y obtuvo el pasaje para Taiwán 2022.
El periodista de DIARIO DE CUBA Enrique del Pozo explicó en septiembre que el primer reto para los de la Isla sería lograr un boleto para la Superronda, a la que accederán los tres primeros equipos de cada apartado, compuesto por seis selecciones cada uno.
"En una llave donde además estarán Corea del Sur, Países Bajos, Puerto Rico, Australia y los actuales subcampeones mexicanos, las cosas no parecen fáciles para un conjunto que además de sufrir la emigración de varios de sus atletas, acude con la desventaja de la falta de juegos en sus campeonatos nacionales", señalaba Del Pozo, aunque consideraba que la escuadra cubana se robustecía con la presencia de los mencionados lanzadores Cruz y Vega, además de Frank Abel Álvarez, y de los bateadores Pedro Pablo Revilla y Guillermo García.
Los cinco peloteros están contratados en ligas foráneas, a través de la estatal Federación Cubana de Béisbol (FCB). Cruz se milita en la Liga Mexicana, los cuatro restantes están contratados en Japón.
De alcanzar una medalla de cualquier color en la competencia, Cuba estaría mejorando su actuación en la edición pasada, realizada en Hermosillo, México. Allí, los representantes de la Isla terminaron en la cuarta posición, lo que no constituyó el peor resultado del béisbol cubano en tiempos en que sufre una debacle. Sin embargo, la participación de ese equipo en el torneo de México será más recordada por la fuga de 12 peloteros, nada menos que la mitad del elenco.
