Varios deportistas cubanos han obtenido la nacionalidad de otro país y han alcanzado notables resultados en competencias internacionales representándolos. La jabalinista Yulemnis Aguilar podría engrosar esa lista al convertirse en ciudadana española, tras haber sufrido en Cuba maltratos, lesiones y la expulsión de la selección nacional de atletismo, según cuenta al medio deportivo Runner's World.
De obtener la nacionalidad, Aguilar, de 26 años, daría una alegría al sector de lanzamientos español, que Runner's World describe como maltrecho, pues durante el pasado Campeonato de España de Nerja a finales de junio, la cubana lanzó 64,17m que le habrían dado el segundo lugar en el Campeonato Mundial de Eugene, Estados Unidos (del que Cuba se fue sin medallas) y sería récord para la nación ibérica.
Sin embargo, al no ser española aún y haber competido fuera de concurso, la marca no constituyó récord para el país, aunque Aguilar ganó la competencia.
Esta cubana, que es aún la recordista mundial en la categoría sub-20, con un registro de 63,86 metros, estuvo muy cerca de abandonar el deporte de manera definitiva tras ser dada de baja del equipo nacional de atletismo. Sus declaraciones a Runner's World confirman lo que han afirmado otros atletas: en Cuba se les obliga a competir lesionados.
"Me destaqué mucho lanzando la pelota y a los 13 años me metieron en la jabalina", dice sobre sus inicios. "Los resultados salieron desde que era pequeña, ganaba en todas las categorías menores. En 2012, con 16 años, entré en la selección nacional en La Habana, y al año siguiente fui subcampeona mundial juvenil en Donetsk. Esa temporada estaba muy bien pero no me esperaba tanto".
Sin embargo, sus buenos resultados, lejos de favorecerla, provocaron un exceso en las expectativas y exigencias de las autoridades deportivas cubanas.
"En cuanto tienes buenos resultados te tratan como si fueras absoluta. La exigencia con los jóvenes es muy alta. Hacemos marcas de locura, pero eso no significa que nuestro cuerpo y mente estén preparados para ir al Mundial y hacer medalla. Nos exigen más de lo que podemos y nos lesionamos, es lo que ha pasado con Jordan (Díaz) y con muchos otros. Yo sufrí una lesión tras otra: codo, hombro, espalda...fui a los Juegos Olímpicos de Río con un tobillo fracturado", explica Aguilar, quien entonces solo pudo enviar la jabalina hasta los 54 metros y cayó en la clasificación del torneo.
Aguilar no tuvo acudió a competencias fuera de Cuba durante todo 2017 y en 2018 la llevaron a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla (Colombia). Las autoridades cubanas le exigían ganar, según explica al medio español, y ella solo pudo lograr el bronce con 55,60m.
"Como no salió, me sacaron de la selección. Me llamaron y me dijeron que no contaban conmigo para la siguiente temporada y decidí dejarlo. Y eso que mi entrenador, Héctor Luis Duarte, me sabía llevar bien y hacía cosas de mi edad, pero en Cuba los federativos mandan más".
A la jabalinista no le sorprende que Cuba se haya ido del Mundial de Eugene sin medallas, su peor resultado histórico en estos eventos. El único cubano que ganó una presea en la competencia fue Pedro Pablo Pichardo, quien obtuvo el oro representando a Portugal.
"Esto viene de muchos años. Cuba ha ido bajando y ha llegado el colapso. Las cosas tienen que mejorar, buscar mejores condiciones a los atletas en sentido económico, de alojamiento, de comida", dice.
Aguilar se mantuvo alejada de las competencias entre 2019 y 2021, llegó incluso a pesar 77 kilos, de los que luego ha conseguido rebajar diez. En diciembre de 2020, llegó a España con una visa para estudiar, que le permitía permanecer en el país hasta 2024, y considera que ha sido la mejor decisión de su vida.
"Y venirme a España fue la mejor decisión de mi vida, a nivel económico tuve mejores ofertas en México o en Japón, pero a nivel deportivo, nada superaba entrenar con Raimundo (Fernández), su currículum lo dice todo", explica.
Fernández, de 75 años, ha entrenado a algunos de los mejores jabalinistas españoles, Julián Sotelo, Gustavo Dacal, Marta Míguez y otros lanzadores destacados como la discóbola olímpica Ángeles Barreiro o la martillista Dolores Pedrares.
Aguilar compite en España por el Valencia Club Atletismo, al que ayudó a ganar la Liga Iberdrola, y su marca de Nerja le ha abierto las puertas de los grandes mítines.
Para competir en el Mundial de Budapest en 2023 y en los Juegos Olímpicos de 2024, la cubana necesita que el Gobierno español le otorgue la nacionalidad por carta de naturaleza, la fórmula rápida y discrecional prevista para aquellos casos que se consideran de interés nacional, que permitió obtener la ciudadanía a su compatriota Jordan Díaz.
Parece que los deportistas si comen y entrenan en condiciones siguen siendo perfectamente válidos.
Competir muerto de hambre, con dietas completamente desequilibradas, sin entrenar bien y bajo presiones excesivas pues no parece que vayan a tener los mismos resultados.
Y siguen con esos nombrecitos inventados y estrafalarios, por no decir ridículos. Claro que hay males mayores y peores, pero el asunto sigue siendo seña de decadencia sociocultural.
Bueno, el nombre no es culpa de ella, sino de la generacion anterior que es la que peor la ha tenido. Cada cubano que se va de Cuba es uno que se salva si tiene dos dedos de frente. Hasta ahora parece que esta muchacha lo esta haciendo bien.
No, no es culpa de ella, ni de sus padres, ya que estaban inmersos en Aquella Mierda.