La pelota cubana, declarada Patrimonio Cultural de la Nación en octubre de 2021, sigue perdiendo prospectos. Danell Figueroa y Yorelquis Hernández serían las nuevas promesas del béisbol que parten de la Isla hacia República Dominicana para obtener contratos en Grandes Ligas, según publica en su blog el periodista Francys Romero.
Casi sin tiempo de diferencia entre una publicación y otra, Romero informa de las salidas de estos dos talentos de 17 y 18 años respectivamente, que le habrían sido confirmadas por varias fuentes.
Figueroa, el más joven de los dos peloteros, estaba considerado el receptor más desarrollado de su categoría en el país, explica Romero.
El matancero de 6,3 pies y 197 libras debutó en la presente edición de la Serie Nacional de Béisbol con los Cocodrilos de Matanzas y exhibió fuerza al conectar un jonrón. También tuvo oportunidad de mostrar sus cualidades defensivas en los nueve partidos que jugó.
En el último Campeonato Nacional Sub-15, su línea ofensiva fue de .296/.474/.380, con seis dobles y 13 carreras impulsadas, en 97 turnos al bate, durante los cuales también exhibió una de las disciplinas en el cajón de bateo más notables del torneo al arrancarle 23 boletos a los pitchers que enfrentó y poncharse solo dos veces.
En 2019, integró el equipo Cuba que asistió al Panamericano Sub-15 de México. Romero señala que varios jugadores de ese conjunto han optado por emigrar.
Figueroa además formaba parte de la preselección cubana al Mundial Sub-18, que tendrá lugar del 9 al 18 de septiembre en el sur de la Florida, y en el que Cuba declinó participar. Su partida demuestra que la decisión de no intervenir en competencias internacionales no contendrá el éxodo de jóvenes talentos del béisbol.
Por otra parte, Yorelquis Hernández, a quien Romero ubicó en el puesto 15 de los 25 mejores talentos menores de 18 años del béisbol cubano en 2020, ya se encuentra en República Dominicana.
Se trata de un pitcher derecho que debutó con las Avispas santiagueras en la Serie Nacional número 60. En la presente campaña vio muy poca acción. Mostró sus habilidades, tanto en la lomita como en el cajón de bateo, en las categorías inferiores.
Intervino en el Panamericano Sub-15 de 2017 de Cartagena, Colombia, con la selección nacional y lanzó 11,1 entradas, en las que ponchó a seis bateadores y mostró efectividad de 2.38. En el juego que ganó frente a Panamá no toleró carreras durante seis entradas.
En la campaña juvenil de 2020, Hernández abrió siete juegos y ganó cuatro. Su efectividad fue 2.21 y propinó 32 ponches en 40 entradas. Romero vaticina que, con el tiempo y el desarrollo físico que debe alcanzar en los próximos años, podría lanzar de manera estable sobre las 90 millas.
A la ofensiva, el santiaguero fue líder de su equipo con .352 de average en 123 turnos al bate. Produjo 38 hits, incluyendo nueve dobles.
Con Figueroa y Hernández, son cuatro los prospectos del béisbol cubano que han decidido emigrar en marzo. Antes lo habían hecho el santiaguero José Abilio Ferrer, de 22 años, y Maykol Valdivia Brown, ex capitán de la selección nacional sub-15. Durante este mes llegó a Estados Unidos el mayabequense Miguel Camacho, quien salió de Cuba a principios de febrero.
En lo que va de año, diez jóvenes promesas del deporte nacional cubano se han ido del país, sin contar a peloteros que no clasifican en la categoría de prospectos y también han decidido salir de Cuba y probar suerte en otras ligas profesionales.
Estas salidas se suman a las de atletas de otras disciplinas como el boxeo, la vela y el atletismo, que confirman una verdad incuestionable: la vinculación al deporte estatal tiene cada vez menos que ofrecer a los jóvenes talentos de la Isla.
El hecho de que estos peloteros salgan de Cuba sin abandonar delegaciones durante eventos en el exterior permitiría al régimen llamarlos a las filas de los equipos nacionales en un futuro, sin dejar de discriminar y negar la entrada al país a los que han se han fugado en torneos internacionales.
Las autoridades cubanas están conscientes de que los mejores peloteros de la Mayor de las Antillas están fuera o buscando la forma de irse, y tendrán que recurrir a ellos si aspiran a recuperar escaños en el ranking de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC).
Una de las evidencias de la debacle del béisbol cubano en los últimos fue la salida de Cuba del top 10 de la WBSC en junio del año pasado.
