La edición 61 de la Serie Nacional de béisbol de Cuba ha cumplido ya un tercio de su calendario en la fase clasificatoria y varias lecturas se pueden hacer de esta etapa, la mayoría de ellas nada positivas para un deporte que viene tocando fondo en la Isla desde hace varios años.
A pesar de las buenas concurrencias en los estadios, lógicas debido a la falta de opciones recreativas para la mayoría de los jóvenes, la pelota cubana sigue cayendo en un abismo, empujada por sus propios directivos.
El castigo absurdo a los dos peloteros que interactuaron con el grupo de Facebook "Por la Goma", la negativa de algunos directores y atletas a ofrecer declaraciones a sitios acreditados como resultado de este escándalo, y la poca firmeza ante indisciplinas y groserías que se viven a diario en los terrenos, son solo algunos puntos que empañan esta temporada.
Árbitros mal preparados y con zonas de strike muy particulares, y juegos diurnos que impiden a los equipos entrenar y conspiran contra la calidad del espectáculo, son elementos que se unen para seguir azotando el pasatiempo nacional por todos los frentes.
Sin embargo, es tanto lo que gusta el béisbol por estos parajes caribeños, que en medio de todas estas tormentas que indignan, los aficionados continúan siguiendo a sus equipos favoritos en busca de los destellos que hacen grande este deporte.
Después de los partidos de esta última semana, el bateo colectivo (.291 de average) y las carreras limpias permitidas por juego (4.94) disminuyeron. Pero continuó el descontrol de los lanzadores, que concedieron 4.75 bases por bolas por cada nueve entradas, y la defensa siguió encendiendo alarmas al caer un punto por debajo de 970 de average, algo que no ocurría hace varias temporadas.
Pero todo esto pasa a un segundo plano en esta Isla atípica, porque lo que realmente importa, aunque llueven las críticas después de cada jornada, es la tremenda competitividad que existe en la liga y cómo esta exacerba las pasiones en las provincias todos los años.
La baja calidad del campeonato se hace humo cuando vemos la tabla de posiciones y comprendemos que a estas alturas cualquier equipo tiene posibilidades aún de clasificar a los playoffs, y esto, lo confieso, es excitante para cualquier competición deportiva.
Tras los partidos de este domingo, en los que hubo cuatro barridas de fin de semana, Matanzas, con balance de 17 victorias y 7 derrotas, ha logrado sacar dos juegos de ventaja sobre Mayabeque (15-9) y dos y medio sobre Santiago de Cuba y Ciego de Ávila (15-10).
Les siguen, para cerrar la zona de clasificación, los equipos de Villa Clara (14-10), Sancti Spíritus y Artemisa (13-11), e Industriales (12-12) a solo cinco juegos de la primera posición.
Luego viene un pelotón muy compacto que en cualquier momento puede dar un salto y desordenar la tabla: Pinar del Rio, La Isla, y Granma (12-13), Las Tunas y Camagüey (11-14), Guantánamo (9-16), y los sotaneros conjuntos de Holguín y Cienfuegos (8-17), a menos de cinco partidos de la zona de privilegio.
Con respecto a los lideratos individuales más importantes, Carlos de la Tejeda (ART) es el de mejor average ofensivo (.419) y el que más hits conecta (39), empatado con Yordanis Alarcón (LTU). Alexander Ayala (CMG) y Rafael Viñales (LTU) son los máximos jonroneros (8), y Andrés Hernández (IND) el que más carreras impulsa (26).
Desde el montículo, Yander Guevara (CAV) y Hermes González (CFG) han ganado cinco partidos, Luis Fonseca (SCU) ha salvado ocho, Yoanni Yera (MTZ) es el que más poncha (31) y Erlis Casanova (PRI) ha sido el más dominante al extremo de permitir solo 1.23 carreras limpias por juego con un WHIP de 0.68, lo que lo convierte en líder en ambos departamentos.
A partir de este martes comenzarán las oncenas subseries particulares y aunque todas se tornan muy interesantes debido a la pelea que hay cerca de la zona de clasificación, el duelo entre los Gallos de Sancti Spíritus y los Leones de Industriales llama la atención por encontrarse ambos entre los ocho primeros equipos del campeonato.
