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Poesía

En los extramuros de Zaragoza

'como gatos encima de una rama/ una soga de acero en nuestros cuellos/ meditando si saltas o te caes'

Zaragoza
Saltando entre dos techos.
Saltando entre dos techos. Vitonica

 

1

Ni siquiera un sol en mi bolsillo viejo Jarry
mucho menos un euro en mi galaxia
mientras tus gafas miopes me descubren
entre papeles con signos aljamiados
escarbando sentado en la basura
para ver si descubro alguna perla
una flor que aparezca entre las ruinas
melodías escombros pensamientos
que suben o que bajan por mis manos
y que al final resbalan caen de golpe
en busca de un violín que suene ex-
traño que rompa la cabeza como un
hacha o que raje la mente porque duela
igual que una pedrada


2

Nuestro padre no quiso acompañarnos viejo Jarry
después de convertirse en un cadáver
preparó sus maletas un café su heraldo
de domingo en hueso húmero
y se marchó a París a trabajar
en un jardín de espaldas a la muerte
pero él supo primero que nosotros
lo que era esta miseria de dormir
en un parque sin puertas ni ven-
tanas avenidas cubiertas por la niebla
entre gorriones leves caminando
o volando de un corazón a otro
como gatos encima de una rama
una soga de acero en nuestros cuellos
meditando si saltas o te caes
como ahora sin red de los balcones
al amparo de un suelo de cristal
sin árboles ni luz entre las nubes
perdidos de pupilas en el cielo
como unos pordioseros en la noche


3

Buscamos una joya entre las piedras
escarbamos con sangre entre las ruinas
y vemos los escombros florecer
a veces conseguimos un objeto
que traspasa la lámina del tiempo
apenas un segundo hacia el oxí-
geno pero al final volvemos al inicio
sin encontrar el aire la cordura
que garantice un plato a la familia
mas vamos sin cartera en este viaje
y nada nos alumbra en la materia
de un acto demencial al manejar
un coche que tropieza al desplazarse
con cada basurero que aparece
adornando los barrios las aceras

 

4

Anoche nos caímos viejo Jarry
tropezamos los dos con nuestros dobles
y nos dimos la lengua los zapatos
como todas las noches en el mundo
fuimos a laborar sin overoles
desnudos como niños en un bosque
como bueyes que pierden sus pezuñas
obreros que no rezan en la fábrica
porque no les da tiempo la hipoteca
son invisibles como el cierzo ahora
que corta nuestros dedos nuestras a-
las (se reproducen pero no generan
no sostienen belleza entre sus dientes
a no ser la miseria o el dinero
que cuesta en este mundo ser tan pobres)

 

5

Apenas duermo en casa o en la hierba
camino por el techo o me levito  
entre paredes sueños circunstancias
a estas alturas llevo el cuerpo insano
la epidermis cubierta de ciruelas
de mil manchas que brillan como insectos
me deslizo después del desayuno
hacia el menú con la palabra "nada"
salgo de mi interior en el reloj
o regreso en la tarde sin cabeza
en busca de pomadas de pastillas
que me dan las farmacias junto al río

 

6

Ya ves mi viejo Jarry que la vida
sigue su mismo curso y las escenas
no cambian de lugar ni personajes
solo otro nombre propio otra
camisa tu casa derrumbada sigue
en ruinas en un pueblo perdido del Perú  
con las cajas de libros invisibles
y yo sin un contrato de alquiler
que dé estabilidad a esta ofici-
na de ingeniero en basuras sin un
mueble sin teléfono o llave para el gas
con nieve en el espejo porque ¿sabes?
en el duro manual de un extranjero
no existe y nunca habrá calefacción
con dos tornillos menos en mis gafas
los pantalones rotos en invierno
por el roce de tanto caminar
de Zaragoza a un pueblo que da al sur
en busca de una almohada oh viejo Jarry
del huerto que anhelamos al nacer
donde florezca un día al despertar-
nos ese ángel que anuncia tu eSPLENDOR

 


Dolan Mor nació en Pinar del Río, en 1968. Su libros publicados más reciente son Antología de Spoon Raven (Candaya, Barcelona, 2019) y En los extramuros de Zaragoza. Poemas escogidos (Verbum, Madrid, 2021), al cual pertenece este poema.

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