"A partir de este instante rompo cualquier vínculo de tipo cultural con el país en el que nací, hasta que no se produzcan los verdaderos cambios que todos anhelamos", escribió este lunes en su perfil de Facebook el dramaturgo y actor cubano Jorge Ferrera luego de que las autoridades culturales del régimen suspendieran dos funciones de su unipersonal Cabalgando con el aire, programado para los días 4 y 5 de enero en la Nave Creativa Oficio de Isla, que creó y dirige el actor Osvaldo Doimeadiós en La Habana.
Ferrera, quien reside fuera de Cuba hace casi 30 años, indicó que "después de haber realizado la promoción correspondiente, el director de la Nave recibe una 'llamada' del Consejo de las Artes Escénicas de Cuba para cancelar dichas representaciones, alegando que no se hizo la consulta y la solicitud al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba".
"¿De qué trata esto? ¿Censura? Es evidente, pero es de las absurdas porque ni siquiera han visto la obra. A partir de ahí ya pueden venir todas las interpretaciones que se nos ocurran, porque nunca dan explicaciones, ni siquiera se toman la delicadeza de hablar directamente con el artista, pasando por encima de una programación diseñada por el director de la sala", cuestionó.
"Todo esto forma parte de una política cultural totalmente errática y discriminatoria con los artistas cubanos residentes en el extranjero. Lo más triste es que quienes toman estas decisiones fueron en su momento compañeros de tu misma escuela de arte y que hoy han devenido en grises funcionarios que se otorgan el derecho de decidir qué puede ver y que no debe ver el público cubano", criticó.
Ferrera detalló, asimismo que "no soy ningún desconocido para dicha institución. A lo largo de estos años he presentado en la Isla los espectáculos: Gulliver, Estudio 44 (Premio de la Crítica 2013), Peer Gynt, entre otros. Para los que hacemos teatro suspender una función es siempre la última solución, la última alternativa. Pues en este caso una 'llamada' fue suficiente para la cancelación" de una obra que iba a servir para celebrar el 33 aniversario de la creación de Teatro El Puente, nacido en las aulas del Instituto Superior de Arte habanero en la década de 1990 y que Ferrera ha mantenido activo en España.
"Cabalgando por el aire seguirá su recorrido por el mundo con la conciencia de que en mi propio país se limitan mis presentaciones", subrayó Ferrera y lamentó que "esa posibilidad del reencuentro, para al menos entre tanta tristeza y desesperanza haber tenido un pequeño espacio para acariciar el alma, fue cortada en un segundo".
El dramaturgo exiliado escribió además: "Para mí siempre ha sido muy importante el reencuentro con amigos, familia y público en general. Compartir a través del teatro sin pedir nada a cambio. Lo hago en todo el mundo, ¿cómo no hacerlo en mi país, sabiendo que entre el público está mi madre, mi hermano, mis amigos y sobre todo esa juventud con la misma sed de conocimiento que cuando yo era estudiante?".
Asimismo, lamentó que no haya durado mucho el legado "del crítico y maestro Rine Leal, quien allá por los años 90 emprendió una batalla para que se acabara de entender que el teatro hecho por quienes están dentro o fuera de la Isla debe llamarse: Teatro Cubano".
El propio Ferrera resumió Cabalgando por el aire de esta forma: "En 1989 me monté en un barco con 1.000 jóvenes más... rumbo a la antigua Unión Soviética. Salimos del Malecón y no vinimos a parar hasta Odesa". Entretanto, la Comunidad Creativa Nave Oficio de Isla señaló que el unipersonal aborda "pasajes de la guerra librada en Angola por los cubanos, la caída del muro de Berlín, el 'período especial' en Cuba y reflexiones sobre la libertad".
Teatro El Puente, que radica en Madrid, ha realizado presentaciones en Suiza, Francia, EEUU, Colombia, Argentina, Uruguay y Venezuela. Desde sus inicios, se ha enfocado en la investigación, la experimentación, el entrenamiento de los actores, la creación de espectáculos y la pedagogía.