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teatro

'Stum', una obra de teatro que junta arte cubano y noruego

En el teatro OFF Latina, de Madrid, el dramaturgo cubano Jorge Ferrera se junta con la actriz nórdica Susanna Wolff.

Madrid
Jorge Ferrera, dramaturgo cubano. DDC TV
La actriz noruega Susanna Wolff y el dramaturgo cubano Jorge Ferrera.
La actriz noruega Susanna Wolff y el dramaturgo cubano Jorge Ferrera. Cortesía del entrevistado

"El arte es transformar lo feo en bello", dice al final de su unipersonal la actriz noruega Susanna Wolff en una salita del teatro Off Latina. El parlamento forma parte de la obra Stum, del dramaturgo cubano Jorge Ferrera, que estará en la cartelera hasta el último domingo de febrero. 

Stum (que significa muda en noruego) es una obra que habla de la relación del ser humano con el arte, específicamente con la música. El espectáculo muestra la vida de Sara, personaje protagonista, y cómo diferentes momentos importantes para ella han estado relacionados con el arte. "Es un canto al amor, a la defensa de la belleza de las artes sobre todo en estos tiempos", comenta el director en entrevista con DIARIO DE CUBA.

La fusión de teatro, danza y ópera, forma parte de la línea de trabajo del grupo Teatro El Puente, capitaneado por Ferrera. También "invitar a artistas y creadores de diferentes disciplinas, diferentes lenguas, nacionalidades, y juntos hacer una creación", dice el dramaturgo cubano.

Teatro El Puente se creó en las aulas del Instituto Superior de Arte (ISA) en la década de los 90. "Estuvimos haciendo teatro en Cuba, pero cada uno cogió su camino, muchos se fueron. Por eso El Puente se ha convertido en un espacio abierto. No tenemos un equipo estable de artistas, sino que trabajamos por proyectos". 

Ferrera aun recuerda cuando en el año 1989 salió en un barco del Malecón de La Habana, repleto de jóvenes que iban a estudiar en el Instituto de Cine y Teatro de Moscú. La idea era que pasaran allá seis años, pero el contexto sociopolítico hizo que la experiencia de Jorge solo durara un año. 

A su regreso estudió cinco años en el ISA. Siempre salía a festivales internacionales y regresaba, porque, en ese momento, donde quería hacer teatro era en Cuba. En el "Período Especial" y los integrantes de su grupo se fueron a Noruega, Colombia, a EEUU y él se planteó, por vez primera, que Cuba le estaba quedando pequeña. 

"No podemos dejar de recordar que Cuba es una isla. Llega el momento que tú te sientes completamente aislado. Yo necesitaba viajar, el encuentro con otras culturas y el país empezó a tomar un camino con el que yo no comulgaba", dice el artista, que vive en España hace 24 años.

Teatro El Puente, veterano en hacer teatro en Madrid, no es la única opción para ver el trabajo de coterráneos. La ola migratoria actual ha traído a muchos dramaturgos de la Isla. Ferrera cree que puede ser un buen momento para unirse.

"Hace años éramos muy pocos los que estábamos por aquí. Ahora constantemente te encuentras en la oferta cultural de la ciudad presentaciones de grupos o artistas que recién llegan desde la Isla con sus propuestas. Eso es muy lindo porque es una energía nueva y habla mucho de Cuba". 

Cuando pasan los años, los temas comienzan a variar porque uno no puede vivir en Europa y constantemente hablar de Cuba. Con los años empiezas a proyectar tus temáticas hacia el público potencial que te va a ver, y ese público es de todas partes. Sí hay una primera parte donde los grupo de teatro empiezan a hablar de lo que acaban de vivir, de lo que acaban de dejar. Y eso es lo que se está viviendo ahora aquí en Madrid. Y creo que, siempre hemos querido unirnos, y aunque a veces las condiciones se hacen difíciles, estamos cerca".

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