Sin dudas, la música cubana va teniendo un buen año en la industria con la nominación de diez artistas al Premio Grammy Latino.
Quizás la mayor sorpresa ha sido la inclusión del nombre de Al2 El Aldeano en la lista de los pretendientes. No porque su trayectoria no merezca cualquier premio, sino porque la proyección de Al2 es más bien anti-industria, o al menos distante del mercado, y hasta ahora, no se ha inscrito en ningún concurso (muy incluido el Grammy). Pero la llamada de "El Vico" debió ser tentadora.
El tema "Bam Bam", nominado a Mejor Canción de Rap/Hip Hop es una colaboración de Al2 con quienes muchos consideran el mejor rapero en español de la historia y es con seguridad una leyenda: el puertorriqueño Vico C. Entre ambos tramaron una pieza que, si bien tiende a lo comercial y no es en absoluto típica de la sobriedad de Al2, mantiene la dignidad de los buenos versos que estos dos excelentes compositores saben lograr.
La competencia es dura. Este año se presenta la rapera Nathy Peluso con un buen trap, se presenta Eladio Carrión (de fama no sé si merecida) y se presenta la que debería ser la candidata más fuerte: "Sabia escuela", una canción que rescata imágenes inéditas con versos de Canserbero, a los que se suman Lil Supa y Akapellah.
En un concurso serio de hip hop, la presencia del venerado rapero venezolano, que este año la revista Rolling Stone seleccionó como el rapero más escuchado en habla hispana y cuya misteriosa muerte acaba de ser descubierta como un asesinato, debería constituir ya un crédito insuperable. Solo por justicia histórica, un emocionado presente debería otorgar el premio al rapero-víctima Canserbero.
Desgraciadamente, la industria no funciona así. En la categoría de Mejor Canción de Rap/Hip Hop también se inscribió, ¡dos veces!, ¡otra vez!, el señor Bad Bunny, quien, según el analista LowQ de Radio Callejón Urbano, "ni es rapero, ni ha hecho un rap". En efecto, los dos temas que llevan su firma tienen más ritmo de reguetón mezclado con R&B que de rap. Las letras son mediocrísimas y los temas siguen el estilo superficial y pornográfico que el mercado le ha dictado de toda la vida a esta celebridad puertorriqueña. Muy lejano de la intención intelectual y poética de los "raperos reales".
La decepción de los cultores del género es palpable. "Va a ser lo mismo que el año pasado", se lamenta LowQ, recordando que entonces el premio se lo llevó Bad Bunny con otro tema que tampoco iluminaba ni sonaba a rap. El hip hop es una cultura, con sus códigos, para la cual toda irrupción ajena e interesada, como la que está ocurriendo con estos comerciantes de la música, va a ser recibida con recelo. ¿Lo sabrá la Academia de Grabación? Esperemos al 14 de noviembre.