Cuba se ha vuelto un sitio inhóspito para sus ciudadanos. Hasta quienes en otros tiempos apoyaron a la Revolución, sirviendo a las fuerzas de odio, control y represión, hoy buscan escapar a Miami o a cualquier sitio donde la vida pueda ser mejor. De estas personas habla "La Papaia", nueva colaboración entre Jorgito Kamankola y Al2 el Aldeano, estrenada este 28 de enero, día del natalicio de José Martí, quien sigue inspirando a generaciones deseosas de ver una patria libre de opresión.
"Estando en Tampa, a unas horas de un concierto que ofrecí en esa ciudad, me entra un mensaje por Instagram de Al2. Yo me quedé flipando en colores, el mensaje decía que un amigo de él le había dicho que yo estaba por allí y que cualquier cosa que necesitara contara con él. Yo lo invité a mi concierto. Me dijo que no podía ir en la noche, pero que si me apetecía pasara por su casa a tomar un café. Cuando me mandó la dirección, estaba bien cerca de él y en unos minutos estaba tocando su puerta", cuenta Kamankola a DIARIO DE CUBA.
"Estuve un par de horas sumergido en la calma y la paz que habita en su entorno. Hablamos, reímos y nos dimos ese abrazo que se siente puro", añade.
Luego de ese primer encuentro, Jorgito Kamankola subió a sus redes una foto junto con Al2 que fue muy bien recibida por sus seguidores. Algunos comentarios ya pedían un "junte musical" entre ambos. "Después de eso, volví a Miami y seguimos hablándonos por Instagram, y de a poco fue surgiendo todo", cuenta.
"A los meses volví por Tampa de vacaciones con mi novia y mi hija, que vinieron a pasarse las navidades conmigo. Estuvimos tres días en Tampa o, más bien, estuvimos tres días en casa de Al2, compartiendo su familia y la mía. Uno de esos días pasamos a su estudio y me enseñó un montón de canciones nuevas que tenía en proceso. Busqué el momento oportuno para sacar la guitarra y le canté esta canción, 'La Papaia'. Enseguida su rostro se hizo rap, se hizo poesía y se hizo la magia. Empezamos a maquetar la canción a distancia, y cuando ya teníamos el resultado que buscábamos salí para Tampa a grabar las voces y a filmar el videoclip. Esta colaboración es un lujo y un privilegio para mí", afirma el músico.
La realización del videoclip estuvo a cargo de Junior Acuña, quien hace los videoclips de Aldo y su proyecto La Cueva. La edición la hizo Ever Ryan, un filmaker y editor cubano con una larga trayectoria dentro de la producción audiovisual independiente del movimiento de rap, que ha trabajado con proyectos como Puños Arriba y con Raudel Escuadrón Patriota. La producción musical, fusión de rap con tumbaos de timba cubana, la realizó Juny LB, quien se ha encargado de las últimas producciones musicales de Kamankola.
Desde sus comienzos, Kamankola ha mezclado la trova con el rap, logrando un estilo que lo identifica. Él es un poeta urbano que hace canción lo que siente. Con el paso del tiempo y el aumento de la crisis sociopolítica en la Isla, sus letras se han vuelto más críticas con un sistema que ha obligado a emigrar tanto a la población como a sus artistas.
"Esta canción creo que era algo necesario pues es un junte de dos personas con un discurso sólido anticomunista. Mucha gente lo estaba esperando, mucha gente lo agradeció y mucha gente sintió esa felicidad que estábamos también sintiendo nosotros", dice Kamankola.
Ante la pregunta de si no le preocupa la reacción de personas en Miami que se puedan sentir aludidas por la fuerte crítica que contiene el tema, Jorgito responde: "Esta canción está hecha con toda la intención de sacar chispas; los comunistas han penetrado en todo el mundo, y Miami no deja de tener penetración comunista".
"En todos los sectores se está viendo hoy por hoy cómo están entrando cada vez más personas que en Cuba fueron represores, policías, chivatones. Creo que las personas que exigen esta canción van a reconocer que esto no es más que una gran verdad, dicha desde nuestro lenguaje", concluye.
¿Poeta urbano? No entiendo... ¿De verdad que hay poetas urbanos?