Back to top
Música

'Lo mío es hacer canciones y lo de ellos censurarlas'

Jorgito Kamankola habla con DDC sobre las consecuencias de decir la verdad en Cuba.

San José

"Si estuviera al lado tuyo te iba respondiendo las preguntas mientras me fumo un cigarro y canto canciones", dice Jorgito Kamankola (Jorge Lian García Díaz), quien no soporta el imperativo en su vida, ni tampoco la seriedad. Regala con cada letra un pedazo de su tierra, que no se le despega. Y la sufre con cada palabra que le intentan borrar, con cada concierto imposible.

Comentaste en las redes sociales hace meses tu desilusión por una presentación que te cancelaron en el Teatro Bertolt Brecht.

Es que tenían alquilado el teatro para el Festival de las Artes del ISA y me lo vienen a decir un martes, cuando el concierto era el jueves. Y, por otra parte, los funcionarios de ARTEX que atienden las presentaciones dijeron que no, aunque la gente del Instituto Superior de Arte quería que yo cantara igual. El tema es que el jueves anterior, como el Brecht se llenó, ellos me dijeron: 'te quedas fijo', y el martes siguiente me dicen que no, por el alquiler del local para el ISA, cosa que sabían ellos hace tiempo.

¿Y cómo fue el jueves siguiente en el teatro?

Lo canté y lo dije todo. Y aquello se llenó de gente.

 

"El rapero de la trova", como él mismo se bautiza, nació en uno de los barrios marginales de la capital cubana, el Cerro. Pareciera no temerle a ningún género; mezcla las raíces más criollas de la música con el rap y la guitarra. Como juego de muchacho, funda a los 12 años la agrupación Sentencia, junto a dos amigos del barrio. Compone. Suda. Respira canciones.

Pasa un tiempo y aterriza en Aceituna sin Hueso, destacado grupo de la Isla, que lo recibe como utilero, para después elevarlo hasta el escenario. Oportunidad tremenda. Se integra a la Asociación Hermanos Saíz y logra grabar su primer demo, "Musas desechables".

Los líos para grabar, pasos lentos de disqueras, el dinero, las discusiones de "esta sí, esta no", los dilemas de decir la verdad en Cuba. Y llegó entonces, para paralizar corazones, "Los centinelas me fusilan", donde el autor se derrumba en frases lapidarias: "Yo vivo encima de un reptil disecado, / que juega con mi escasa juventud. / Me pesa la Revolución en las pestañas..."

"Cuando la escribí pasaba de todo. En ese momento vendía muchas cosas para pagarme mis grabaciones: ropas, discos, dulces. Cuando salí del verde (Servicio Militar Obligatorio) decidí no trabajar nunca para el Estado y empecé a vender cosas por la calle. Los centinelas me fusilaban", dice.

Pero el primer y segundo disco los grabaste através de crowdfundings.

Así fue. Son discos independientes que no pertenecen a ninguna disquera. Precisamente porque querían sacarme canciones.

¿Dónde no te dejan cantar?

Pues abiertamente en un lugar en La Habana Vieja y en la Universidad de Ciencias Informáticas. Una vez canté allí y creo que me prohibieron hasta la entrada. Tampoco me importa enterarme de esas cosas. No le hago caso a eso porque lo mío es hacer canciones y lo de ellos censurarlas. Yo hago música y lo de prohibir o no es una cosa que depende de ellos y eso a mí no me frena.

Jorgito no tiene peña, no tiene lugar fijo. ¿Dónde canta?


Donde puedo. A veces, en el Diablo Tún Tún, con Ray Fernández. No tengo nada estable. Lo iba a tener en el Brecht, pero...

 

Además de miembro de la Asociación de Hermanos Saíz, pertenece a la estatal Agencia Cubana de Rap, y cuando le pregunto si esas instituciones no deben darle trabajo, dice: "deben".
 Mientras "ellos" no hacen lo que "deben" hacer, él libra sus guerras, y prospera. Su público lo admira. Aquí y allá.

Kamankola a veces escapa. Vuela. Los veranos se los gasta en España. En Facebook se le ve haciendo algún live, en una librería madrileña o en un parque.

¿Has dudado en volver alguna vez?


Nunca dudo regresar. Aunque a veces siento que me quiero quedar un poco más.

¿Novedades del año?

Otro disco, titulado Viento. Uno de los singles es "De cadáveres con vida y putas a la fuerza", de producción independiente igual. Sigue por lo mismo, mi honda, aunque este será un poco más oscuro, más rockero.

¿Qué le deseas a la Isla?

"Felicidad, para empezar. Cuando las personas son felices trabajan para no perder la felicidad".

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.