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Censura

El nuevo decreto que veta actividades al sector no estatal cubano condena al Paquete Semanal

Se cierra el escape de los cubanos a la tediosa programación oficial televisiva con la prohibición de vender películas, series y novelas mediante soportes digitales.

La Habana
Un gestor de El Paquete en Cuba.
Un gestor de El Paquete en Cuba. Periódico Girón

El nuevo decreto con las actividades vetadas al sector no estatal condena a El Paquete Semanal a volver a la clandestinidad. Se cierra el escape de los cubanos a la aburrida programación de la televisión oficial con la prohibición a la comercialización de materiales audiovisuales.

Según el Decreto 107/2024, que amplió la lista de actividades prohibidas para micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), cooperativas no agropecuarias y trabajadores por cuenta propia de la Isla, entran en el veto gubernamental las relativas a la exhibición cinematográfica, que incluye películas, documentales, series, novelas u otras obras similares.

Además, queda prohibida la puesta a disposición del público de los productos antes mencionados, a través de soportes informáticos.

El Paquete Semanal circula en Cuba hace unos 15 años y sus contenidos se han convertido en una alternativa en el limitado ocio de la población en la Isla. El contenido del paquete se ha expandido y ofrece actualmente casi un terabyte de películas, series y novelas, shows y videos musicales, hasta software, publicidad, materiales de Internet y más.

Con frecuencia algún contenido ha sido blanco de la Seguridad del Estado, que ha amenazado a sus gestores y distribuidores con acabar con el negocio. Las presiones de la policía política los ha llevado en varias ocasiones a profundizar la autocensura en los materiales audiovisuales que ofrecen. Una serie de comunicaciones internas a las que DIARIO DE CUBA tuvo acceso en 2018 evidenció además ataques entre "casas matrices" que compiten por los clientes.

En julio de ese año uno de los "sellos" que diseñan El Paquete, Estudios Odisea, interrumpió la inclusión de la serie colombiana de ficción El señor de los cielos, en cuya trama se implica a Raúl Castro y a otros miembros del Gobierno en el narcotráfico con Colombia, lo cual irritó a las autoridades de la Isla.

Entre las restricciones que han asumido distribuidores y gestores como resultado del hostigamiento de las autoridades, está no distribuir audiovisuales que tengan "algún contenido disidente" o de "crítica" al sistema, tampoco noticieros o periódicos, además de introducir cambios en los compendios de documentales de Discovery Channel, los animados para niños y los "shows latinos".

En la misma sección sobre Información, comunicación y telecomunicaciones del Decreto 107/2024 que entrará en vigor el próximo 19 de septiembre, aparece prohibida la creación de "agencias de noticias y otras actividades de servicio de información como información telefónica, búsqueda de información a cambio de una retribución y selección de noticias, recortes de prensa y otros". 

El extenso paquete normativo dirigido al sector no estatal de la economía hecho oficial el lunes 19 de agosto por el régimen de Cuba, contiene el rescate de una norma que provocó el repudio de una parte importante de la sociedad civil independiente media década atrás: el Decreto 349.

En el listado de ocupaciones "por cuenta propia" prohibidas aparecen, por ejemplo, la de periodista, programador cultural, gestión de salas de concierto, de video, galerías de arte, librerías, bibliotecas, teatros, entre otras. De todo lo vinculado a la promoción de las artes, solo está exceptuada la venta de libros de uso.

Pero el acápite 112 del Decreto señala que "se prohíbe el ejercicio profesional con fines de comercialización sin representación estatal a artistas, sea de forma individual o colectiva, con excepción de lo previsto para el creador audiovisual y cinematográfico independiente en el Decreto-Ley 373".

Como señaló el periodista José Luis Reyes en un artículo publicado en DIARIO DE CUBA, ahora, con el Decreto 107 del Consejo de Ministros, el 349 se convierte en ley dentro de un paquete normativo tan espeso como ideal para incluir la ponzoña totalitaria. Con tales normas, ningún dueño de MIPYME, cooperativa o "trabajador por cuenta propia" se va a atrever a contratar a un pintor, músico, cineasta, actor o bailarín que no tenga carnet de las oficialistas UNEAC, AHS u otro mecanismo oficial "autorizado".

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5 comentarios

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Que bueno, ahora sólo falta que quiten Internet, prohiban el uso de celulares y computadoras, y empiecen una cruzada contra el "diversionismo ideológico".

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Double post.

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Triple post.

Profile picture for user Don Carlitos

Ahora los CDR deben instaurar el cargo de "vigilante paquetario", cuyo trabajo y responsabilidad sería el controla, cada día entre 6 y 8:30 PM, que en cada casa de la cuadra se esté viendo, obligatoriamente, la Mesa Redonda y el NTV.

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Eso era lo que quería Abel Prieto.