La Seguridad del Estado acaba de censurar la semana pasada la popular serie mexicano-colombo-estadounidense El Señor de los Cielos en su sexta temporada, ahora en trasmisión. La narconovela (como también se le denomina) no ha sido trasmitida por la televisión cubana, sino por el Paquete Semanal.
La información llegó a través de una nota difundida en el propio Paquete, un medio alternativo de consumo de audiovisuales principalmente producidos en el extranjero, que es un negocio muy singular de nuestro país. La razón esgrimida es que "el contenido difama a Cuba y a nuestro Gobierno, involucrándolo en el tráfico internacional de drogas".
El Gobierno no desea permitir que esa información sea manejada por el pueblo cubano, sin importar que la trama sea de ficción.
Desde la quinta temporada ya se abordaba en la trama la conexión de los Castros con el tráfico, lo que en aquella ocasión al parecer escapó a la vigilancia de la policía política. En cambio, la serie El Comandante, sobre la vida de Hugo Chávez fue prohibida porque tenía en algunos detalles un enfoque sobre el líder bolivariano diferente al que oficialmente se promueve en el país.
Es notable la diferencia entre las vías de censura utilizadas en ambos casos, obedeciendo tal vez a un refinamiento de sus métodos de trabajo. Por El Comandante se reunieron el año pasado con todos los grabadores del país en cada municipio y les explicaron que "debían eliminar la serie, que de no hacerlo se les podría cancelar el permiso de trabajo", y presumiblemente perder sus medios de trabajo, cosa que tan solo insinúaban.
Ahora, con El Señor de los Cielos fueron directamente a las casas matrices a efectuar la censura, lo cual es mucho más efectivo porque el contenido "pernicioso" para ellos no llega a distribuirse. Sin embargo el impacto en la población en esta ocasión es diferente porque es una serie muy vista y esperada. El Comandante, en cambio, no tuvo gran repercusión y menos gente se enteró de la censura. La prohibición de El Señor de los Cielos enseguida se volvió noticia.
Todo indica que por esta causa los grabadores han podido negociar con la Seguridad del Estado la posibilidad de distribuir la serie "editada". Antes de llegar a los consumidores, cada capítulo tiene que ser revisado y cortado todo contenido que involucre a Cuba. Por ello, tras el anuncio de censura, llegó otro mensaje en el Paquete siguiente explicando que "se volverá a distribuir la serie, pero con un día de atraso para poder editarlo".
El Gobierno cubano, a través de sus mecanismos de censura, no solo controla y subordina a los medios oficiales en función de sus intereses, sino que también lo hace con el sector privado que distribuye contenidos. La amenaza velada de suspenderles el permiso de trabajo y decomisarles sus medios, dejándolos sin defensa jurídica alguna, compele a esos cuentapropistas a la obediencia. Obliga a los distribuidores del Paquete Semanal a imitar a los censores del PCC dentro de los medios oficiales, que tamizan la información que podemos consumir.
En el Paquete Semanal unos pocos grabadores dominan la distribución de contenidos digitales, previamente receptados por antenas parabólicas o vía internet. Los programas se seleccionan y acomodan a las características de nuestro público, creándose un paquete de alrededor de un tegabyte de información variada. Inicialmente tenía una frecuencia semanal (de ahí su nombre) pero actualmente se distribuye dos veces por semana, y el resto de los días se proporcionan actualizaciones para satisfacer a un público que desea la inmediatez.
En pocas horas se distribuye a todo el país proveyendo a miles de grabadores, ubicados en cada barrio. Es muy común ver las colas en los portales donde se graba. Según manejan públicamente algunos especialistas, en la actualidad es el medio de consumo audiovisual más popular en Cuba, superando a la televisión oficialista.