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Arquitectura

El Castillo de Jagua, en Cienfuegos

Azares curiosos enlazan el Castillo de Jagua al origen de la ciudad de Cienfuegos.

Madrid
Castillo de Jagua, Cienfuegos.
Castillo de Jagua, Cienfuegos. 5 de Septiembre

Pudiera pensarse que el Castillo de Jagua, en Cienfuegos, resume todo su valor en la portentosa estructura de piedra que conforma sus predios, como representante preciado de las fortificaciones construidas por la Corona española en América, una de las tantas que defendieron las costas cubanas de corsarios, piratas y armadas extranjeras. Sin embargo, esta bellísima batería de costa guarda conexiones invisibles con su tierra que le confieren especial carácter y la convierten en una especie de bisagra entre pasado y futuro. Desde ella pueden entenderse aspectos de la vida local que la antecedieron, algunos que fueron fundamentales para su obra y otros que motivaron la construcción de la hermosa ciudad de Cienfuegos.

El Castillo de Nuestra Señora de los Ángeles (1742-1745), más conocido como "de Jagua", inmortaliza el nombre prehispánico de la región donde se localiza y de un árbol bastante abundante en la zona originalmente. Este nombre también alude a la deidad femenina que, según la mitología siboney recogida por Samuel Feijoó, enseñó a los hombres el arte de la caza, la pesca, la agricultura y también de la medicina, el canto y el baile, así como de las leyes que ordenaban sus modos de vida. Por eso para ellos significaba fuente, principio u origen, pero también riqueza.

Esta madre poderosa había nacido de un rayo de luna reflejado sobre un montón de frutos de jagua que el primer hombre, Caunao, acumuló sobre el suelo. De la unión de ambos nacieron, según la mitología, todas las mujeres que poblaron Cuba. Tal es la historia asociada al nombre divino que identifica esta fortaleza más allá del de la virgen católica que oficialmente le fue dado. Jagua recuerda la cultura prehispánica asentada en esa región, su lengua y pensamiento.

Durante el proceso de conquista y fundación de las primeras villas cubanas, Jagua fue la primera localización de Trinidad en 1514, gracias a las condiciones que ofrecía su bahía.  Según se refiere, había sido identificada por Cristobal Colón en su segundo viaje y definitivamente elegida por Diego Velázquez por su conveniencia geográfica y física, incluso en la comunicación con los territorios de América del Sur. Se considera que esta primera población estuvo junto al río Arimao, al este de la bahía, próxima a la laguna de Guanaroca. No obstante, pronto se mudó hacia la localización actual.

Las facilidades de la tierra fértil, muy abundante en maderas preciosas y buena para el tabaco y la ganadería, motivó el establecimiento en Jagua de múltiples fincas. Estas estuvieron amenazadas por continuas visitas de piratas, que gracias a las condiciones de la bahía podían acceder al territorio, y también establecer allí tráfico de contrabando. Esto determinó la construcción de la fortaleza.

Clasificada como batería de costa, se alza con una vista espectacular del canal de entrada de la bahía justo en la zona donde se estrecha el paso, que defiende desde una plataforma semicircular donde se instalaron diez cañones. Su punto más alto es una torre de vigilancia, y alrededor la guarda un foso que salva el puente levadizo. Este se acciona por un sistema de palancas, el más antiguo en funcionamiento de todas las fortificaciones cubanas. Fue diseñada en 1734 por el coronel de ingenieros flamenco Joseph Tantete Dubruiller.

A este periodo de piratería quedaron asociadas varias leyendas locales de damas raptadas o encantadas por piratas, como la de Mari Lope y la de Azurina. Tan fuerte tradición también confirió al castillo su propio espectro.  No se sabe bien quién fue la "Dama Azul", pero mucho se habló entre los soldados y se temió a la aparecida que, tras el graznido de un ave blanca, salía enjoyada y vestida elegantemente, y con su velo flotaba sobre el castillo. De él salía, en él habitaba y sobre él rondaba todas las noches. En él también cobró la cordura del alférez Gonzalo, el único valiente caballero que, según la tradición, se atrevió a encararla.

Todavía hoy al visitar el castillo se cuenta la historia de este fantasma, que ha pasado a formar parte de una de las leyendas más conocidas de la región central del país, conectando el Castillo de Jagua con la tradición popular local de los siglos coloniales.

Después que se trasladara la villa de Trinidad de su emplazamiento original en Jagua, varias veces se propuso establecer una nueva ciudad junto a la fabulosa bahía. Existen planes documentados en 1664, 1682, 1765 y 1798. Sin embargo, esto no llegó a concretarse hasta 1819, cuando un grupo de colonos franceses con permiso de la Corona española fundaron la ciudad de Fernandina de Jagua, actual Cienfuegos.

Azares curiosos enlazan el Castillo de Jagua al origen de esta ciudad, si se conoce que parte de las tierras ocupadas por el regular damero que identifica el trazado del centro histórico fueron donadas por descendientes del primer comandante que tuvo la fortaleza. Juan Castilla Cabeza de Vaca y Quirós fue su nombre, y en su momento fue propietario de uno de los primeros ingenios azucareros de la región, llamado Nuestra Señora de la Candelaria.

De este modo, al primer comandante del Castillo de Jagua, queda enlazado el territorio de Cienfuegos y al arranque de la industria azucarera cubana en una de sus zonas más prolíficas. Por otra parte, según algunas versiones, la Dama Azul era su esposa, Leonor de Cárdenas, quien había sido enterrada en la capilla del castillo.  

El Castillo de Jagua, fabuloso exponente de la arquitectura militar colonial, tiene amplio vínculo con la historia local de una manera que excede las funciones para las que fue creado. En 1978, fue reconocido Monumento Nacional y 20 años más tarde abierto al público como museo. En 2010 fue objeto de una importante restauración y hoy se exhibe como museo de sitio con una interesante colección de objetos asociados a la historia de la piratería y a la propia del castillo, de Jagua y de Cienfuegos. 

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3 comentarios

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Profile picture for user El Coyuntural

Muy interesante texto. Hace años estuve en Cienfuegos y quise visitar el castillo pero no pude porque el barco no salía ese día según me dijeron.

Profile picture for user Ana J. Faya

Yaneli Leal nos trae informaciones válidas, y también curiosas como esta del origen del Castillo de Jagua y sus leyendas. Al menos yo siempre aprendo algo sobre edificaciones cubanas. Gracias.

No leí el artículo porque no me interesa un lugar que no puedo visitar. Y en el mundo hay miles de ellos que si visita queda secuestrado por los dueños en el poder. A mi comentario, por eso es que participo aquí. En Cartagena hay un castillo/fortaleza que es visitado por muchos turistas del mundo y siempre está lleno. Es el atractivo más contundente de esa ciudad. Imagínate si Cuba fuera libre de ese gobierno, el atractivo sería variable.