Al rap cubano ha llegado la noticia de la situación desesperada que viven los cubanos en Haití y con ellos se solidariza.
"Si a diario hacemos la guerra a un régimen extremista/ debemos hacer saber/ y remover cielo y tierra/ para que llegue una ayuda/ que a estos cubanos asista", recita Matos MC K-Libre en su tema "Por Cuba y los cubanos", que es más bien un speech —variante menos musical y más recitativa del rap—.
"Recibí una llamada por Instagram comentándome la situación y me puse a escribir para aportarles esa ayuda", nos cuenta K-Libre sobre sus motivaciones. "El tema por los cubanos que están en Haití es más que todo para hacerles saber a los medios que donde quiera que hay un cubano hay una lucha. Creo que es un deber y se alinea con la esencia de lo que defiendo."
Para aquellos que creían que el rap contestatario se había ido de país, hay buenas noticias: desde hace muy poco se han reunido raperos de varias generaciones (y hasta países de residencia) en un proyecto llamado Los Míos 23, del que forma parte K-Libre, con espíritu guerrero.
"Lo que han hecho 'ellos' [el régimen] es popularizar el reparto para intentar ocultar lo coherente de los ojos del mundo", se queja K-Libre. "Pero aquí todo el mundo sabe lo que está pasando y si el rap no se encarga de ponerle voz es engañarse uno mismo…. Siento que es hipócrita llamarte rapero y no estar defendiendo la causa de los presos del 11J, de las madres de esa familia."
Ya pasaron la etapa de la sorpresa por la censura institucional y la ilusión ingenua de que la Agencia Cubana del Rap no tenga como primer objetivo controlar sus palabras. Por eso no hacen el intento de entrar en ella.
"Creamos Los Míos 23 para eso. Es un proyecto abierto a los raperos que no están en la Agencia del Rap, a los raperos que no están en la línea de la UJC, de la CTC … que son los que tienen visibilidad porque los ponen ahí para decir 'sí, ha rap cubano'… Hay rap cubano pero a la manera que ustedes quieren. Nosotros somos rap underground", agrega KLibre.
Físicamente no se presentan más que en actividades privadas porque los pocos espacios para el rap son víctimas también de la censura. Pero ya construyen su primer estudio, al que llaman La Black Voz, y cultivan su canal de YouTube y redes sociales. Para no perderlos de vista.
