El documental Mujeres que sueñan un país, del cineasta cubano Fernando Fraguela, recibió el premio especial del jurado del Courage Film Festival de Berlín, este 5 de marzo.
El editor multimedia de DIARIO DE CUBA y ganador de otros premios en festivales internacionales de cine, dio la noticia en su página de Facebook y felicitó a las tres protagonistas de su obra, además de al equipo de realización.
"Estamos muy agradecidos y felices por este premio que visibiliza la causa de la libertad de Cuba", afirmó en la red social. "El Festival ha plantado un árbol, el árbol de la libertad que pronto dará sus primeros frutos. Felicidades a todo el equipo y a las grandes protagonistas de esta historia, Daniela Rojo, Katherine Bisquet Rodríguez y Anamely Ramos".
Esta película se filmó en La Habana, Madrid y Miami, explica Fraguela a DIARIO DE CUBA, medio del que es editor. El cineasta considera este hecho muy importante porque, en su opinión, si se hace un resumen de lo que es la cubanía, "estas tres ciudades son importantes e imprescindibles".
"En Cuba se filmó a Daniela Rojo, porque estaba allí en ese momento", dice Fraguela y describe al pequeño equipo que llevó a cabo la filmación como "muy valiente", por el hecho de que la activista era una figura conocida dentro de la Isla y con frecuencia estaba sometida a vigilancia policial.
Él filmó personalmente a Katherine Bisquet en Madrid, cuando acababa de llegar. En Miami, "un fotógrafo espectacular, muy reconocido y premiado, Javier Labrador" filmó a Anamely Ramos.
Fraguela cuenta que lo más difícil del proceso para él, que se considera sobre todo director, fue producir la película.
"Este trabajo de producir y coordinar tres filmaciones en lugares diferentes, y con personas que tenían agendas bastante ocupadas, fue agotador. Al final, estoy contento con el resultado, pero me habría gustado estar en todos los rodajes", afirma el realizador, que mientras filmaba Mujeres que sueñan un país, dirigía desde la distancia otro documental rodado en Cuba.
"Era la primera vez que lo hacía y exigió de mí un esfuerzo comunicativo grande, porque una de mis características es que me gusta controlar bastante los rodajes. Hacerlo desde la distancia fue muy retador, pero estoy contento con el resultado y con el equipo que filmó tanto a Daniela como a Anamely, y con lo que quedó de la película. Creo que está superbien tanto el contenido de lo que ellas dicen, como la parte fotográfica."
Aunque no puede precisar una fecha, Fraguela adelanta en DIARIO DE CUBA que la película estará disponible muy pronto para quienes deseen verla.
"No depende de mí, por eso no te digo una fecha. Pero probablemente este fin de semana o la semana que viene, la voy a liberar en las redes sociales y va a estar disponible para todo el que quiera verla, sin necesidad de pagar ni de entrar a ninguna plataforma. La voy a hacer pública", explica.
"La voy a tener posteada en Rialta Magazine. Rialta produjo la película. Se están haciendo las coordinaciones con ellos".
Sobre cómo surgió la idea de filmar el documental, Fraguela cuenta que Rialta Magazine lo contactó. "Querían hacer una película sobre lo que estaba pasando en Cuba, tenían un pequeño presupuesto; querían contarlo de manera cinematográfica, ya que se había contado y requetecontado en todos los medios cubanos e incluso también en medios extranjeros todo lo que ha pasado desde las huelgas de Luis Manuel Otero Alcántara, el 27 N, las protestas de abril (de 2021). Y querían darle un empaquetado, hacerlo más potable. Muchos extranjeros e incluso muchos cubanos que abandonaron Cuba hace años, no entendían, no sabían qué relación tenía un movimiento con otro, las conexiones entre sucesos aparentemente aislados".
"Me encantó ese reto. Yo llevaba desde 2018 con la censura de mi documental Sueños al pairo y estaba más conectado con el activismo y la lucha por la libertad de los cubanos, y colaboraba con otros medios independientes", cuenta.
Sobre la elección de sus protagonistas, reconoce que había figuras más mediáticas, pero eso no le parecía lo más importante. "Me interesaba mucho más cómo las mujeres cubanas estaban tomando protagonismo y lo siguen haciendo dentro y fuera de Cuba, como las madres de los presos políticos del 11J y desde mucho antes las Damas de Blanco. Siempre he admirado mucho el lugar en el que se ponen las mujeres cubanas, cuando muchísimos hombres no han puesto el cuerpo como lo hicieron estas tres mujeres y muchas otras que incluso han cumplido prisión".
"Yo admiraba mucho esta fortaleza y a la vez la sensibilidad femenina, en mujeres además muy inteligentes como las tres protagonistas", dice Fraguela y asegura compartir la visión de país que expresan en la película Rojo, Bisquet y Ramos.
Pese a que la película no se ha visto todo lo que él quisiera, ya que no ha podido dedicar tiempo y recursos a la distribución, el cineasta asegura sentirse satisfecho de la aceptación que ha tenido.
"En estas presentaciones que se han hecho he tenido muy buenos feedbacks. El reto que teníamos era que personas que no hablan español y no conocen nada de Cuba pudieran verlo y entenderlo. Creo que lo he conseguido, porque varios extranjeros que la han visto se han quedado con una idea muy clara de la situación, cómo funciona la Seguridad del Estado y cómo funcionan la represión y la dictadura en Cuba".
"Me hubiera gustado que la película se hubiera distribuido, que hubiera ido a muchos más festivales, pero no dependía de mí. En Cuba podía dedicarle más tiempo a mover las películas. No tenía una tarjeta de crédito ni dinero, pero tenía el tiempo y eso ayudaba. Aquí, tengo la tarjeta de crédito; no tengo el dinero y no tengo el tiempo. Como autor me es muy difícil mover las películas", explica.
"Hubiera querido que se difundiera más, que recorriera muchos más países. No solo porque es una película mía, sino por el tema que trata, que era la función de hacer este cine político, este documental que narrara la realidad de Cuba. Por eso me hacen feliz los premios; la película nunca había tenido tanta visibilidad como está teniendo ahora con el premio".
Fraguela ya había ganado el premio al Mejor Documental en el mismo festival de Alemania con su película El Matadero. Ese documental mereció la misma distinción en el Festival de Cine de Málaga.