Back to top
Arquitectura

Edificios universitarios habaneros: después de la Revolución

Después del crecimiento continuo pero pausado de la Universidad a lo largo de medio siglo, resultó sorprendente la construcción de dos nuevos campus en un lustro: la CUJAE y las Escuelas Nacionales de Arte.

Madrid
CUJAE, La Habana.
CUJAE, La Habana. Archigroup

En su nueva sede de La Colina, la Universidad de La Habana se consolidó y diversificó su paquete formativo. El campus, heterogéneo en saberes y desplegado sobre un área irregular pero constreñida por la ciudad, quedó unificado bajo la estética del neoclasicismo más académico. Al mismo tiempo su privilegiada localización colocó la vida universitaria en el corazón mismo de La Habana moderna, lo que se sabe tuvo un impacto significativo en el acontecer político.

Entre otras razones, esto motivó desde 1952 proyectos de construcción para trasladar la ciudad universitaria hacia la periferia de la capital. Con entusiasmo los asumió y ejecutó el nuevo Gobierno revolucionario, aunque afortunadamente, el campus de La Colina conservó sus funciones e incluso fue reconocido como Monumento Nacional, en 1978.

Después del crecimiento continuo pero pausado que tuvo la Universidad a lo largo de medio siglo, resultó sorprendente la construcción de dos nuevos campus para la ciudad en apenas un lustro: la CUJAE (1961-1964) y las Escuelas Nacionales de Arte (1961-1965). Hacia el primero se desplazaron las ingenierías, y el segundo estructuró la formación artística en las especialidades de Artes Plásticas, Danza, Música y Dramaturgia.

En La Colina se quedaron las Ciencias Sociales, Naturales, Económicas y Matemáticas. A lo largo de las últimas décadas incorporó nuevos inmuebles, pero lo hizo refuncionalizando antiguas residencias confiscadas por el Gobierno, práctica habitual en muchas instituciones estatales. Este es el caso del palacete del senador José Manuel Cortina, en calle K no. 261, convertido en casa de recreo de la FEU; de la magnífica residencia del coronel Eleuterio Pedraza en La Coronela, desde 1991 Instituto de Farmacia y Alimentos; y la casa de Carlos Nadal, construida por Leonardo Morales en Avenida G entre 23 y 21, desde 2008 Facultad de Turismo.

Por voluntad del Gobierno, en los primeros años de la década de 1960 se construyeron los dos nuevos campus mencionados que, aunque no se vincularon administrativamente a la Universidad de La Habana, son los otros complejos inmobiliarios educativos más relevantes de la capital. Destaca la rapidez con que fueron diseñados y ejecutados simultáneamente, y la manera tan distinta en que asumieron los preceptos de la arquitectura moderna.

La Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría (CUJAE), se situó en un amplio terreno próximo al central azucarero Toledo, que debía servir a la práctica de las especialidades contempladas en el nuevo campus (Ingeniería Eléctrica, Industrial, Mecánica, Química, Arquitectura e Ingeniería Civil). Los distintos bloques de varias plantas que componen los edificios docentes, administrativos y residenciales son de una belleza funcional extraordinaria, que sacó el máximo provecho del sistema constructivo empleado tanto en el diseño de los inmuebles como en la forma de articular el conjunto.

El hormigón armado es el protagonista en esta obra que tiene la particularidad de haber empleado el sistema lift slab, o de losas alzadas. En este sistema, primero se colocan los pilares y luego cada nivel se funde in situ y se eleva por unos potentes gatos hasta la altura deseada. Esto deja cada planta completamente libre y luminosa, pudiéndose aprovechar y cambiar la distribución interior a conveniencia. No por ello la CUJAE fue una sopa de bloques, pues supo aprovechar la belleza intrínseca de los materiales, de los elementos prefabricados y de los volúmenes arquitectónicos para hacer cada edificio y cada recodo auténtico. Asimismo, se valieron de los desniveles del terreno para crear espacios de circulación, jardines y plazas de gran funcionalidad y organicidad, otorgando un atractivo natural al conjunto. En esos primeros años se incorporaron además murales de artistas modernos como Raúl Martínez, Orlando Hernández Llanes y Carlos Trillo.

Como fue habitual en esos años, el proyecto fue asumido por jóvenes arquitectos. En esta obra participaron Humberto Alonso, Fernando Salinas, Manuel A. Rubio, Josefina Montalván, José Fernández, Edmundo Azze y el ingeniero Esmildo Marín. Y aunque algunos edificios quedaron inconclusos, como siempre sucede cuando un proyecto pierde su condición prioritaria para el Gobierno, la mayor parte de ella quedó terminada.

También de arquitectos muy jóvenes fue el proyecto de las Escuelas de Arte (hoy ISA), realizadas por Ricardo Porro, Roberto Gottardi y Vittorio Garatti. Comparte con la CUJAE su carácter inconcluso, aunque le afectó mucho más esta condición inacabada resultante de las decisiones arbitrarias y dejadez que proyectó el Gobierno en la última fase de la obra, y que nunca ha querido enmendar a pesar de ser la construcción moderna de Cuba más prestigiada internacionalmente.

A diferencia del campus tecnológico, las Escuelas de Arte favorecieron las técnicas constructivas tradicionales y artesanales como la bóveda catalana. En sus inmuebles el ladrillo y la cerámica modelan cada parte, confiriéndole gran cualificación plástica a los distintos diseños. En ellos se vuelca la expresividad artística de cada arquitecto, otorgándole una voluntad estética al detalle, a la estructura arquitectónica y a todo el campus. Sus distintos espacios responden a los requerimientos prácticos de la docencia para cada especialidad que allí se imparte, pero también buscan ser motivo de inspiración y sensibilidad artística. Esta tal vez sea la cualidad más reconocida de esta escuela, además de su indiscutible belleza como espacio arquitectónico.

Desde sus distintos estilos cada uno de los tres campus ha consolidado una estrecha relación simbólica con el tipo de universidad que alberga. Valorándolas de conjunto y en correspondencia con el periodo histórico en que fueron concebidas, es que puede subrayarse esta peculiaridad difícilmente repetida en otra ciudad del mundo.

El campus de La Colina ha sido objeto de un significativo proceso de restauración por la Oficina del Historiador, que desde hace más de una década intenta recuperar su esplendor arquitectónico y revalorizar el patrimonio universitario habanero. La CUJAE y el ISA (Monumento Nacional desde 2010), en cambio, aguardan una necesaria restauración general que frene el lamentable estado en que se encuentran sus instalaciones. A pesar de ello, Cuba defiende la candidatura de las Escuelas de Arte como Patrimonio Mundial de la Humanidad. 

Más información

10 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

Cuando la UNESCO revisó la marcha del proyecto y se supo que una parte de los fondos, entregados para un proyecto civil, estaba siendo utilizados en un proyecto militar, pararon la finaciación y el proyecto quedó inconluso. Otros millones se malgastaron para que la CUJAE tuviera un pequeño reactor nuclear para la Facultad de Energética para cumplir otro de los "sueños" de desarrollar la energía nuclear en la isla. En este caso se juntaron las mentes de Fidel y Fidelito. Por malgastos como ese, al final el padre se vió obligado a destronar al hijo, cuya caída se fue acelerando, hasta que "se cayó" por la ventana de un hospital. Para terminar de manera alegre, comento que el parque central que aparece en esa foto, tenía muchos más árboles y sombra en los años 70's y 80's. Ese parque era conocido por el nombre de una unidad de medida de la intensidad de la corriente eléctrica: Ampere: porque por allí pasaba un culom por segundo!.

Hola. La historia de la CUJAE no es tan "sorpendente y revolucionaria" como cuenta este artículo. Se dice que Batista apoyó la idea de sacar la Universidad del centro de la capital hacia la periferia para que los estudiantes universitarios no pudieran protestar de manera tan rápida y efectiva como cuando se reunían en La Colina y bajaban por la calle San Lázaro. Además protegidos por la Autonomía Universitaria, uno de los tantos beneficios que utilizó El Dictador Mentiroso para llegar al poder y que después inmediatamente eliminó. También se cuenta que se hizo pagado con fondos aportados por la UNESCO, porque fueron muchos millones que no podían reunirse en una colecta de la FEU, como cuenta este artículo. Una de las razones por las que el proyecto de la CUJAE quedó inconcluso, fue que el gobierno castrista mafioso desvió recursos para ampliar las instalaciones del Instituto Técnico Militar (ITM), que está en Marianao. La similitud entre los edificios de becados de ambos son evidentes.

Este mensaje fue publicado por error, sin estar concluido.

Hola. La historia de la CUJAE no es tan "sorpendente y revolucionaria" como cuenta este artículo. Se dice que Batista apoyó la idea de sacar la Universidad del centro de la capital hacia la periferia para

Dios mio!!.¿De donde sacaron este bodrio surrealista? Pregunten a cualquiera que estudió en la CUJAE en los años 60s y 70s!!!. Lo que es a mi, mejor ni quieran saber!!.

Profile picture for user JCAleman

El subsidio billonario soviético permitía al cartel de Punto Cero enriquecerse, hacer guerras en África, pagar a guerrilleros y también construir ESBECs, vocacionales, escuelas de arte, estadios, institutos, academias deportivas, casas del médico de la familia, micro brigadas, palacios de convenciones y exposiciones.

Sin embargo, cuando el parasito antillano no pudo seguir adherido al host, se reveló la verdadera naturaleza miserable y ruinosa de un régimen totalitario diseñado para controlar a los sometidos, no para generar riquezas.

Profile picture for user Ana J. Faya

En la etapa constructiva a la que se refiere el artículo (y mi comentario), no había todavía el subsidio de la URSS al que usted hace referencia. Eso comenzó después y con él una longaniza de construcciones horrendas con pésimos materiales.

Empezando por el Edificio de Eléctrica, con ventanas que se caian, persianas de madera expuestas al sol y el sereno que se cuarteaban, lluvia que entraba por todas partes y agua que corria en alegres cataratas por las escaleras y un elevador que se desplomaba!!...aquellos edificios que demoraban una eternidad, el Laboratorio de Alta Tension que estuvo 15 años en construcción, el Palacio de la Burocracia, los "laboratorios" para prácticas de calidad mediocre a mala.....los terraplenes pantanosos, las casi inexistentes instalaciones deportivas....la Pajarera. Y ni hablar de los Bloques de Becas...Construido en medio de los cañaverales del Central Martinez Prieto (Antiguo Toledo) con la idea de que sirviera de centro de unas prácticas que nunca se llevaron a cabo. Un desastre vigueta!!
Después de 1985 tengo entendido que mejoró en algo y empeoró en mucho. Y del transporte....Ay , mamá!!

Profile picture for user Ana J. Faya

¡Gracias! Para la construcción de la CUJAE, en el 59 se montó una exhibición de la maqueta en El Vedado, en una especie de feria, y se recaudó dinero entre los asistentes auspiciado por la FEU. La recaudación pública y voluntaria, en aquel tiempo, fue una vía muy socorrida. En este caso fue para la construcción de un proyecto en el que la FEU y las autoridades universitarias desde hacía años estaban involucradas.
Un ejemplo de arquitectura similar a la de las Escuelas de Arte con un recinto principal en círculo y bóveda por techo fueron las construcciones de la Escuela Primaria "Gustavo Pozo", y adyacente a ésta, del Círculo Infantil "Raúl Píriz", ambas en la calle 39 del barrio conocido por La Timba. El CI en particular fue una obra bella. Constaba de un recinto circular, con un patio interior con jardines, que les daba frescura a los diferentes salones alrededor, adyacente todo a un patio de juegos colindante con la escuela. Todo eso se fue deteriorando sin mantenimiento adecuado.

La ENA, hoy ISA, es un triste ejemplo de ignorancia y desidia. Nunca se terminaron las escuelas de música, ballet y teatro. Y luego le injertaron en el campus dos bloques espantosos del aburrido sistema Girón: un albergue y un conservatorio. Para colmo, Porro fue más bien un escultor aéreo, las aulas de Artes Plásticas tienen eco y poca luminosidad, porque Porro concibió la escuela, dijo, como un gran haz de falos y vaginas.