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Arquitectura

Edificios universitarios habaneros: la primera sede

La Universidad de La Habana acaba de cumplir 296 años. Este es un viaje a partir de sus comienzos, en el convento de los frailes dominicos, en pleno centro histórico de la ciudad.

La Habana
Edificio actual de la primera sede de la Universidad de La Habana.
Edificio actual de la primera sede de la Universidad de La Habana. Flickr

Este 5 de enero la Universidad de La Habana cumplió 296 años, con lo que roza los tres siglos de labor continuada en la formación superior de profesionales en muy diversas áreas del conocimiento. Precisamente la diversificación de su oferta formativa, fue uno de los elementos que más condicionó que ocupara durante este período diferentes sedes y se expandiera su campus.

El conjunto icónico de la colina universitaria de El Vedado solo corresponde a la última centuria, aunque resume el momento de mayor esplendor urbano de esta casa de altos estudios. Anteriormente la Universidad de La Habana compartía el convento de los frailes dominicos, padres fundadores de esta institución, los cuales habían fundado su iglesia en 1578, en pleno centro histórico, a pocos metros de la plaza fundacional o de Armas. El inmueble fue creciendo con sucesivas adiciones hasta ocupar con su iglesia y tres claustros la manzana de Mercaderes, Obrapía, San Ignacio y O’Reilly. De dimensiones monumentales e inmejorable localización, era de factura tradicional, siendo sus aspectos exteriores más distintivos la torre campanario de la iglesia y la portada barroca de la calle Mercaderes, ambas incorporadas en el siglo XVIII.

Los padres dominicos, fundadores de la docencia en Cuba, habían iniciando su labor con la formación primaria. En el siglo XVIII consiguieron fundar la primera universidad cubana, con permiso del papa Inocencio XIII, en 1721, y del rey Felipe V, en 1728. Así inauguraron el 5 de enero de 1728 la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana, con siete cátedras: Cánones, Leyes, Medicina, Matemáticas, Gramática, Teología y Filosofía. Resulta conmovedor pensar en aquellos tiempos en que la graduación de los nuevos licenciados se anunciaba a la ciudad con campanadas de la torre del convento dominico.

En 1841, la Universidad de La Habana se secularizó y pasó a llamarse Real y Literaria. Los dominicos debieron abandonar el inmueble y se trasladaron a El Vedado, donde han dirigido las iglesias del Rosario (1872), en 16 entre 15 y 13; la parroquial del Sagrado Corazón de Jesús (1903-1930), en Línea y D; y la de San Juan de Letrán (1914), en 19 entre J e I. Junto a esta última se encuentra el actual convento, en cuyo inmueble está el Centro de Estudios Fray Bartolomé de las Casas. Fundado en 1998, ofrece cursos de formación complementaria en filosofía, ética, teología, diseño gráfico e idiomas, muy apreciados por la sociedad habanera.

Una vez que el Gobierno asumió la dirección y administración de la Universidad de La Habana, esta no ocupó todo el antiguo convento dominico, sino que lo compartió con otras instituciones hasta que finalizó el siglo XIX, entre ellas el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, donde estudió José Martí.

En 1902, la Universidad fue trasladada hacia la colina de la calle L, en El Vedado, cuyos alrededores aún no se habían urbanizado. Allí tenía espacio suficiente para desarrollar un amplio campus que incorporase las nuevas carreras que iban surgiendo. Sin embargo, la ciudad la rodeó rápidamente y tuvo que adoptar un campus disperso, con dependencias situadas en las inmediaciones, pero en extra campus, perdiendo la visión cohesionada del conjunto.

Esa es la Universidad de La Habana que identificamos hoy, la del último siglo, cuyo desarrollo lo veremos con detalle en el próximo artículo. La sede fundacional, la de la Habana Vieja, vivió continuos giros históricos, pudiendo aún desde la pérdida total de la estructura original recuperar su esencia.

Después de que fuera empleada por varias instituciones y abandonada, esta primera sede fue subastada en 1916, y comenzó a ser demolida. Por diferentes motivos el proceso se alargó durante toda la República, hasta 1958, cuando se inauguró en el lote del antiguo convento colonial un moderno edificio de oficinas con helipuerto. En 1966, este edificio de hormigón pasó a ser la sede del Ministerio de Hacienda, y poco después del Ministerio de Educación, hasta finales de la década de 1990.

En 2003 comenzó a ser rehabilitado por la Oficina del Historiador de la Ciudad con la pretensión de aprovechar tan valiosa localización con funciones educativas y culturales, que recordaran la trascendencia del sitio en relación al nacimiento de la primera y más importante universidad cubana.

El edificio cincuentero de hormigón fue recubierto con vidrio, con la idea de que reflejara el contexto urbano histórico que le circunda. Esta solución ha sido objeto de múltiples críticas, que más allá del aspecto visual, reconocen los problemas que enfrenta el acondicionamiento climático de tan grande estructura, teniendo en cuenta las nuevas posturas de sostenibilidad ambiental y las acuciantes dificultades económicas del país.

En el diseño general del inmueble, realizado por el arquitecto José Linares, se recuperaron los elementos de la torre y la portada de la iglesia por Mercaderes. Esta hermosa pieza barroca fue recreada en México por maestros canteros a partir de documentos históricos, y devolvió a la fachada las figuras de Santo Tomás de Aquino, Santo Domingo de Guzmán y San Pedro Mártir, así como la cruz de Calatrava, emblema de la orden dominica. Dicha cruz también corona la cúpula de cerámica de la nueva torre, como lo hiciera antaño. El cuerpo de la torre está recubierto con piedra de capellanía, al igual que algunas secciones de la planta baja del edificio.

La disposición de la nave de la iglesia también se recuperó en este proyecto y se ha destinado a Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. Esta es la más reciente facultad de la Universidad de La Habana, creada y administrada por la Oficina del Historiador, y sin duda, función insignia de todas las que ocupan el monumental edificio. Le acompañan la Academia Cubana de la Lengua, la Academia de la Historia de Cuba, la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, el Archivo Histórico de la Oficina del Historiador, la Fototeca Histórica, el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas y las oficinas del Conjunto de Música Antigua Ars Longa. En la planta baja también se dispuso un pequeño museo que recoge la historia de la Universidad en esta sede. Con un marcado interés en el estudio y salvaguarda del patrimonio histórico y cultural nacional, tiene un espacio favorecido esta facultad fundada en 2007, que busca desde el conocimiento profundo del pasado, gestionar el futuro. Su presencia en el enclave cierra un ciclo en la historia universitaria desde el propio reconocimiento de su origen.

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3 comentarios

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Gracias por toda la información que siempre brindas Yaneli tan actualizada, resumida y valiosa. Me encantó el artículo y quedo en espera del próximo.

Trabajé allí cuando era Mined. y cuando estaba roto el aire acondicionado, las ventanas de cristal, tipo Miami, pero de tres o cuatro hojas grandes, podían abrirse.

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Muchas gracias, de este edificio no sabia ni el 10 % de lo que cuentas , cuando me fui habían comenzado las obras de remodelación ( restauracion) no lo vi terminado.