En Cuba "hemos tocado fondo", "estamos viviendo una de las crisis más profundas" y, más que la comida o la luz, "hoy lo que más falta es la esperanza", dice en una entrevista con EFE el escritor Leonardo Padura.
"Es como otra cresta de una larga crisis (...) Hemos tocado fondo y lo peor es que, si en otros momentos todavía hubo alguna esperanza de que las cosas iban a mejorar, yo creo que lo que más falta hoy no es la comida, el combustible, la electricidad o el café, lo que más falta es la esperanza", dice Padura en Santo Domingo, donde se encuentra para presentar la reimpresión de su libro Los rostros de la salsa e impartir talleres a jóvenes.
Para Padura, en Cuba "el control y el miedo es una industria que sí funciona", como quedó demostrado con la represión de las protestas de 2021: "Fue una explosión, un alarido que dio la sociedad cubana y lo único que ocurrió fue que los controles y los mecanismos de represión se agudizaron, se recrudecieron (...) Ha servido también para que la gente sepa que, si sale a la calle y rompe un cristal, puede ir a la cárcel cinco, siete, diez años".
Escribir sorteando la censura
Padura dice que no es fácil escribir en Cuba, pero reconoce que su situación es muy distinta a la de otros autores. Sus libros salen directamente de su ordenador al de sus editores en Barcelona, lo que es una "gran ventaja porque me garantiza la publicación y que mi libro no va a pasar por ningún filtro de censura institucional cubana".
Además de censura, en Cuba hay autocensura, un "mecanismo de defensa", a su juicio, aún "más humillante, un ejercicio de castración personal".
Sin embargo, los autores buscan alternativas para escribir y publicar, con estrategias al estilo del primer cine de Carlos Saura, "lleno de metáforas y de símbolos", o buscando editoriales en España, México, Argentina, Colombia.
En estos momentos "es casi imposible publicar para un escritor normal, a no ser que sea un libro de propaganda política que tenga el apoyo de algunas instancias", afirma este autor, galardonado con premios como el Princesa de Asturias de las Letras, el Nacional de Literatura de Cuba o la Orden de las Artes y las Letras en Francia.
Cronista de la realidad social cubana
Para muchos, según EFE, la obra de Padura servirá en un futuro de hemeroteca para conocer cómo ha sido la realidad cubana.
"He hecho ese ejercicio primero de manera inconsciente y después me he dado cuenta de que era una exigencia misma de esa literatura, hacer una especie de crónica de la vida cubana contemporánea", explica.
El periodista ha intentado que su crónica no tenga carácter político para que "no pierda el sustento sobre el que fue escrita" si cambia la situación, y ha preferido elaborarla "desde el punto de vista social y humano de los traumas personales que van creando estas situaciones" en Cuba.
"Los poderes tratan de borrar del pasado los momentos que son inconvenientes y solo mantener los que de alguna forma reafirman su posición (...) Eso es la realidad de un sistema totalitario", recalca.
Frente a ello, Padura intenta preservar la realidad social a través de su principal personaje y protagonista de su serie policíaca, Mario Conde: "Creo que, dentro de unos años, la visión de Cuba que hay en esas novelas va a ser mucho más cercana a lo que ha sido la realidad que la que han expresado los periódicos cubanos".
El paso del tiempo
En este período que recorre Mario Conde en las novelas, de 1989 a 2016, tanto este personaje como el propio Padura no son los mismos, "el paso del tiempo inevitablemente cambia a las personas".
El personaje ha ido evolucionando, "se ha hecho definitivamente más pesimista, con más resabios, con más intención de preservar la memoria".
Por medio de Conde, Padura, quien revela que tiene una idea para una nueva novela con algunos apuntes, analiza el propio proceso de envejecimiento. "Es inevitable que, mientras pasa el tiempo y vamos teniendo más pasado que futuro, de alguna forma nos volvemos un poco conservadores y somos más cautelosos, pero a la vez perdemos miedos", comenta.
"Mi madre (tiene 95 años) repite una frase española: 'Para lo que me queda en el convento, igual me cago dentro'. Cuando uno va pasando los años se da cuenta de que, para que lo que le queda en el convento, igual se caga dentro. Hay que cagarse en muchas cosas y yo he aprendido eso con el paso de los años", concluye.
Para este camajan la palabra "libertad" no existe en el diccionario.
Eso de que sus novelas salen de su ordenador directas para su editor en Barcelona no se lo cree ni él.
Vamos, Padura, sigue en tu mundo de mierda y dejanos tranquilos. Yo no te creo nada de lo que dices.
.... estemos preparados para el proximo comentario del escritor: " me malinterpretaron", "mis declaraciones fueron sacadas de contexto", "no fue eso lo que quise decir",.... despues que el departamento de control y miedo que existe hace 64 anos lo cite a declarar... entonces te cagaras donde ellos quieran que te cagues.. !!!
Que bueno que Padura también ha hablado claro. Pa’lo que va quedando en el patio a favor de los comunistas… hasta Mario Conde se metió a disidente! 😀
Ya le llegó el turno al callo de este. Ahora se lo pisaron. Ahora le duele. Ahora habla. Hasta que le den alguna cosita que quiere, y se vuelva a callar. Buen escritor, es un miserable intelectual.
Son buenas declaraciones de Padura. La situación del país no da para otra cosa. Ojalá y las mantenga y no eche para atrás en la próxima entrevista. En cuanto a la pérdida de esperanzas en la población, hace tiempo que es un hecho, no de ahora y del gobierno de Díaz-Canel S y su MININT-MINFAR, aunque por supuesto ese sentimiento ha aumentado hasta generalizarse. Recuerdo cuando en tiempos del Difunto en Jefe jugaron a ser abiertos y convocaron a sesiones en la AN con las recién admitidas ONGs cubanas, la llamada sociedad civil de entonces, la pérdida de valores y de esperanzas fue central en las exposiciones de la gente y rápidamente aquellas sesiones terminaron. Que cubanos como Padura con prestigio internacional hagan esas declaraciones es importante, y es hora.
Como él mismo dice, para lo que le queda en el convento, aunque quizás no le de tiempo y tenga que desterrarse. Sé de lo que hablo y Padura también. Cuando Ediciones Unión censuró la publicación de mi novela Mariel, la publiqué en México, por Ed. Aldus. Me alegra que Padura ahora arriesgue más, sea más osado en sus críticas. Dignidad obliga.
Dice que "Ha servido también para que la gente sepa que, si sale a la calle y rompe un cristal, puede ir a la cárcel cinco, siete, diez años".
Vamos, Padura, !no seas pendejo! Y sin romper ningún cristal también: Ahí están los condenados por "perturbar el orden", "desacato", etc.
Tarde piaste, pajarito!
(Frase coloquial venezolana)
Mientras no le pisaban el callo, Padura majaseó y jugó con la cadena del mono. Ahora que parece que el régimen le va quitando el oxigeno, Padura se atreve a jugar más con el mono con la patente de corso de ser una figura pública que lo inmuniza. Otros que se han atrevido como él han ido a parar a los calabozos de la dictadura castrista. No obstante aunque „too little to late“, hay que agradecer que se muestre más crítico con el gobiern en este momento; mala prensa para la oligarquía de GAESA siempre es bienvenida.
Clavelito / Santo : Una pregunta: ¿Padura simula o finge?