El escritor Leonardo Padura sostuvo en Argentina que la represión contra el arte en Cuba "se ha modificado" y que el Gobierno es más cuidadoso a la hora de reprimir abiertamente en ese campo.
Padura hizo sus declaraciones durante una entrevista concedida en ese país, a dónde viajó para presentar su más reciente novela, Personas decentes, editada por Tusquets y protagonizada por el policía Mario Conde.
Aunque en la entrevista, publicada en La Nación, Padura (La Habana, 1955) habló fundamentalmente del tema de su novela, que ya fue presentada en Madrid, y de su proceso creativo, no faltaron preguntas sobre la censura y la persecución actual que sufren muchos artistas en Cuba.
El escritor admitió que la censura en el país no ha terminado y que algunos artistas han sido reprimidos, pero aseguró que esa represión se ha modificado, aunque no precisó cómo.
"Hay artistas que por su labor social y política han sido reprimidos, como Luis Manuel Otero Alcántara", señaló Padura sobre el artivista cubano, condenado en junio pasado a cinco años de cárcel bajo cargos de ultraje a los símbolos de la patria, desacato y desórdenes públicos.
"Pero desde el Gobierno han sido más cuidadosos a la hora de aplicar una política abiertamente represiva contra distintas manifestaciones", aseguró el escritor, que parece ignorar el Decreto-Ley 349, de 2018, una herramienta legal aprobada por el régimen para determinar quién es artista y quién no lo es en Cuba. Varios artistas que se opusieron abiertamente a la norma sufrieron represión y encarcelamiento.
Padura también parece desconocer los decretos-leyes 370 y 365, destinados a criminalizar el ejercicio de la libertad de expresión en internet de todos los cubanos, sean artistas o no.
"Te pueden censurar. Nunca ha dejado de existir la censura”, reconoció antes de acotar que "los niveles de represión se han ido modificando con los tiempos".
Los destierros forzados a que fueron sometidos el artista Hamlet Lavastida, la poeta Katherine Bisquet y la curadora de arte Anamely Ramos parecen indicar que la modificación mencionada por el creador del personaje de Mario Conde no ha consistido en una reducción de "los niveles de represión".
El escritor parece olvidar también la represión sufrida por los cubanos que han protestado pacíficamente contra el Gobierno desde el 11 de julio de 2021, y de la que han sido víctimas incluso menores de edad.
Como en entrevistas previas, el escritor responsabiliza a la Administración de Donald Trump de que en Cuba no se hayan producido los cambios que necesita la sociedad.
Según Padura, Trump "volvió al lenguaje anterior a Obama, e incluso a niveles muy bajos de las relaciones entre ambos países".
"Obama no fue a Cuba y no hizo lo que hizo porque quería que el Gobierno cubano prosperara; él quería cambiar la situación. Y vio que para cambiarla había que cambiar la política, porque la política anterior había fracasado. Si la política de Obama hubiera prosperado, hubiera ayudado a cambiar radicalmente a la sociedad cubana", opinó Padura.
"Pero Trump le devolvió al Gobierno cubano la posibilidad de la trinchera, reforzó la política del bloqueo y la aumentó con infinidad de medidas", sostuvo.
Preguntado por la situación de las mujeres cubanas, el escritor aseguró que "si hay un sector social en Cuba que tenido la mayor posibilidad de recibir beneficios, ese ha sido el de las mujeres", por eso, en su opinión, "en Cuba prácticamente no ha habido movimiento feminista".
Padura dijo sentirse horrorizado al escuchar que en muchos países de Europa las mujeres ganan menos que los hombres. "Eso en Cuba no existe", declaró.
No dijo, sin embargo, que las feministas independientes son reprimidas, ni que las mujeres son uno de los sectores más empobrecidos de la sociedad cubana, producto de las mismas políticas del Gobierno, que simulan protección de cara al monitoreo de organismos internacionales, pero desamparan a las mujeres en la práctica.
En la novela de Padura, que se desarrolla en Cuba, varios personajes femeninos se prostituyen porque la sociedad los lleva a ello, reconoció el escritor cuando su entrevistador le llamó la atención sobre el hecho de que las mujeres en Persona decentes son víctimas.
"Ahí entro en un mundo muy complejo que es el de la prostitución. La perspectiva ética que traté de darle a esa cuestión, y por eso la novela se titula Personas decentes, quería que fuera comprensiva y no compasiva. Ninguna mujer es puta porque haya nacido puta: la sociedad la lleva a buscarse la vida con los recursos que tenga. Que una mujer se prostituya por las razones que fuera no la hace indecente. Las hemos catalogado así durante siglos sin tener una comprensión real de por qué se prostituyen", respondió Padura.
Parte del problema es que en todos los campos culturales, igual que en la academia, el izquierdismo es abrumadoramente mayoritario y por lo tanto dominante, e irle en contra tiene un precio que puede ser bastante alto. Eso lo tuvo muy claro, y lo dijo, Alejo Carpentier, que codiciaba un Premio Nobel y consideraba imposible obtenerlo sin ser claramente de izquierda. Padura no es un Carpentier pero conoce muy bien las reglas del juego, y no está para perderlo.
Un factor muy importante en la imagen y mercadeo de Padura es la autenticidad que se le otorga por estar "dentro," algo que se le suele escamotear a cubanos fuera de Cuba por mucho talento que tengan. O sea, Padura necesita mantener su presencia en la isla, aunque su obra es esencialmente para el extranjero, y en estos tiempos ser "comecandela" resulta demasiado burdo y se ve como torpeza o mal gusto. Padura sabe que no le conviene adoptar una postura a lo Miguel Barnet, y ha desarrollado otra mucho más sofisticada. Silvio Rodríguez trata de hacer lo mismo, pero es menos inteligente y más comprometido con el pasado, y ya se debe a la nostalgia. Hay que admitir que Padura, dentro de lo que cabe, se vende magistralmente bien al público que busca, que claramente no es el exilio aniticastrista.
Leí la entrevista completa en La Nación. Recomiendo hacerlo porque hay contextos y consideraciones que un resumen no tiene. Lo que dijo Padura de Trump tiene muchos más matices que lo resumido aquí, y coincido con él. Eso sí, a Padura le faltó lo que yo pienso fue fundamental sobre el acercamiento de Obama, que es que el régimen no iba a hacer cambios no matter what. Y en lo otro que creo hay una omisión en la entrevista es en lo que dice Padura del feminismo en Cuba. El régimen promocionó y admitió grupos feministas, fuera de la FMC, desde algunas de sus instituciones en los años 90, para después desestimarlos. Las agrupaciones feministas de hoy son nuevas en la sociedad cubana en tanto son contestatarias. Sobre la censura en la cultura Padura no niega que exista: "Te pueden censurar. Nunca ha dejado de existir la censura", dice.
Pienso que no se debe equiparar la censura sobre el arte, sobre la producción artística de un artista determinado, con la actividad de oposición al régimen. "Los destierros forzados a que fueron sometidos el artista Hamlet Lavastida, la poeta Katherine Bisquet y la curadora de arte Anamely Ramos" no se debieron a su producción como artistas sino por su labor contestataria, vinculados principalmente al Movimiento San Isidro. De ahí que no veo necesario señalarlo como crítica a lo dicho por Padura. Donde sí hubo omisiones de Padura criticables fue en no referirse a los más de 400 artistas e intelectuales que se plantaron frente a Cultura y a la huelga que los de San Isidro escenificaron durante días con acoso constante del régimen. Se queda corto el escritor en pintar la Cuba de hoy, que es otra, no porque el régimen haya cambiado, sino porque como el mismo apunta, la sociedad sí cambió.
Padura padece envidiosos desde todo el espectro político cubano. Respeto sus puntos de vista, aunque algunos no coinciden con los míos. De eso se trata, la unanimidad es muy aburrida...
si no lo sabrá Reinaldo Caradura que lleva chupando esa teta hace muchos años
Padura siempre fiel. Ta igual que Susurro.
Hay que quitarse el sombrero ante un camaján tan consumado, aunque experiencia le sobra. De cierta manera, es más asquerosos y despreciable que un esbirro cultural puro y duro, o sea, un esbirro franco.
Si todos los que escriben criticando el gobierno hubieran permanecido en Cuba, también hubieran tenido que caminar la cuerda floja. Por eso es que es tan facil decirlo todo fuera de Cuba, contando lo que no contaron en su momento, renunciando a vivir y luchar en Cuba.
No coincido en todo con Padura y eso es porque Padura es Padura y yo soy yo. Padura se reconoce de izquierdas y yo no. Pero le reconozco la decencia de decir en Cuba lo mismo que dice fuera de Cuba.
Porque de lejos....nah, asi no se vale....